Todavía Puedo Amar

Capitulo 10

 

... la voz firme de la señora llega a sus oidos  de forma penetrate y aguda, pero no le incomoda.

- Soy yo madre_ resuena  su voz varonil  y a la vez ronca con un pesar  de tristeza profunda por toda  la habitación silenciosa. Cierra la puerta trás él y  mira a la señora  que no emite ninguna  expresión en su rostro, se acerca  a ella despacio  y la besa en la frente lentamente, luego se aleja quedándose al lado de la cama  con los ojos en ella. 

- No necesito tu compasión_dice  mirando  al lado opuesto a él. 

Él tragando  en seco responde: - ¡Que triste saber que aún sigues asi! 

- ¿A que viniste?_ pregunta ella mirándolo  com desprecio. 

- ¡No quiero pelear madre! 

- ¿No quieres pelear?¿ Y que crees?¿ Que me pongo feliz solo  en verte? No, si piensas asi, estas muy equivocado. 

- Lo siento, pero fuiste tu que quiso así_ responde con la frente  en alto. 

- Déjame sola. 

Él la mira y aprieta los dientes como para evitar que se le escapen las palabras, luego sale de la habitación sin hablar. Camina hacia su abuela que le espera ansiosa. 

- ¿Como fue con ella? 

- Como siempre, no fue una buena idea. 

- Ay hijo_ dice la señora  tratando de apapachurarlo. 

- Si abuela,  pero ya me lo esperaba_ dice mientras  agarra  la maleta. 

- ¿Donde piensas ir?_ pregunta ella intrigada.

Mirándola con cara de risa dice: - ¡A un hotel! 

- Espero que estés bromeando, ¡si no! _responde con cara de enojo.

Él  se ríe  juntamente con Cátia  que observa toda la escena. 

- Voy a despedirme  de tu mamá, ya vengo_ la señora se vá, él se sienta y Cátia también  a su lado. 

-¿ Todo bien Fer?_ pregunta al verlo  medio pertubado. 

Mirándola  con cariño, responde que  la visita fue peor de lo que esperava. 

- ¡Lo siento mucho!. Como quisera que ella fuera buena contigo. 

- No entiendo cómo puede odiarme tanto, ni siquiera sé exactamente por qué. 

- Porque  no intentas averiguar  lo que pasó,  y asi acabas  con todo  esto.

- Tal vez,  si mi padre estuviera aquí todo seria diferente. 

- Por supuesto  que sí, pero no tendríamos  a Cátia, creo  que todo en la vida sucede por algo y nadie tiene la culpa hijo_ la voz tranquila de la señora suena detrás de ellos, haciéndoles parecer que  ella lo sabe todo... 

- Sí abuela tiene razón!_ responde él, levantándose rapidamente.

-  ¡Vamos!. ¿Cat iras con nosotros?_pregunta  ella 

- No abuela, voy a quedar con ella, Felipe viene a quedar conmigo y mañana  quizás paso por la casa. 

- ¡Ojalá puedas!_responde  besándola.


- Fer hablamos despues_ se despide  con una  mirada que lo anima a buscar algo

- Esta bien. 

*** 
 Horas antes en la casa de Luiza.
- ¿ Hija eres tu?_ grita su madre desde la habitación de huéspedes al perceber que la puerta se abre 

- ¡Sí mamá! 

- ¿Que pasó?_pregunta, esta vez  bajando las escaleras y acompañándola con la mirada hasta la cocina 

- ¿Puedes  créelo?. Él detective  esse, dijo que no encontró nada, solo me hizo perder el tiempo. 

- ¡No creo, estoy segura que Bruno  pagó  propina!

- Sí, también  pienso  así. 

- Bueno, no te peocupes la jente  mala si destruyen  solas. 

- Sí mamá  tiene razon, tarde o temprano  él cosechará  todo lo que ha sembrado._dice mientras toma un sorbo  de agua fria. 

- ¿Hija y Fernando? 

- Tuvo  que irse. Recibió  una llamada  de emergencia, su  mamá está en el hospital  eso dijo. 

- ¡Que pena! 

