Capítulo 45

Amber

Necesito hoy más que nunca hablar con Mery. La tengo un poco abandonada últimamente y necesito desahogarme un poco con alguien. Mery y yo podemos estar semanas sin hablarnos y sin vernos pero cuando lo necesitamos allí está la otra para apoyarnos.

<<¿Podemos quedar hoy?>>

Le pregunto y rápidamente tengo una respuesta.

<<Voy volando para allí>>

Cuando me despisto un momento me está llamando a la puerta. Mi madre antes que yo llega a la puerta. Me mira un segundo, lleva el pijama que ya lleva varios inviernos junto a mi pero  me da igual. Mery me ha visto así y peor.

—¿Vamos a la habitación? —le pregunto y rápidamente asiente.

Enseguida Mery cierra la puerta y se me queda mirando fijamente. Acto seguido señala la silla del escritorio y hace aspavientos para que me siente en ella.

Le hago caso y he de reconocer que me ha hecho gracia.

—Dime que te ocurre —añade mientras me mira cerrando ligeramente los ojos.

—Es Son… —dejo caer el nombre mientras bajo la mirada al suelo.

—Dime que te ocurre con ese chico que todavía no conozco —dice con algo de ironía porque en estas semanas que lleva aquí “todavía no lo ha conocido”.

—Es su ex, ha aparecido y no para de meterse donde no la llaman.

—¿Bueno pero porque lo dejaron? —Mery siempre quiere saber todos los detalles para reconstruir los hechos.

—Porque ella se mudo a otra ciudad y además dijo que estaba obsesionada con él cosa que me lo creo porque ha ido tras él desde que ha vuelto y lo peor de todo es que no se si él le ha olvidado a ella porque hace unos meses cuando ocurrió lo de Hector e encontre con Son y estaba dibujando un número y justamente su ex me dijo que era el número de cuando empezaron a salir. Verdad o no ya no lo sé pero la cuestión es esa.

Mery me mira perpleja con la boca abierta y casi sin poder decir nada.

—Pues habla con él dile que significa ese número para él.

—Y encima lo peor de todo es que lo lleve yo en una carrera para que se sintiera especial.

—¿Y cómo lo llevas sin saber su significado? —me pregunta sin dar crédito?

—Porque nunca me imaginé que podia ser algo de eso.

—¿Y si te dice que es eso lo de la fecha que vas hacer con él?

No había pensado en esa cuestión.

¿Que debo hacer con él?

Quizás debería separarme, alejarme aunque sea unas semanas.

Resoplo y lo pienso durante unos segundos.

—Quedaré luego con él.

—¿Me lo vas a presentar? —dice gritando a los cuatro vientos.

—Shhh —le mando a callar porque no quiero que nos escuche mi madre que está a ojo avizor de todo lo que hablamos —de momento no, quiero ver cómo se desarrolla esto.

—Touché.

—Bueno cuéntame tu algo.

—Pues estoy mirando viajes para irme con mi chico pero no encuentro uno así que me guste.

—Pero si a tu con una cama te sobra y te basta, si no sales de allí —digo bromeando.

Mery se recoloca el pelo y comienza a reírse.

—Bueno, menos a California que ese viaje lo quiero hacer contigo.

—Gracias —añado mientras le muestro un corazón con la mano.

—No puedo morirme sin ir, sabes que es mi sueño.

—Claro —pone cara de compasión y me da un abrazo.

—Yo creo que debería de buscarse un trabajito para ahorrar y hacerlo por fin de una vez porque si no pasara el tiempo y nunca me iré.

Después de eso nos ponemos a ver videos y memes graciosos, es lo que más necesito ahora. Evadirme un poco y no pensar en Son y en todo lo que eso conlleva.

Cojo un segundo el móvil y le mando un mensaje a Son para quedar con él.

<<¿Podemos volver a quedar esta tarde noche?>>

Miro por la ventana, ya es casi de noche pero no me puedo quedar con la duda.

Decido acompañar a Mery a su casa, me pilla de paso hasta el parque donde hemos quedado.

—Bueno cari, vamos hablando —le doy un fuerte abrazo y me marcho.

Ya ha caído el sol y está comenzando a hacer frío. Me entra el aire por los huesos.

Llego hasta el parque, allí está dando vueltas sin parar también por el frío y quizás sea algo de nervios No se no estoy dentro de él pero en estos momentos me gustaría.

Lleva las zapatillas que le regale.

—Voy a ser directa Son —no quiero ningún tipo de rodeo—. Que significa el número 298 que siempre lo tienes tan unida a ti ¿y porque Ana dice que es tan especial para ti?

—Eso quería decirte yo —no sé si esto significa algo.

—Por favor acompáñame —dice mientras se pone de pie.

Le acompaño y en todo el trayecto está en silencio. Pensando y reflexivo. Llegamos hasta el cementerio, no sé porque me llega hasta aquí, pero entre el frío que hace y que es de noche este sitio da bastante miedo.

Enseguida se detiene.

No había visto a Son en todo este tiempo tan serio. Me esta preocupando más de la cuenta.

—Ese número es importante para mi porque supone el día que mi padre… —se toma unos segundos para seguir—. Falleció.

En ese mismo instante se me viene el mundo encima.

No me imaginaba que fuera esto. Ahora me siento peor que antes. He forzado a que me lo contara cuando tenía que haberlo dicho tranquilamente.

—Mi padre falleció el 29 de Agosto del 2006 en acto de servicio. Era policía. Nunca llegué a conocerlo de verdad porque era demasiado pequeño. Tengo recuerdos difusos. Y mi madre se fue un año más tarde. Justo en esa misma fecha. 

Yo me quedo de piedra, no puedo moverme, me cuesta tragar. A Son se le comienzan a caer las lágrimas mientras observa la lápida con el nombre de su padre y la fecha marcada. Está claro que no me está mintiendo y no entiendo como Ana ha jugado con eso.

Aprieto el puño, quiero matarla, no sabe lo que ha hecho.

—Lo siento mucho Son por no haber confiado en ti.

—No pasa nada, estoy acostumbrado. La culpa la tiene Ana por haber metido mierda. No le hagas caso de lo que te diga.

Ahora más que nunca creo lo que dice.