Toda Mi Mala Suerte

29

—Regresamos —Alex anuncia.

Esta vez él se coloca a mi lado derecho y Rodney a mi lado izquierdo. Yo no puedo dejar de pensar en lo que ella me dijo, en como uno de ellos apostó dinero para que el otro me haga algo.

Podría creerlo y podría acusar a Alex de incitar a Rodney para que se acerque a mí, pero he sentido a Rodney amable genuinamente. Aunque tampoco puedo imaginármelo apostando con Alex para que él se acerque a mí.

Aunque no los conozco realmente y puede que lo poco que he conocido, es una mentira. Que todos ellos se organizaron para burlarse de mí, para que yo siga siendo l blanco de sus bromas.

Rodney o Alex, Alex o Rodney. No lo sé.

—Ahí vienen —anuncia Alex cuando los portones se deslizan automáticamente.

Son buses grandes y nada parecidos a los típicos que ves por las calles, estos parecen del tipo de transporte que usas para viajar por muchas horas. A veces olvido que muchas de estas personas son hijos de empresarios con mucho dinero y este es el tipo de lujos que sus familias esperan que la escuela tenga.

Rodney me presentó a sus abuelos, ¿lo haría únicamente para ganar una apuesta?

—Muévanse, chicos —pide una de las profesoras.

Y Alex se ofreció a llevarme a mi casa, si hubiera querido hacer algo relacionado con una apuesta, ese sería el mejor momento.

—Vamos —me susurra Rodney.

Asiento, sin poder sostener la mirada en sus ojos. No quiero creer que Rodney participaría en algo como eso, pero la otra parte de mí piensa que es la única razón por la que él me habla.

Los profesores dividen a los alumnos según la sección, en nuestro caso vamos con la clase de Kelly, Jason y Louis. Marcia también está entre todos pero está hablando con unas chicas que no conozco y ni siquiera me ha volteado ver.

Subo al autobús detrás de Alex, Rodney me da espacio para que pase antes que él.

Justo como dijeron, es amplio de adentro, aunque me pregunto si realmente caben tres personas en cada asiento o dos y media.

Son largos pero no lo suficiente, o sí lo son, si vas muy cerca de la otra persona.

Kelly, Elize y Carmen se sientan juntas en uno de los asientos de atrás. Alex va frente a nosotros y yo simplemente los sigo, aunque si queda un asiento libre, me sentaré sola ahí.

—Aquí —Alex escoge el último asiento, del lado izquierdo.

 —Eh, supongo que me sentaré en medio —Rodney me dice, detrás de mí.

Miro el asiento vacío a nuestro lado y considero sentarme ahí, abro la boca para decir eso pero Alex me sonríe. —Siéntate en medio.

Rodney contesta: —Eso haré.

—No —Alex baja la voz y por el ruido de los demás, es un poco difícil de escucharlo pero lo repite y ahora sí distingo sus palabras: —Le hablo a Cassie.

Rodney se inclina para hablarme de cerca. — ¿Dónde quieres sentarte?

— ¿Pueden pasar? —Es la voz de Elize—. Nos queremos sentar atrás.

Ay, no. Me quitaran mi asiento.

Rodney exhala ruidosamente y me coloca sus manos sobre mis hombros para que siga avanzando. Mi corazón late más y más rápido, llego al asiento y me resigno a hacerlo.

Voy a estar sentada en medio de Alex y Rodney.

Entro y me coloco en medio, dejando un poco de espacio entre Alex y yo. Él es delgado pero Rodney, por otro lado, es un chico con musculos así que cuando se sienta, no queda espacio ni entre él ni entre Alex. Mis brazos están presionados contra los de ambos.

— ¿Estás bien ahí? —me pregunta Rodney.

Carmen, Elize y Kelly se sientan en el asiento de al lado. Quisiera saber si antes que yo llegara a la escuela ya eran así, ¿siempre se han comportado de esa manera? ¿Y si no era conmigo, lo hacían con otra chica?

—Eh, no hay opción —susurro.

Alex se mueve lo más que puede. —Lo siento, tengo que bajar de peso.

Niego. —No, tal vez debería sentarme en otro lugar.

— ¡Alex! —Elize le habla—. ¿Viste mi mensaje? Te envié uno hace un rato.

Alex levanta la mano. —Aun no.

Rodney voltea hacia su costado, luego conmigo de nuevo. — ¿Quieres sentarte en la orilla?

Las risas de las tres se escuchan con fuerza, es probable que estén hablando sobre algo más pero desde la fiesta pienso que cada vez que ríen, es de mí.

Tomo ambos lados de mi cabello con mis manos y los uso como si fueran cortinas, es algo que hago para cubrir mi rostro. —Está bien —pero mi tono de voz es poco entusiasta.

El profesor sube y junta las cejas, levanta la mano para que todos dejen de hablar y pide silencio. —Alumnos, por favor, siéntense con las personas que les asigné. Les dije que no es una salida al parque de diversiones, así que muévanse en orden.

Muchos se quejan pero a él no parece importarle, quisiera saber qué es lo que él piensa cuando muchos están renegando, supongo que ser profesor involucra ignorar todo lo que otros puedan decir sobre ti.

Kelly, Carmen y Elize se mueven obligatoriamente unos asientos al frente, a nuestro lado terminan otros chicos de nuestro salón y frente a nosotros, dos chicas y un chico que saludan a Alex y se sientan.

Si no me equivoco, se llaman Elena, Rodrigo y Jessica.

Rodney se mueve a la izquierda, separándose de mí pero cuando observo la manera en que está sentado, me doy cuenta que está intentando darme todo el espacio posible.

Lo miro al rostro. —Um, si quieres puedo moverme.

Me pareció distinguir una pequeña sonrisa por un instante. —No te preocupes, ¿estás bien ahí?

Miro el pequeño espacio entre nosotros. —Sí, pero, puedes acercarte si quieres, está bien.

Lo hace, Rodney se acerca y de nuevo su brazo se presiona contra el mío al igual que nuestras rodillas. He estado cerca de él muchas veces pero no creo que me haya acostumbrado a su presencia.

Y el hecho que me está viendo directamente a los ojos no ayuda a que mi cuerpo se relaje.




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