- Sí, espero que esté  todo bien_dice dejando el vaso sobre la mesa. 

*** 
  En la casa de Stella.


En la varanda él  se sienta en la silla rústica de madera, esa que cuando  niño  solía sentarse  y mirar  a los pájaros por las tardes, la que parece nueva como si el tiempo  no hubiera  pasado para ella. Mira la puesta  de sol  en el horizonte  con atención  y  como si no estuviera presente. 
Estar  en este lugar,  le trae  recuerdos hermosos, de cuando quedava echado en la grama en los dias de verando por la tarde o incluso cuando caminava pies descalsos por la grama humeda,  pero a la vez tristes, se ve un hombre hecho pero en el fondo, un niño  solitario, que necesita  cariño y afagos  en los cabellos. Pocas veces  estuvo con su papá  en este lugar, donde sonreía  como si no hubiera  el mañana. 

Mintras está  en este lío de recuerdos  su celular toca. 

- Sr. Fernando discúlpame llámalo así, pero hubo un acto de  vandalismo en la empresa_ la noticia le preocupa tanto que él se pone de pie. 

- ¿Como así? 

- No voy a lograr a contártelo todo por llamada. 

- ¿Alguien  si herió? 

- No, ya no habia nadie. Fue así que cerramos la empresa, quien hizo esperó cerrar. 

- Bien,  llama al departamento  responsable por favor,  ahré  todo lo posible para llegar el cuanto antes, y gracias Marcela por avisarme_ cuelga  la llamada. 

Pasa la mano  por el cabello  sin comprender  bien lo  que pasó, mientras  piensa que hacer la dulce señora llega a la puerta  y  le pregunta  si todo vá bien, al verlo  caminar de un lado a otro. 

- No abuela, parece que rompieron en la empresa y han  hecho algo, no entendí bien. 

- ¡No! 

- Sí. 

- Ay hijo que mala suerte, mal llegaste. 

- No te preocupes abuela, volveré pronto, además tengo  algunas preguntas  que hacerte_dice mirándola fijamente. 

- ¿A mí?_pregunta sorprendida 

- Sí, pero ahora buscaré  un boleto de avión  haver  si encuentro_dice pasando por ella en la puerta, besandola en la frente cariñosamente y  con pasos lijeros se dirige a la habitación 

Ella  le sigue con la mirada hasta que ya no lo vê, en su  corazón  puede sentir  lo que  él quiere saber  y teme  este momento.


En el dormitorio, busca en línea  un vuelo pero no encuentra. Mientras sigue buscando  el celular vuelve a sonar, mira con atención el mensaje  que dice: 

" Es solo para saber de lo que  soy capaz, aléjate della " 

Después de leer, intenta hacer memoria de algun  enemigo pero nadie  le viene a la cabeza, una vez mas lee el mensaje  y  percibe que al final menciona una mujer,  justo   en este momento recuerda   el abrazo que recibió  por  la mañana. Comprende ahora y todo  le hace sentido. 

Busca el contato della con rapidez pero antes de escribirla piensa y decide averiguar las cosas, busca entre los contato un número y le escribe: 

¡Necesito  que me hagas un trabajo! 

Mientras  espera que le responda, intenta de nuevo encontrar un vuelo, sin éxito  decide darse  un ducha.
Bajo la ducha pasa la mano suavemente por el pelo mojado y la detiene en el cuello,apyandose con la otra en la pared mientras el água corre por su cuepo,  con los ojos cerrados,  recuerda la mirada  dulce della antes de acercarse, como si pudiera sentir  sus emociones sin que él hablara, como sus brazos la rodeó  por su  delgada cintura y lo bien que si sintió  su cuerpo cerca al suyo; en esse momento esboza una pequeña sonrisa, abre los ojos y sale de la ducha, frente al espejo  cubierto  por el vapor  del agua caliente,  se mira fijamente, intentando vê su image reflejada . 

Al escuchar  el sonido del mensaje, dirije  la mirada hacia el teléfono celular sobre la cama.  Necesita  tomar una decisión  está cansado de ser tan pasivo, mira otra vez el espejo nublado, pero esa vez, su mirada es fria y misteriosa. 




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