Todo Cambio

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Peyton

 

Cogí mi bolso y guardé todos los documentos que tenía encima de mi escritorio. Agarré las llaves de mi auto y me dirigí al estacionamiento. Subí a mi auto y lo puse en marcha directo al restaurante italiano donde había quedado con mis hermanos y los hermanos Collins. Esta vez Ryan no me espero como hacia siempre porque le dije que se adelantar.

Llegué al restaurante y me dirigí a nuestro reservado privado. Todos estaban ya aquí, el primero en verme fue Bruno que fue directo abrazarme. Después de saludarlo me acerque al resto. En la cena con mis hermanos junto con Jake y Ryan hablamos de temas triviales, nada acerca de las empresas o carreras.

Fue una tarde de risa, donde Jake y yo les relatamos sobre lo celoso que se puso Ryan en la sección de fotos. Ellos se burlaron y reían a carcajadas tanto así que parecían unos dementes. Mire a cada uno que estaba compartiendo mi mesa.

Me gustaba que mi familia este feliz.

Después de salir ahí nos dirigimos a las carreras como era de esperarse todos mis recibieron con ovación y así continuo una noche normal en la familia Preston.

 

Volví a bostezar una vez más, tenía sueño, pero me daba miedo soñar. Los malos sueños siempre estaban atrás míos persiguiéndome. Cerré los ojos.

Sonreí al sentir un brazo rodearme la cintura. Ryan. Me acerque a él y lo abrase con todas mis fuerzas, a su lado siempre dormía tranquila. Y me daba cuenta de algo decía que siempre, que me cuidaría hasta de mis malos sueños y lo hace.

 

 

Dos Meses después

 

–Haber chicos ¿Si entendieron como tienen que posar? –pregunte a los chicos de Dreams, me llevaba bien con ellos. Eran muy majos.

Hoy iba hacer su fotógrafa ya que así me tocaba en algunas ocasiones. Ryan se molestó, pero le di una mirada severa y dejo de hacer berrinches. Solo era trabajo, nada porque exagerar la situación. No sabía porque se preocupaba demasiada. Lo amaba a él.

–Entendido –contesto Daniel y los otros asintieron.

–Muy bien comencemos –dije cogiendo la cámara

Les indique el lugar donde tenían que estar y los chicos comenzaron a posaron. A medida que avanzaba la sección me di cuenta que la cámara los amaba, estaba más por decir salieron muy bien todas las fotos que había tomado. Me sentía orgullosa del trabajo que hice.

Después de una o dos horas, no medí el tiempo exacto les di un descanso a todos. Comenzamos hablar de diferentes temas triviales. Ben me contó el amor por la pizza, ¿Raro no? Y por otro lado estaba Daniel que siempre me quedaba mirando, ya no me ponía incomodaba, pero se me hacía muy extraño todavía que me mirara fijamente. Creo que me acostumbre a sus miradas, pero Ryan por otro lado no. Solo gruñe y lanza una que otra maldición. Hombres tenían que ser.

Después de terminar la sección de fotos, me despedí de cada uno de ellos dirigiéndome a mi oficina para revisar las fotos y escoger la que quedaría como portada de la revista.




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