Toda Mi Mala Suerte

38

Llegué a la escuela el lunes y me sentía cansada a pesar de haber dormido como nueve horas.

Unos minutos después entran al salón de clases Elize, Carmen y Kelly. Ellas me miran dese que entran por la puerta y no se detienen hasta llegar a mi escritorio.

— ¿Qué le dijiste a Alex? —pregunta Elize, colocando sus manos sobre mi escritorio.

Junto las cejas. — ¿Qué? —es muy temprano para esto—. ¿De qué hablas ahora?

Kelly niega varias veces. — ¿Qué le dijiste a Rodney? ¿Por qué me bloqueó? Sé que tiene algo que ver contigo.

Recuerdo lo que él me contó sobre Sarah y sobre Morgan, el calor dentro de mí aumenta. —Yo no hice nada —respondo molesta.

—Desde el viaje ellos se comportan raro —Carmen cruza los brazos—. Sé que fue tu culpa, tú les dijiste algo, ¿no?

—Marcia te vio hablando con ellos en el estacionamiento, el viernes —Kelly afirma.

Esa vez yo estaba peleando con ellos. —Yo no hice nada —repito— no me interesan ellos, ni tampoco ustedes.

Abren los ojos, quizás no esperaban que les dijera algo así. Es cierto, soy una cobarde pero recordar a esos dos chicos que injustamente dañaron me hace querer reclamarles.

— ¿No? —Kelly resopla—. Tú no nos importas pero odio tanto que arruines mi vida.

— ¿Cómo estoy arruinando tu vida? —pregunto.

—Yo le gusto a Rodney —se señala—. Ahora tú estás metiéndote en el medio y no lo voy a permitir.

—Eres una…

—Cassandra —Janne está en la puerta, al lado de Elizabeth—. Hola.

Carmen resopla. — ¿Qué hacen aquí?

Janne entra, lleva una falda rosa y una blusa de lana blanca. Elizabeth usa un vestido azul y una chaqueta negra. —Venimos por nuestra nueva amiga —Elizabeth pasa a través de ellas—. ¿Algún problema?

—Por supuesto que son amigas —Elize suelta.

Janne levanta una ceja. — ¿Qué hacen ustedes aquí con Cassandra? —Toma un mechón de su cabello y lo retuerce en su dedo—. ¿Llamo de nuevo a mi papá?

Ahora que sé el trasfondo de todo, entiendo que Janne mencionó eso para recordarles que están condicionadas. Kelly resopla, toma a Elize y a Carmen de las manos y las mueve hasta el frente.

Elizabeth me sonríe. —Hola Cassandra, ¿Cómo estás?

Bajo la voz. — ¿Qué hacen aquí?

Janne se sienta en el escritorio de Rodney. —Nos agradas y queremos ser tus amigos, ¿está bien?

Muerdo mi labio. He dejado de confiar en las personas y en creer que alguien quiere ser verdaderamente mi amigo. —Um, supongo.

Elizabeth se sienta en el escritorio frente al mío. —Entonces, ¿ya pensaste sobre el baile? ¿Vas a ir?

Sonrío. —No lo creo.

Janne se inclina hacia mí. — ¿Por qué no? Será divertido, ¿sí? Yo no iré con nadie, bueno, iremos en grupo y será genial.

Elizabeth asiente. —Y el festival será divertido también, ven al menos a esa parte.

Puedo sentir la mirada de Kelly sobre mí. —No sé si sea una buena idea.

Elizabeth suspira. —Está bien, aún hay tiempo para convencerte —dice—. De todas formas, Janne y yo vamos a ir de compras a la otra ciudad, nos gusta ir a probarnos vestidos para estas cosas.

— ¿Vienes, verdad? —pregunta Janne como si me conociera desde hace muchos años.

Elizabeth sonríe. —Solo seremos nosotras y muchos vestidos, es un gran plan.

—Y te dejaremos en tu casa después, no te preocupes —Janne afirma—. A menos que tengas auto, o como quieras, tu nos dices.

— ¿Si? —Elizabeth espera mi respuesta—. Está bien si no quieres pero la pasaremos bien.

Asiento. —Está bien —y espero no equivocarme de esta decisión.

—Genial —Elizabeth retira el cabello de su rostro—. ¿Comes con nosotros en el almuerzo? Estaremos aquí afuera cuando tengamos que ir a la cafetería, solo espéranos unos minutos.

Alex entra sin saludar a sus amigas, luego mira al fondo y nota a Janne y Elizabeth. Junta las cejas hasta que Carmen se le acerca pero él solo niega y se sienta sin verlas.

Janne toma su teléfono. — ¿Nos das tu numero? —pide—. Elizabeth y yo tenemos un grupo y vamos a unirte, ¿sí?

Elizabeth también toma su teléfono esperando que yo comience a decirles los dígitos. Lo hago, insegura pero deseando que la historia no se repita o que sea peor.

Janne me llama primero para que registre su número, luego lo hace Elizabeth.

Rodney llega finalmente, solo le da una mirada a Alex y avanza. Janne no se levanta, no creo que sepa que ahí se sienta Rodney o si lo hace, no le importa mucho.

Rodney se coloca a un lado. —Janne… ahí es mi lugar.

Ella lo mira seria. — ¿Aquí? —suspira—. Estoy ocupada hablando con Cassandra.

Rodney abre la boca para decirle algo pero Kelly se acerca mientras dice: — ¿Por qué me ignoras, Rodney?

—No te ignoro —responde.

Elizabeth hace una mueca, como si le diera gracia lo que está sucediendo.

—Te comportas tan raro desde que conociste a cierta persona —reclama.

Rodney se pasa una mano por el cabello. — ¿Y eso es tu problema?

Parpadea varias veces. — ¿Qué?

—Que yo puedo hacer lo que quiera —contesta Rodney—. Yo puedo estar con quien yo quiera, ¿sí?

Elize se levanta y le reclama: — ¿Por qué eres malo con Kelly? Ella es tu amiga, ¿Qué te pasa?

—Incomodo —Elizabeth susurra a Janne.

Y sí, esto es incómodo.

— ¿Quieres salir de aquí? —Me pregunta Janne—. El ambiente está raro.

Elizabeth y Janne se levantan, esperan a que lo haga también. Bajo el rostro mientras salgo de mi escritorio, me muevo cerca de la pared detrás de Elizabeth.

—Al fin se van —Carmen suelta.

Janne gira a verla. —Nos vamos porque sentimos pena por ustedes, es vergonzoso.

Carmen la fulmina con la mirada, parece que quiere contestar algo pero se fuerza a no hacerlo.

Elizabeth y Janne se colocan a mis lados cada una y estar en medio me hace recordar a las veces que he pasado por la sección de perfumes en las tiendas departamentales.




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