Hemos regresado a la escuela, aún queda una hora para el momento de salida y los profesores pidieron que permaneciéramos dentro de las instalaciones de la escuela para cumplir con el horario.
Aunque ya no están prestando atención realmente, nos han dejado a solas en los salones y es por eso que Kelly y todos ellos han venido a este salón.
Crucé la mirada con Marcia por un segundo y le sonreí, pero ella no me sonrió de vuelta esta vez. Espero que no esté molesta conmigo, a pesar que ya no hablamos mucho realmente, ella sigue agradándome.
Tal vez yo ya no le agrado a ella.
Kelly, Carmen y Elize se mueven con otras personas y les susurran algo, yo mantengo mis ojos en la ventana aunque por el reflejo y de reojo, puedo notarlas.
Luego Kelly se acerca dónde está Rodney y Alex, quien ya no se sentó al frente al lado de Elize sino decidió sentarse en el escritorio frente a Rodney para hablar con él.
Kelly se coloca cerca del mío pero me está dando la espalda. —Oigan, mi auto tiene un problema, ¿uno de ustedes puede ayudarme? —pregunta.
Escucho a Alex responder: —Pregúntale a Jason, él sabe más de eso.
—No, Jason no sabe —contesta—. Ya lo hizo pero no funcionó, ¿pueden darle un vistazo? —Toma su llavero y lo coloca sobre el escritorio de Rodney—. ¿Si? ¿Por favor?
Alex suspira lentamente. — ¿Dónde lo dejaste?
—Donde siempre —responde—, solo vayan a ver y si no saben que es, no importa, veré como me regreso a casa.
Rodney permanece en silencio. — ¿No vienes con nosotros?
—No, bueno… no sé de qué sirve y ya fui tres veces hasta allá, estoy cansada —responde con un tono neutral.
Alex chasquea su lengua. —No es tan lejos.
—Mira mis zapatos —pide—. Son lindos pero no son cómodos, ¿sí? ¿Por favor?
Rodney se levanta. —No somos mecánicos, Kelly.
—Pero tú reparaste el auto de Elize la última vez, seguro es lo mismo —afirma.
Ambos se levantan, Rodney le entrega las llaves a Alex y me mira por un segundo y yo asiento levemente. Kelly regresa con su grupo mientras que ellos salen fuera del lugar.
Creo que tan solo pasaron unos quince segundos cuando Elize, Carmen, Kelly, Nova y Marcia se acercaron a mi escritorio. Los chicos también, aunque guardando un poco de distancia.
—Cassie —Carmen habla primero, recostando su mano sobre mi escritorio—. ¿Podemos preguntarte algo?
Respiro profundo. — ¿Qué?
— ¿Por qué quieres que te odiemos? —Pregunta Kelly—. Hemos sido amables contigo, ¿Por qué eres mala con nosotras?
No entiendo nada. —Yo no…
—Mira Cassie, no es agradable que venga alguien a quitarte lo que es tuyo —Elize entorna los ojos—. ¿Por qué eres una mentirosa?
— ¿Por qué siempre actúas como niña buena? —Carmen pregunta.
—Seguro eso es lo que usas para llamar la atención de los chicos, ¿no? ¿Actuar como la niña santa? —pregunta Kelly.
Noto que los demás compañeros de mi clase voltean a ver incomodos, pero no intervienen. Marcia y Nova aún no han hablado, aunque ellas no parecen tan molestas como las demás, están aquí apoyándolas.
—Ni siquiera eres bonita —Carmen afirma, juntando sus cejas—. ¿O sí piensas que eres bonita?
Muerdo mi labio por dentro, no tengo que darles atención. Tengo que ignorarlas. Tengo que negarme a darles lo que ellas buscan. Esto ya pasará, en un par de horas no estaré escuchando nada de esto.
—Cassandra —Carmen chasquea sus dedos frente a mi rostro—. ¿No te vas a disculpar?
—Nos has irritado tanto últimamente —agrega Kelly.
—Pídenos disculpa y te dejaremos en paz —propone Elize.
¿Pedirles disculpas sobre qué? Yo no he hecho nada malo.
— ¿No lo harás? —Pregunta Carmen con enojo—. ¿Estás segura? ¿No quieres que te tratemos bien?
Muevo mis ojos a la puerta, quiero salir de aquí. Quizás debería solo hacerlo, pero mis piernas no me obedecen y yo sigo sentada, escuchándolas.
— ¿No quieres ser nuestra amiga, verdad? —Kelly pregunta.
—Bien —Elize se encoje de hombros—. Que quede claro que te dimos una oportunidad.
¿Darme una oportunidad? ¿De qué están hablando?
Necesito saberlo así que abro la boca y pregunto: — ¿De qué hablan?
Kelly niega, entornando los ojos. —Que si no eres nuestra amiga, serás nuestra enemiga.
— ¿Por qué? —las miro a todas, ellas me observan molestas—. No… yo no he hecho nada…
—Alex está molesto por tu culpa —Elize afirma—. Seguramente les dijiste algo y te quejaste con ellos, quejarte no sirve, eso es tan patético.
—No…
—Mira —Kelly coloca su mano sobre mi hombro—. No me agradas y nunca lo hiciste pero te di una oportunidad y fallaste. Ahora ya no voy a fingir, ¿entiendes?
—Pídenos perdón —Carmen levanta un dedo—, aléjate de Rodney y de Alex y no vuelvas a hablar con Janne o Michael.
Estoy procesando sus palabras, básicamente ella quiere que me aísle de todos. Han sido tan pocas las personas que se han acercado mí ara ser amables y ahora quiere que deje de hablarles.
— ¿Por qué? —pregunto, moviéndome para que Kelly deje de tocarme—. ¿Por qué hacen esto? ¿Por ellos?
Kelly rueda los ojos. —Porque odiamos a las niñas como tú, actúan tan puras e inocentes y es fastidioso.
Salgo de mi escritorio y tomo mis cosas. —Yo no hice nada —mi corazón está muy acelerado y mi estómago es básicamente un agujero negro—. Yo… no sé porque dicen estas cosas pero yo no les he hecho nada —veo a Marcia y ella únicamente baja la mirada.
—Hola, compañeros —hablan desde la puerta, todos giramos y veo que Michael está ahí junto con otras dos chicas—. Disculpen la interrupción, solo quería recordarles que la próxima semana enviaremos las invitaciones del baile porque deben confirmar su asistencia.
Michael junta sus cejas mientras pasea sus ojos por todos los del grupo de Kelly, probablemente no se lleva bien con nadie de ellos tampoco. Sus ojos se mueven hacia donde yo estoy, me observa unos segundos.