Capítulo 6

Amber

Salgo del instituto, tengo que ir rápidamente a mi casa porque después a la tarde me tengo que marchar a entrenar.

Giro la calle, de nuevo ese chico con chanclas aparece por mi camino, menuda diferencia con mi Héctor. No hay color.

Me levanta la cabeza como si fuera algún tipo de amigo suyo, seguro que a ellos les saluda así.

Decido ser amable y decirle “hola” y seguidamente sigo andando, aunque girando por la calle por la que ha ido él llegaria antes prefiero ir por otro lado y así de esa forma llegar antes y no tener que estar a su lado mucho tiempo.

Sigo andando unos metros, justo delante de mi campo de visión aparece él. Héctor Smith.

—Amber no te pongas nerviosa —digo en voz baja pero para mis adentros.

—Hola Amber —dice Héctor mientras se va acercando a mi.

Me tiemblan las piernas y me sudan las manos.

Le devuelvo el saludo con una de mis mejores sonrisas.

—¿Me preguntaba si te apetecería ir a tomar algo esta tarde?

No puede ser, ¿Héctor Smith proponiendome una cita?

Llevo más de dos años coladita por sus huesos y al final mis deseos se van a hacer realidad.

—¿Y bien? —me pregunta sacándome de lugar y dandome cuenta de que no le he dado una respuesta.

—Si… si claro —le respondo tartamudeando y nerviosisima.

—Vale, pues luego hablamos por whatsapp —dice mientras se va de mi camino.

Me doy la vuelta y mientras llego a mi casa voy dando saltos de felicidad.

Cuando llego a mi habitación y veo la ropa de deporte me doy cuenta de que esta tarde debo ir a entrenar.

Estoy en duda, no se si debo de ir a entrenar o quedar con Héctor pero seamos honestos, no voy a tener muchas oportunidades para quedar con Héctor.

—Amber, baja a comer que se va a quedar fría la comida —dice mi madre pegando voces haciendo que retumben por toda la casa.

—¡Voy! —le devuelvo los mismos gritos.

Bajo las escaleras de dos en dos.

—¿Esta tarde irás a entrenar no? tienes la media maratón en unas semanas —dice mi madre mientras me hace un interrogatorio como si se oliera algo o supiese que voy hacer.

—Pues tengo que estudiar, no se si me dará tiempo a ir… —le respondo sin creerme mis palabras.

—Hija, saber lo importante que es para nosotros y para ti esa media maratón, creo que te da tiempo a estudiar y luego a ir a entrenar un rato, además de que acabas de empezar el curso no creo que tengas que estudiar mucho —mi madre no tiende a la razón lógica, su vida se basa en el deporte, además se la sabe todas.

—Está bien, a la tarde iré un rato a entrenar —le digo mintiendo, haré como que voy a entrenar y aprovecharé para quedar con Héctor.