Todas mis razones para quererte[completa]

Capítulo 24

Llevo toda la noche pensando en lo que ocurrió ayer…


Creo que lo mejor es irme a correr para poder descargar toda la tensión que tengo encima y olvidarme un poco de todo lo que ha ocurrido.

Bajo por las escaleras para empezar a calentar un poco.

Llego hasta la puerta de abajo. Cuando salgo está Héctor esperando en la puerta. 

Salgo rápidamente y pasó completamente de su cara.

—Espera Amber —se tira hacia mí desesperadamente en un intento un tanto ridículo de detenerme.

—¿Que quieres? —le increpó…

—Quiero darte una explicación.

—Creo que la cosa quedó bastante clara el otro día, ya lo vi con mis propios ojos —le insinuo.

—Por favor no me dejes —me ruega. Es estupido que ahora intente arreglar las cosas cuando lo ha liado y bastante.

Ha sido él solito, nadie le ha obligado ni una apuesta ni nadie le ha puesto una pistola en la cabeza.

—Hector de verdad dejame vivir tranquila, creo que ya has hecho bastante daño.

—Me he equivocado, dame una última oportunidad y te prometo que no te fallare —dice con la boca pequeña. Me cuesta creerlo.

—No Hector, dejame que llevo prisa.

—No me voy a mover de aquí hasta que me des una última oportunidad.

—Vale, te la doy si sabes responder a una pregunta.

Enseguida los ojos de Hector se abren por completo, pobre iluso.

—¿Dónde llevo yo un lunar? —le pregunto tratando de esconderlo para que no se vea a simple vista.

—Ehhh, seguro que llevas uno en la pierna o en el culo —por su contestación deduzco que a parte de ser una persona que no ha mostrado interés por mi es un auténtico cretino.

—Lo siento Hector.

—¿Me dejas porque me he enrollado con una? —pregunta desagradablemente.

—No, te dejo porque no sabes dónde tengo el lunar —le contesto mientras me doy la vuelta.

No quiero saber nada más de él. Ojala haber sabido esto para no haber empezado a salir con él. Pero supongo que la vida no te prepara ni te avisa de todos estos vaivenes.

Comienzo a correr, al menos de esta forma se que no me va a seguir, no tiene el mismo fondo que yo.


Una hora más tarde.


Llego hasta mi casa de nuevo, llego respirando como puedo, necesito beber algo de agua o bebida isotónica.

Llego hasta mi edificio. Ahora es Son quien está en el portal.

—¿Que te pasa a ti? —no tengo ganas de nada ahora mismo.

—Creo que tenemos que hablar de lo que paso el otro día en la montaña.

A menudo he venido hoy para pedir una explicación, Estoy en modo destroyer y lo más seguro es que se vuelva por donde ha venido con incluso más excusas.

—Mira Son… —que se prepare aunque por un segundo me detengo y lo pienso fríamente—. lo del otro dia fue fruto de la desesperación y fruto de la rabia que tenía por lo de Hector. Esa noche podría haber hecho cualquier cosa y seguramente me hubiese arrepentido horas más tarde —trato de explicarme de la mejor forma posible aunque Son ya ha bajado la cabeza y le ha cambiado completamente el rictus de la cara.

—Entonces si me hubieses dado un beso ahora estarás arrepentida de eso…

—No lo se Son, son muchos sentimientos los que tengo enfrentados dentro de mi. No sé lo que hubiese pasado o lo que pasaría ahora. Necesito tiempo. Necesito curarme de todo esto.

Espero que lo entiendas Son. Necesito olvidar a Hector y superarlo. Ha sido muy fuerte lo que ha pasado —le explico mientras le cojo la barbilla y trato de animarlo.

Son abre un poco los ojos y trata de limpiarse las lágrimas que le caen por los lados de la cara.

—No pasa nada, lo entiendo —se explica mientras coge un suspiro de aire.

—Bueno voy a ir para arriba que me quiero dar una ducha. Si quieres ahora hablamos en salir —trato de ser al menos simpática y que no se lleve un chasco. Tampoco se realmente a lo que venía aquí. No sé qué respuesta quería llevarse.

—Perfecto, ahora hablamos.

Rápidamente se da la vuelta y lo pierdo de vista.

Cierro la puerta y subo de dos en dos todos los escalones que separan mi portal de la puerta de la casa. Aunque tenga ascensor siempre prefiero subir todos los pisos andando. Es una forma de calentar y de terminar la carrera aunque hoy me han detenido dos veces.

Abro la puerta. Por suerte no tengo a la sheriff en la puerta preguntando, tengo vía libre y el campo de batalla libre para una buena ducha tranquila.

Cojo el móvil para poner música…

Ya tengo un mensaje de Son.




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