... la voz firme de la señora llega a sus oidos de forma penetrate y aguda, pero no le incomoda.
- Soy yo madre_ resuena su voz varonil y a la vez ronca con un pesar de tristeza profunda por toda la habitación silenciosa. Cierra la puerta trás él y mira a la señora que no emite ninguna expresión en su rostro, se acerca a ella despacio y la besa en la frente lentamente, luego se aleja quedándose al lado de la cama con los ojos en ella.
- No necesito tu compasión_dice mirando al lado opuesto a él.
Él tragando en seco responde: - ¡Que triste saber que aún sigues asi!
- ¿A que viniste?_ pregunta ella mirándolo com desprecio.
- ¡No quiero pelear madre!
- ¿No quieres pelear?¿ Y que crees?¿ Que me pongo feliz solo en verte? No, si piensas asi, estas muy equivocado.
- Lo siento, pero fuiste tu que quiso así_ responde con la frente en alto.
- Déjame sola.
Él la mira y aprieta los dientes como para evitar que se le escapen las palabras, luego sale de la habitación sin hablar. Camina hacia su abuela que le espera ansiosa.
- ¿Como fue con ella?
- Como siempre, no fue una buena idea.
- Ay hijo_ dice la señora tratando de apapachurarlo.
- Si abuela, pero ya me lo esperaba_ dice mientras agarra la maleta.
- ¿Donde piensas ir?_ pregunta ella intrigada.
Mirándola con cara de risa dice: - ¡A un hotel!
- Espero que estés bromeando, ¡si no! _responde con cara de enojo.
Él se ríe juntamente con Cátia que observa toda la escena.
- Voy a despedirme de tu mamá, ya vengo_ la señora se vá, él se sienta y Cátia también a su lado.
-¿ Todo bien Fer?_ pregunta al verlo medio pertubado.
Mirándola con cariño, responde que la visita fue peor de lo que esperava.
- ¡Lo siento mucho!. Como quisera que ella fuera buena contigo.
- No entiendo cómo puede odiarme tanto, ni siquiera sé exactamente por qué.
- Porque no intentas averiguar lo que pasó, y asi acabas con todo esto.
- Tal vez, si mi padre estuviera aquí todo seria diferente.
- Por supuesto que sí, pero no tendríamos a Cátia, creo que todo en la vida sucede por algo y nadie tiene la culpa hijo_ la voz tranquila de la señora suena detrás de ellos, haciéndoles parecer que ella lo sabe todo...
- Sí abuela tiene razón!_ responde él, levantándose rapidamente.
- ¡Vamos!. ¿Cat iras con nosotros?_pregunta ella
- No abuela, voy a quedar con ella, Felipe viene a quedar conmigo y mañana quizás paso por la casa.
- ¡Ojalá puedas!_responde besándola.
- Fer hablamos despues_ se despide con una mirada que lo anima a buscar algo
- Esta bien.
***
Horas antes en la casa de Luiza.
- ¿ Hija eres tu?_ grita su madre desde la habitación de huéspedes al perceber que la puerta se abre
- ¡Sí mamá!
- ¿Que pasó?_pregunta, esta vez bajando las escaleras y acompañándola con la mirada hasta la cocina
- ¿Puedes créelo?. Él detective esse, dijo que no encontró nada, solo me hizo perder el tiempo.
- ¡No creo, estoy segura que Bruno pagó propina!
- Sí, también pienso así.
- Bueno, no te peocupes la jente mala si destruyen solas.
- Sí mamá tiene razon, tarde o temprano él cosechará todo lo que ha sembrado._dice mientras toma un sorbo de agua fria.
- ¿Hija y Fernando?
- Tuvo que irse. Recibió una llamada de emergencia, su mamá está en el hospital eso dijo.
- ¡Que pena!
- Sí, espero que esté todo bien_dice dejando el vaso sobre la mesa.
***
En la casa de Stella.
En la varanda él se sienta en la silla rústica de madera, esa que cuando niño solía sentarse y mirar a los pájaros por las tardes, la que parece nueva como si el tiempo no hubiera pasado para ella. Mira la puesta de sol en el horizonte con atención y como si no estuviera presente.
Estar en este lugar, le trae recuerdos hermosos, de cuando quedava echado en la grama en los dias de verando por la tarde o incluso cuando caminava pies descalsos por la grama humeda, pero a la vez tristes, se ve un hombre hecho pero en el fondo, un niño solitario, que necesita cariño y afagos en los cabellos. Pocas veces estuvo con su papá en este lugar, donde sonreía como si no hubiera el mañana.
Mintras está en este lío de recuerdos su celular toca.
- Sr. Fernando discúlpame llámalo así, pero hubo un acto de vandalismo en la empresa_ la noticia le preocupa tanto que él se pone de pie.
- ¿Como así?
- No voy a lograr a contártelo todo por llamada.
- ¿Alguien si herió?
- No, ya no habia nadie. Fue así que cerramos la empresa, quien hizo esperó cerrar.
- Bien, llama al departamento responsable por favor, ahré todo lo posible para llegar el cuanto antes, y gracias Marcela por avisarme_ cuelga la llamada.
Pasa la mano por el cabello sin comprender bien lo que pasó, mientras piensa que hacer la dulce señora llega a la puerta y le pregunta si todo vá bien, al verlo caminar de un lado a otro.
- No abuela, parece que rompieron en la empresa y han hecho algo, no entendí bien.
- ¡No!
- Sí.
- Ay hijo que mala suerte, mal llegaste.
- No te preocupes abuela, volveré pronto, además tengo algunas preguntas que hacerte_dice mirándola fijamente.
- ¿A mí?_pregunta sorprendida
- Sí, pero ahora buscaré un boleto de avión haver si encuentro_dice pasando por ella en la puerta, besandola en la frente cariñosamente y con pasos lijeros se dirige a la habitación
Ella le sigue con la mirada hasta que ya no lo vê, en su corazón puede sentir lo que él quiere saber y teme este momento.
En el dormitorio, busca en línea un vuelo pero no encuentra. Mientras sigue buscando el celular vuelve a sonar, mira con atención el mensaje que dice:
" Es solo para saber de lo que soy capaz, aléjate della "
Después de leer, intenta hacer memoria de algun enemigo pero nadie le viene a la cabeza, una vez mas lee el mensaje y percibe que al final menciona una mujer, justo en este momento recuerda el abrazo que recibió por la mañana. Comprende ahora y todo le hace sentido.
Busca el contato della con rapidez pero antes de escribirla piensa y decide averiguar las cosas, busca entre los contato un número y le escribe:
¡Necesito que me hagas un trabajo!
Mientras espera que le responda, intenta de nuevo encontrar un vuelo, sin éxito decide darse un ducha.
Bajo la ducha pasa la mano suavemente por el pelo mojado y la detiene en el cuello,apyandose con la otra en la pared mientras el água corre por su cuepo, con los ojos cerrados, recuerda la mirada dulce della antes de acercarse, como si pudiera sentir sus emociones sin que él hablara, como sus brazos la rodeó por su delgada cintura y lo bien que si sintió su cuerpo cerca al suyo; en esse momento esboza una pequeña sonrisa, abre los ojos y sale de la ducha, frente al espejo cubierto por el vapor del agua caliente, se mira fijamente, intentando vê su image reflejada .
Al escuchar el sonido del mensaje, dirije la mirada hacia el teléfono celular sobre la cama. Necesita tomar una decisión está cansado de ser tan pasivo, mira otra vez el espejo nublado, pero esa vez, su mirada es fria y misteriosa.