Todas mis razones para quererte[completa]

Capítulo 17

Amber

Me quedo mirándolo, no tiene ganas de responderme a la pregunta.

—¿Pero que ven mis ojos? —no puedo creerlo que Hector este aqui. No lo había avisado ¿cómo sabía que me encontraba aquí?

Me doy la vuelta y enseguida mis ojos se encuentran con los suyos. Va con un pantalón vaquero corto y una sudadera de chándal arriba pero que le viene como camisa al cuello. Va perfecto.

Nunca me ha gustado comparar unas personas con otras pero mi Hector al lado de Son son como de dos mundos totalmente distintos. Son me ha venido con un pantalón de chándal corto y una camiseta de manga corta bastante desgastadas las dos y lleva de nuevo esas chanclas que tanto detesto.

De repente mi vejiga me avisa de que tengo que ir al baño urgentemente y no me da una tregua.

—Voy un momento al baño —les digo mientras salgo corriendo sin llegar a obtener una respuesta.

Tiro de la cadena y salgo del baño tranquilamente. Veo a Hector mirando fijamente a Son, noto desde la puerta del baño la tensión y no sé por qué razón pero no me da buena espina.

—Bueno, vamos a dejar el trabajo que os veo liados —definitivamente algo ha pasado.

Decido actuar.

—¿Pero por que? ¿que ha ocurrido? —me hago un poco la loca aunque por la cara de ambos quizás me puedo hacer una idea.

—Nada, quiero irme a dar una vuelta —sé que Son es un chico de pocas palabras pero en su rostro se le nota el miedo.

—Dejalo, que el chiquillo tendrá que ir hacer cosas suyas, cosas frikis supongo… no vamos a molestarle —no sé por qué razón Hector se comporta de esta manera con Son cuando él no ha hecho nada ni ha dicho ninguna palabra por encima de otra.

Son se da la vuelta y no contesta a la impertinencia que acaba de soltar Hector por la boca.

Prefiero no tenerselo en cuenta e irme con él a dar una vuelta.

—¿Vamos a tomar un helado? —le pregunto esperando una respuesta buena y no una contestación como la de antes.

Hector asiente con la cabeza mientras me ofrece la mano

La cojo y me voy a su lado hasta la heladería más cerca que está en dos calles. Con el calor que está haciendo estos días dan ganas de comer un buen helado o un gran granizado.

—¿Que queréis tomar? —el chico que nos atiende no es mucho más mayor que nosotros, quizás tenga un par de años más que nosotros.

—Yo me tomaré una bola de helado de turrón—añado.

—Yo una bola de fresa y chocolate —prosigue.

—¿Por qué has venido a la biblioteca? —le pregunto extrañada y queriendo saber porque se ha presentado sin avisar.

—Porque te echaba de menos —dice mientras me pone cara de cachorro herido y me guiña el ojo.

—¡Ya! —digo sonriendo—. Una pregunta. ¿Tu donde te ves dentro de diez años? —le pregunto por curiosidad. Quiero saber si realmente se ve conmigo dentro de unos años.

Le observo esperando a que me responda. Mira para todos los lados, se lo tiene que pensar o parece no estar muy atento a la conversación.

—¿Hector? —le llamo de nuevo la atención.

—Si dime…

Creo que es la primera vez que Hector no me está escuchando y parece que esta a otra cosa.

—¿Que dónde te ves dentro de diez años? —le vuelvo a insistir pero esta vez con un tono un poco más intenso.

—Pues la verdad es que no lo sé, la vida puede dar muchas vueltas, nadie lo sabe —la respuesta me ha sorprendido pero no era la que yo esperaba escuchar. Esperaba una que contase conmigo al menos en una pequeña parte pero quizás sus planes no sean lo mismos que los míos. Por primera vez en todas estas semanas que llevamos saliendo Hector y yo nos diferenciamos en algo.

Me quedo pensativa mientras Hector está con el móvil, está viendo algo en instagram o hablando con alguien, no lo sé pero tampoco me quiero meter en eso.

Deja el móvil sobre la mesa boca abajo y se me queda mirando mientras toma un sorbo de granizado, está tan dulce y tan rico.

De repente una persona viene hasta donde nos encontramos.

—¿Que haces aquí Hector? —es un compañero de nuestra clase, no me sé ni su nombre. No he tenido trato con él.

—Te presento a Fran, es mi mejor amigo —dice Hector mientras se levanta.

Fran viene y me da dos besos.

—Yo soy Amber —explico con una bonita.

—¿Nos vamos a dar una vuelta Hector? —pregunta Fran mientras mira el móvil.

—Pues…

Hector me mira durante unos segundos, creo que me está pidiendo permiso o quiere que le dé una respuesta.

La verdad es que estaba bastante agusto con el airecillo y el helado y hablando de nuestras cosas.

—A mi no me tienes que pedir permiso, si te quieres ir te puedes ir…

—Si no era para irme yo solo, era por si te querías venir conmigo.

No me esperaba para nada esto, si me quiere incluir con sus amigos.

Pasamos las horas y la verdad es que sus amigos me sorprenden para bien, aunque hablan de sus cosas y utilizan algunas palabras malsonantes me siento cómoda con ellos y con Hector.




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