Cuando regreso junto a mi cuerpo, veo a mi madre muy demacrada, sin embargo por encontrarme en un estado grave no puede estar mucho tiempo.
Intento ingresar a mi cuerpo de nuevo, sin embargo todos los intentos son en vano, de pronto siento que alguien me toma la mano y me dice: señorita puede decirle a mi madre que no fue su culpa, que pare de llorar.
El señor de negro me dijo que no me podré ir con él si ella no me deja ir.
En ese instante a pesar de tener un carácter fuerte, siento que mi corazón se rompe en dos.
Me agachó y le digo no te preocupes cuando encuentre la manera de regresar a mi cuerpo le diré. Por ahora disfruta pasar el tiempo con ella a pesar que ella no te pueda escuchar.
Él niño me sonríe, asiente la cabeza y se va.
Yo me quedo un momento pensado y creo que estoy perdiendo el tiempo en el hospital, así que me dirijo a mi casa.
Me dirijo a mi cuarto pero no creo que ahí este mi misión, busco por toda la casa y no tengo resultados.
Luego de un momento decido ir a la empresa es en dónde paso más tiempo, a la entrada de la misma veo ingresar al hijo del accionistas con más acciones después de mi claro. Un chico casi de mi edad, cabello castaño, tez blanca, alto medianamente atractivo para mí gusto.
Lo persigo bien de cerca para no perderlo de vista a sus espaldas. De pronto el regresa a ver y me queda viendo con una cara de susto y asombro.
Me acerco a él y le digo¿me puedes ver? ¿ Si verdad, tú me puedes ver?
Él me ignora y camina al baño de los hombres, a mí no me importa nada y lo persigo pues puede ser mi única esperanza.
Él se mira al espejo y yo le sigo hablando, pero me ignora, se muy bien que me puede ver estoy segura de eso.
Él se dirige al urinario y me regresa a ver con una sonrisa sarcástica, yo le digo no me iré aquí me quedaré.
Él comienza a bajarse la cremallera, en ese instante me sonrojo y le digo no te preocupes te espero afuera.
Sale y comienzo hablarle mientras le persigo, de pronto ingresa a una oficina y se reúne con unos accionistas. Y dicen:
Muy buenos días señor Axe, ya hablamos con su padre para que tome el lugar de la señorita Liliana, ya está todo listo solo usted debe de estar acuerdo. La compañía en estos momentos no puede paralizarse. Los demás accionistas darán su voto a favor para que cambien a la presidenta de la empresa.
Yo me quedo impactada, estoy segura que él está detrás de mi accidente.
Después de un momento Axe sale de la oficina, le persigo mientras le grito enojada: asesino tú planteaste todo esto, tú te querías quedar con mi cargo.
Él no me dice nada, lo persigo todo el día, hasta que finalmente va a su casa. Deja su maletín a un lado y me dice vete bruja.
Ya me tienes harto, yo no planee nada, tu te lo ganaste por siempre creerte la dueña de tu destino solo por tener dinero, vete de una vez yo no tengo nada que ver contigo.
Estoy tan enojada que intento tomar un jarrón para lanzarle pero no lo logro soy un fantasma.
Le grito todo clase de insulto que se me puede ocurrir y le digo ya verás te voy a poseer.
Entraré a tu cuerpo ya que no puedo regresar al mío por tu culpa.
Voy corriendo a toda velocidad y logro entrar a su cuerpo, puedo manejarlo como quiera.
Muevo una mano, luego un pie, no puedo creerlo.
De pronto escucho a lo lejos una voz en mi cabeza y me dice regrésame mi cuerpo bruja.
Yo me burle y le digo creo que me quedaré con este cuerpo, busco por todas partes evidencia de mi accidente pero no encuentro nada.
Luego de unos 30 minutos me siento extraña y por desgracia salgo de ese cuerpo.
Axe me grita y me dice si vez que yo no sé nada de que me hablas.
Yo le digo ayúdame a volver a mi cuerpo y encontrar a los culpables.
Axe se ríe y me dice y ¿yo porque debería?
¿Yo que gano? Si en estos momentos puedo ser el presidente de la empresa, tu y yo nos tenemos desprecio. No veo manera de ayudarte.
Yo entre en pánico, pues solo tengo 7 días para regresar a mi cuerpo. Y digo Axe no me interesa el puesto de presidente, solo quiero hacer justicia por mi accidente.
Axe se me burla y me dice tú la dueña de todo, dudo que cumplas con tu promesa. Sin embargo lo tomaré en cuenta solo para probar mi inocencia.