Todas mis razones para luchar por ti

Capítulo 12

Amber

Hoy por fin es Nochebuena. Tengo unas ganas locas de celebrarlo. Se que a mis padres los he dejado un poco de lado este año pero ellos lo están celebrando con mi familia y Son y su madre están los dos solos.

Todavía sigo sin dar crédito a lo que ocurrió el otro día cuando desapareció la bruja de la nada. Entre eso y el desconocido que me amenazaba está siendo un año de locos. Menos mal que tan solo queda una semana del año.

Estoy aprovechando que Son está trabajando para comprar las últimas cosas. No cabe más gente en la calle, creo que se han dejado todo para última hora. Como la mitad de días del año está lloviendo y tengo que ir en coche a todos lados.

Mientras busco un regalo para Son recuerdo la frase que me dijo la mujer.

“Eres la dueña de tu destino”

¿A que se referirá?

Sé perfectamente que hago lo que quiero y cuando quiero. Por eso estoy aquí ahora. No comprendo que es lo que me quería decir. Estoy completamente confundida. El teléfono móvil retumba en el bolsillo del pantalón.

Lo saco y puedo comprobar que es Son. El también es un tema que me preocupa. Aparte de lo que ha pasado lleva muchas semanas raro y no llego a dar con él. Está como ausente y me asusta que eso pueda llegar a afectar a nuestra relación.

—Dime cariño —respondo al teléfono después de dejarlo sonar durante unos segundos.

—Tengo una pausa para comer y me preguntaba cómo estabas.

—Muy bien. De compras. Tu madre se ha puesto a cocinar la cena y ha puesto villancicos y se ha puesto a cansar. Por mi salud mental necesitaba salir de esas cuatro paredes.

—Te entiendo. No se lo que pretende con eso pero estoy empezando a dudar de que sea mi madre. Lleva toda la semana así y hace un par de días me tuve que comprar tapones para los oídos.

—¿Y sabes donde están? son para una amiga —digo soltando un leve cascarillo.

—Si, en el cajón de las emergencias.

—¿Por qué lo llamas así?

—Creeme ya entenderás porque…

—En llegar me los pienso poner hasta que llegues —le declaro mientras observo un polo rojo que a Son le quedaría como anillo al dedo.

Después de estar hablando con él veinte minutos más el tiene que volver al trabajo y yo aprovecho para terminar de comprar todo y regresar a casa. Bueno casa, más bien es una cárcel sonora.

Cuando llego, un delicioso olor a comida recién hecha sale por toda la casa. Entro hasta el mismísimo origen del olor pero me encuentro con la cocina completamente vacía. Por lo que se aparenta todo está preparado para esta noche. Me doy la vuelta y me encuentro con la atenta mirada de Tatiana que me mira con una sonrisa de oreja a oreja.

—Nunca te he visto tan feliz como ahora —le reconozco mientras me siento en la mesa de la cocina.

La mesa es de cristal y está completamente impoluta. Da la sensación de que esta mujer es la señora más limpia del mundo.

¿Cómo hará para tener la mesa así de limpia?

—Estoy feliz de que pases las navidades con nosotros. Son esta mucho mas feliz si tu estas aqui —me responde a mi afirmación.

—Bueno han pasado muchas cosas estas últimas semanas pero si he de decir que se le ve más feliz.

—Dame un segundo —dice mientras empieza a registrar los cajones. De uno de ellos saca una botella de vino con un par de copas.

—¿Vamos a empezar la noche? —pregunto poniendo cara de que si empezamos ahora no vamos a llegar a la cena.

—Lo tenía reservado para nosotras —reconoce mientras llena hasta arriba las dos copas.

Espero no tener que conducir después de esto.

—¿Crees que Son me ama tanto como tu dices? —le pongo en duda el amor de su hijo.

—He escuchado durante el último año como hablaba maravillas de ti. Tal vez parezca ausente pero no lo culpes de ser así —escucho atentamente mientras pego sorbos a la copa.

El olor me encanta y adoro el dulzor y como entra a mi cuerpo. De vez en cuando hace falta tener esta sensación.

—Ya, el problema está en esa nueva compañera que se ha echado —por primera vez reconozco mis celos y mis miedos por Amanda.

—No tienes que temer nada. No es por defenderlo, pero en todo este tiempo no me ha dicho nada fuera de lo normal sobre ella. Son solo tiene ojos para ti —concluye a la vez que le pega un último sorbo a su copa y la vuelve a rellenar.

Creo que va a llegar bastante contenta esta noche.

HORAS MÁS TARDE

Observo por la ventana que el sol ya ha caído por el horizonte. Las luces de alrededor resaltan completamente el vecindario.

—La cena ya está lista —me dice Son que ha llegado hace un par de horas del trabajo.

—Vamos —le muestro una sonrisa y concluyo maquillarme.

Me ha llevado más tiempo del que me gustaría. Entro al comedor y todo está colocado estratégicamente. Parece un comedor de película o de revista. No se como puede llegar a ser tan perfeccionista. Llega a rozar la obsesión.

—¿Dónde me siento? —pregunto para no equivocarme.

—Donde quieras —me responde Tatiana mostrándome de nuevo una sonrisa.

Observo que Son me hace una señal para que nos pongamos juntos. Cuando lo hago muestra la misma sonrisa que su madre. No pueden decir que no sean madre e hijo.

La madre de Son ha tenido la genial idea de poner villancicos para la cena. No sé por qué razón pero me están empezando a dar tick en el ojo izquierdo como si tuviera estrés.

Cuando concluimos la cena ya hay en el suelo varias botellas de vino.

En el momento que menos puedo esperar la madre de Son se arranca a cantar.

“Esto se pone interesante”

Pienso mientras miro a Son en busca de que alguien piense igual que yo. La mirada suya es de que le trague la tierra ahora mientras suspira varias veces.

—Tranquilo Son —le digo quitándole hierro al asunto.

—No soporto cuando se pone así.

Tatiana poco a poco se empieza a animar y pone el programa especial de televisión. Conforme salen canciones las empieza a cantar como si fuese un Karaoke.



#14640 en Novela romántica
#2753 en Joven Adulto

En el texto hay: pareja, adolescente, amor

Editado: 13.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.