Capítulo 3.

"El destino es tan insistente cuando de verdad quiere que descubras lo que quiere para ti, bien sea para mal o para bien."

Ed.

17 de septiembre.

Los Angeles Central Hospital.

— ¿Por qué estás tan impaciente amor? —dijo en su susurro adormilado Alicia.

Ed caminaba impaciente por la habitación y Alicia lo miraba curiosa y un poco mareada, el chico lleva media hora caminando por toda la habitación como loco. Al adentrarse a ese pasillo se encontró con Isak el hermano de Alicia, y el inmediatamente le preguntó si había visto a una enfermera de cabello castaño con rizos, tés blanca, ojos marrones, pero él le respondió que no la había visto. Isak lo miro curioso por la manera en la que la describe y como se notaba en su mirada un brillo diferente pero prefirió no opinar nada.

Ed desde que entró a la habitación no ha dejado de caminar por toda el lugar preguntándose ¿dónde estará esa chica de hermosos ojos?, ¿dónde estará la chica que con una mirada lo hechizó?

"De seguro se fue por el otro pasillo" —pensó.

Tengo que buscarla, tengo que saber más de ella. —se repetía una y otra vez en su cabeza.

"Dile a tu otra neurona que tienes novia y esta justo enfrente de ti, y estás pensando en ir a buscar a otra chica" —la vocecita en su cabeza se hizo presente.

Ed ya no sabía qué pensar o incluso como controlar las ganas de seguir buscando a Vida, por lo que le hizo caso a la vocecita en su cabeza esa que la mayor parte del tiempo dice lo correcto. Camino hasta la camilla y se sentó en ella mirando a la chica fijamente a los ojos, esos ojos azules como el mismo océano, una belleza imperceptible, su cabello rojo como el fuego, esa sonrisa que alegraba sus días, esa carisma irradiadora que la caracterizaba, pero aun tenia esos ojos marrones en su mente y se sintió culpable por pensar en otra chica mientras miraba a su novia.

—Por nada amor, solo son cosas de la universidad. —dijo para tranquilizarla.

Se acercó más a ella y la abrazo, ella recostó su cabeza en el pecho del chico mientras el acariciaba su cabello y así poco a poco volvió a caer en un profundo sueño. Ed suspiro dramáticamente mientras imaginaba lo que estaba haciendo esa chica de ojos marrones. Ya no quería seguir pensado en ella porque Alicia no se merecía eso por lo que prefirió dejar ese tema de lado y volver a su pensar en su novia y aunque le costara no seguir pensando es esa presencia que solo irradiaba paz, lo lograría, o eso creía.

Se acomodó a su lado para así dormir con su novia pelirroja, ella lo abrazo encantada, y el cerro los ojos para seguir engañandose a sí mismo de que podría olvidar a esa chica despistada pero encantadora que iluminó todo el lugar con una simple sonrisa.

A veces con solo una mirada el corazón puede quedar flechado, puede que por la persona incorrecta o la correcta, esa persona que puede ordenar y desordenar tu mundo con una sonrisa e incluso con una sola mirada.   

Por otro lado Vida se encontraba entre la vida y la muerte, con el pasar del tiempo sentía que estar postrada en una cama no era la solución y sentía que iba a morir y no podría conocer la playa, ni todo aquello que hubiese querido conocer a lo largo de la vida.

El tiempo pasaba y ella se sentía estancada mientras esperaba el final de la historia que no tenía un final feliz, ese final no existía para ella.

Ya habían pasado más de 16 horas y aún nadie sabía nada de la salud de Vida, vários de los mejores cardiólogos se reunieron para tratar más a fondo lo que pasaría con ella, era un 50/50 y un voto era el decisivo.

Si esa persona que daba un sí Vida seguiría con el tratamiento y así seguir esperando un corazón.

Pero si decía un no, entonces vida se iría del hospital y viviría el tiempo que su corazón le permita. Podría ser un día e incluso unas simples horas.

La Miocardiopatía dilatada puede aparecer a cualquier edad, pero es más común en adultos menores de 50 años, aproximadamente un 10% de las personas con Miocardiopatía dilatada tienen más de 65 años de edad en Estados Unidos, este trastorno es aproximadamente tres veces más frecuente en los hombres que en mujeres, y tres veces más en los de ascendencia africana que en los de orígenes caucásico. Alrededor de 5 o 8 de cada 100.000 personas desarrollan Miocardiopatía dilatada cada año. 

Vida es un caso poco común ya que son muy pocos los niños o adolescentes que son diagnosticados con esa patología, la Miocardiopatía no tiene cura pero sí se puede controlar o en ocasiones más graves como la de vida se necesita un trasplante de corazón.

Eva estaba impaciente esperando noticias de su hija, el vuelo de Erik se retrasó ya que el clima no estaba adecuado para viajar.

—Buenas noches. —saludo el chico rubio como el sol, ese que había quedado encantado con los ojos marrones de la chica.

—Buenas noches. — saludo Eva de igual manera.

Ed continuó con su camino hacia la salida de ese pasillo, él está en busca del baño o eso supuestamente le había dicho a su novia para así continuar en la búsqueda de la "enfermera" de ojos marrones y sonrisa encantadora.

Las horas pasaban con lentitud, los segundos eran tortuosamente eternos, los pensamientos negativos eran incontables. El miedo de perderla en cualquier momento se estaba intensificando, pero mantenían esa fe, la cual Eva jamás olvidaba aunque ya Vida empezaba a olvidarla porque esa fe también la estaba olvidando a ella.

Ese chico rubio seguía caminando por cada uno de los pasillos, ya estaba comenzando a perder la cabeza, aunque su lema es jamás rendirse. Por lo que continuó en busca de esa chica de ojos marrones y sonrisa perfecta.

—Hola, buenas noches. —saludo Ed educadamente a la enferma pelinegra que se lo comía con la mirada, la chica lo miraba atenta con eso grandes ojos negros como la noche, Ed estaba nervioso, aunque parecía un chico con mucha seguridad al momento de dirigirse a hablar con otras personas, en realidad era todo lo contrario, es un chico tímido amante al espacio, a las estrellas y todo lo referente a la Astrofísica y la Astronomía, todo lo contrario a su novia pelirroja que es una chica extrovertida y amante de la moda.