Peyton
Masajeé mi sien tratando de sobrellevar el dolor de cabeza que amenazaba matarme, anoche casi no dormí nada por la fiesta que asistí en ultimo momento. Pisé el acelerador cuando vi las calles un poco despejadas, un poco raro en la ciudad donde vivo. Un timbrazo en mi bolsillo hace llamar mi atención, era mi otro teléfono donde todos me conocen como la Diabla.
Tenía una doble vida.
Saque mi celular con una mano mientras que con la otra manejaba. Suspire exasperada, esperaba que no hubiera problemas o cosas que tenga que resolver yo misma. Soy una de las personas más respetada en mi otra vida y también a la que más temían. Todos tienen pavor de encontrarse personas que participan en las carreras clandestinas, pero no solo se trataban de carreras, son territorios. Y yo por supuesto domino casi todas las zonas. Todos los que participamos estamos a costa que nos relacionen como mafiosos, pero la mayoría nos ven como líderes del jodido mundo.
Existen dos territorios superiores a los demás aquí, donde por supuesto lidero una y la otra el Diablo, y se pregunta quién es él. No es nada menos que Ryan Collins el presidente de "Collins S.A". Como todo el mundo que no coincide en varios aspectos o ideologías en un principio nos odiábamos y bueno después de tanto desastre en ambos sitios hicimos un tratado de paz donde seriamos dos en una sola alma. Y por ello es una de las razones por las que trabajo en su empresa, aunque también para molestarlo y fastidiarlo, es mi pasatiempo favorito. Soy la modelo principal para toda su empresa y obviamente también en la empresa de mis hermanos, aparte de eso también trabajo con otras organizaciones. Soy modelo de varios desfiles de moda como Victoria's Secret, Tommy hilfiger entre otras. Nunca viajo sola a ningún evento de esos siempre voy con mi familia y con Ryan, después de todo tenemos una relación. Si, él es mi novio.
Bostece cortando la llamada, era una suerte que mi gran amigo Christopher me avise de los tratados de paz que hay que revisar. Entre directamente en el estacionamiento de la empresa de Ryan, tenía mucho que hacer.
–Buenos días, Lucí –saludé a la secretaria cordialmente mientras entraba a la empresa, era una buena mujer. Ella me sonrió mientras se paraba de su puesto de trabajo y me abrazaba siendo cariñosa conmigo.
–Que tenga una linda mañana Srta. Preston –respondió mientras se volvía asentar, asentí y me dirigí a la oficina de Ryan.
La oficina de él, era grande casi igual que la mía. Si, tenía una oficina como ejecutiva a pesar de que solo tenía que posar ante la cámara. Una de las razones por las cuales contaba con una oficina es que algunas veces tenía que revisar algunos papeleos sobre los tratados de paz y las mafias que siempre se reunían. Aunque en ello mandaban eran cinco personas, con Ryan y yo éramos siete.
–Buenos días –murmure para no interrumpirlo al mirar que estaba concentrado leyendo algunos documentos. –Cariño tengo que viajar para un desfile –bese sus labios cortamente mientras me sentaba en su regazo.
–Buen día amor –saludo abrazándome – ¿Milán supongo? No importa –Asentí, hizo un gesto restándole importancia –Siempre voy a ir contigo para cuidarte y amarte. Además, debemos celebrar. He cerrado un contrato con la banda de niñatos para trabajar aquí –rodo los ojos exageradamente a lo que yo reí correspondiendo su abrazo.
–Es grandioso –lo felicite levantándome de su regazo sentándome en un sillón que tenía a lado de su escritorio para poder estar cerca sin incomodarlo.
–Pero les tengo que dejar bien claro que, si te acercan, los castro –bromeo mirándome traviesamente al momento que soltaba una carcajada. Rodé los ojos divertida, sabía que no era una broma, sino que lo decía muy enserio.
–Cariño no seas celoso, sabes que te pertenezco solo a ti –susurre levantándome y acercándome más a él. Amaba estar así con el
–Lo se corazón, pero esos niñatos van a querer seducirte y ligar contigo. Y yo no voy a poder soportarlo y voy a dejarlos sin descendencia –respondió haciendo un puchero. Bese sus labios negando con la cabeza
–Tranquilo, si ellos, aunque sea tenga la intención de hacer eso yo mismo me encargo –hable sincera. Me envolvió en sus brazos y beso mi cuello. Me levante –Hay que trabajar, a mover ese culo sexy –reímos a carcajadas. Me fui a mi oficina
Iba de camino a mi oficina, que estaba al lado de Ryan y de Jake. De repente me suena el móvil sobresaltándome. Era mi otro móvil, donde era modelo reconocida.
–Peyton Preston –conteste sin ver quien era.
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Editado: 11.04.2019