Capítulo 6

Me reí nerviosa ante su comentario y mi corazón latió con fuerza y empecé a temblar. Mis mejillas ardían y sin querer apreté con fuerza su cuello a lo que él se quejó.

—Perdón. —Lo solté de inmediato retrocediendo un poco pero él tomo mis manos y las volvió a colocar sobre su cuello atrayéndome hacía él.

—¿Te gusta aquel muchacho? —Se refería a Yves.

—No. —Negué con la cabeza. —Cuando lo conocí sí, me atraía pero jamás para algo formal. —Eso sonó a una zorra.

—Ya veo. —Bajo la mirada y no sabía que decirle, seguramente está pensando que era una cualquiera por aceptar algo así.

—Seguro piensas que soy una cualquiera.

—No, me sorprende que creas que puedo pensar eso de ti Lin-Lin. —Mariposas en mi estómago, de nuevo. —Solo me quede pensando que no es tu tipo y por eso no quisiste algo formal con él. —Exacto, mi tipo eres tú.

—¿Y cómo crees que es mi tipo?

—Inteligentes. Ese tal Yeves o como se llame no es muy inteligente que digamos. —Me reí ante el nombre que le dijo y respire profundo antes de responder.

—En realidad, sí lo es. —Abrió los ojos sorprendido y se encogió de hombros. —Pero no quise algo formal porque no es el indicado, había atracción pero no química. —Como la atracción y química que siento contigo.

—Ya veo. ¿Has sentido eso con alguien más? —me miró fijamente a los ojos y luego a mis labios y solté un suspiro.

—Solamente con una persona ¿y tú?

—Solo contigo. —Nuevas mariposas y mis piernas temblaron y él me tomo con más fuerza de la cintura.

—¿Y tus ex? —Puso los ojos en blanco y sonrió.

—Era puro deseo carnal, Lin-Lin. Con ambas. —Me recosté en su hombro y sonreí victoriosa bajo su cuello mientras él olía mi cabello. —Sigue oliendo riquísimo tu cabello. ¿Con quién has tenido esa química y atracción? —Una chica apareció detrás de Saúl y derramó su cerveza sobre él, dejando empapada su espalda. La chica abrió los ojos como platos y puso su mano sobre su boca y dijo mil disculpas, su rostro estaba súper ruborizado. —Hey, tranquila. No te preocupes, lo arreglare con la secadora del baño. —Me tomo de la mano y me guió entre todas las personas. Entramos a un cuarto que decía solo personal autorizado y era una pequeña oficina muy bien organizada y al lado derecho había un pequeño cuarto de baño. —Vaya, las chicas de hoy se emborrachan demasiado y no tienen cuidado.

—Cuidado con lo que dices, yo soy una borracha cuidadosa. —Me reí y me senté en el escritorio mientras él estaba en el baño, había un espejo frente al escritorio y daba directo al baño donde estaba la puerta abierta, Saúl se quitó la camisa y dejó ver su espalda bien trabajada, mi corazón latió con fuerza y de repente hizo calor en la oficina. —¿Tienes agua por aquí?

—Sí, hay una pequeña refrigeradora del lado derecho del escritorio. —Baje la mirada y ahí estaba, pequeña y de color negro. La abrí y había unas pocas botellas de agua y dos cervezas. —Saca las cervezas, vamos a brindar. —Salió del baño sin camisa y por poco me atraganto con mi saliva por su cuerpo bien trabajado, de pequeño era robusto y con mejillas regordetas apenas y podía visualizar sus hoyuelos pero podría acostumbrarme a este nuevo chico, trague fuerte y saque ambas cervezas.

—Aquí tienes. —Tomo ambas y las abrió con el destapador que era un lapicero, lo tomé en mi mano y lo empecé a inspeccionar. —Desde niño has tenido cosas así de curiosas. ¿Dónde las consigues?

—Internet o incluso en cumpleaños me los han regalado.

—Claro. —Puse los ojos en blanco y lo deje sobre la mesa, me entregó una de las cervezas y me tomo de la mano. —¿Y bien? ¿Por qué brindamos? —Diablos, deseaba tocar aquellos hombros marcados y desnudos.

—Hay por muchas cosas que quiero brindar. —Se sentó en la orilla del escritorio y me acerco un poco más a él. —Primero porque después de años volví a mi ciudad natal.

—Creí que te gustaba California. —Subía cada día una foto diferente de allá, por supuesto que miraba sus redes sociales a diario. Solo para saber que se encontraba bien, obvio.

—Claro que me gusta, pero no me identificaba con la gente de allá. Allá todos son educados y cuidadosos he hipócritas, a diferencia de aquí, todos pelean y les vale lo que los demás digan. —Dijo señalando hacia la puerta que daba al bar.

—Ya veo. —Le dedique una pequeña sonrisa y entrelazo sus dedos entre los míos.

—Segundo, quiero brindar porque estamos a punto de graduarnos, solo un año más de esfuerzo y terminaremos.

—Salud por eso.

—Tercero, brindemos porque a pesar de la distancia nuestra confianza sigue intacta. —Tiene razón, yo podría abrir mi corazón hacia él en este preciso momento que podría hacerme añicos en cuestión de segundo si él quisiera.

—Salud por eso. —Sonreí y me ruborice. —También brindemos porque ahora eres dueño de un bar y podré tomar gratis. —Hice un pequeño baile y ambos reímos, su mirada se enterneció y me dedico una pequeña sonrisa.

—Salud por el reencuentro. —Levantamos las cervezas al aire y tomamos un trago. —He visto tu historial de tequilas.

—Oh dios, no. —Me tapé la cara con ambas manos soltándome de su agarre y dándome la vuelta para darle la espalda, lo escuche reír a mis espaldas mientras yo caminaba por la oficina. —¿En serio hay un historial?

—No Lin-Lin. —Rio y siguió hablando. —Le pregunté a Lucas sobre si vienes seguido y pues supongo que ya sabes que es fácil de sacar información. —Abrí los ojos como platos recordando el beso con Lucas.

—Yo... bueno...

—No tienes que darme explicaciones. —Se acercó nuevamente a mí y me tomó de ambas manos. —No me importa con quien te hayas besado, lo que me molesta es que ellos te hayan besado primero que yo. —Puso una mano sobre mi mejilla y con su pulgar suavemente toco mi labio inferior provocando que suspirara. —Siempre me han gustado tus labios. —Sus ojos estaban fijos sobre mis labios y me temblaba todo el cuerpo, mi respiración estaba agitada y por un momento creí que me iba a desmayar. —Déjame darte un beso Lin-Lin.