II

Haruki despertó, bañado en sudor, no sabía porque aquel sueño se repetía, cada noche, desde su visita al bosque a las afueras de la ciudad junto a sus amigos, desde ese día sentía que algo o alguien vigilaba todos sus movientos, estaba aterrorizado, suspiro con cansancio, en los últimos días no había podido descansar adecuadamente, por esa misma razón tenía unas prominentes ojeras colgando de sus ojos.

Después de aquel sueño, se levantó, cuando miro el despertador posando en su mesita de noche, se exalto, debía apresurarse, en al menos una hora comenzaba su escuela, ¿El problema? Su escuela estaba a más de 45 minutos de su casa, asi que no tenía opción de poder relajarse ni por un solo segundo.

Sin perder un minuto más, se levantó de su cama y camino hacia su baño para darse una ducha, cambiarse y salir de su casa, todo en solo 10 minutos, pensó, sin embargo el tiempo no perdonaba, así que se cambió rápidamente y salió de su hogar. Cuando cerró la puerta un gruñido lo saco de sus pensamientos y supo que venía de su estómago. No tengo tiempo. Pensó.

Mientras apuraba el paso no lo logro ver una piedra que se atravesó en su camino, maldijo todo lo que pudo , cuando finalmente estuvo en el suelo, se levantó, sin importar el dolor, sin embargo al levantarse y sacudirse el polvo que ensuciaba sus ropas una punzada de dolor recorrió todo su cuerpo, su rodilla se encontraba magullada, no pudo quejarse, necesitaba seguir a pesar del dolor.

Cuando por fin llegaba a su escuela, empezó a buscar con la mirada a su autoproclamado "amigo", Martínez, así le llamaba, por su apellido, nadie sabía su género ni su nombre real, todos los días cambiaba, como cambiar de ropa interior, no sabía con qué estupidez llegaría hoy, pero aún así le agradaba su compañía, aunque jamás lo admitiría.

Sin embargo cuando llegó al patio, no lo veía por ninguna parte, fue cuando alguien se estrelló contra su espalda, que se dio cuenta de que se trataba de Martínez, tan entusiasmado por verlo.

- Martínez ¿quien eres hoy?

- Nadie en especial, solo un ser vivo más en este nefasto planeta, lleno de animales que se creen superiores y suprimen a los demás animales para subir su ego. -

- Martínez, sabes a qué me refiero - comento con un tono de advertencia.

- ¿Que piensas ?-

- Pienso que deberías definirte de una vez por todas, simplemente no es divertido adivinar que eres todos lo días, un día puedes ser un hombre y mañana Talvez seas una rata vikinga.-

- Aww, ¡Que tierno! Pero me temo que no es posible esa petición.-

-¿Porque?-

- Por que así lo quiero y deja de preguntar por aquello.-

- Bien

Sin más fueron a su clase, algunos minutos después entro su maestro, presentando a un nuevo alumno

- Buenos días, hoy a ingresado un nuevo alumno, trantenlo bien, ven preséntate.-

- Buenos días, mi nombre es Aike, espero llevarme bien con ustedes.-

- Bien, porfavor ve a sentarte a atrás de Haruki, alza la mano Haruki.-

Con desden alzo su mano, pero cuando aquella persona paso por su lado, sintió un choque eléctrico, y su cuerpo entero reaccionó de forma violenta, agarrando el brazo de Aike, quién se sorprendió y volteo su cabeza para verlo con detenimiento, como si esperará algún otro movimiento de su parte, sin embargo no cometio otro movimiento y solo conectarón sus miradas, aquello hizo que experimentará un terrible dolor de cabeza, como si pequeñas agujas lo pincharan constantemente, y poco después se desmayara, siendo lo último que vio...