Todo comenzó con una solicitud de Amistad!!! (borrador)

Capítulo n°18: "Otra tormenta se acerca".

Martina.

Los días pasan sin mayor contra tiempo, pero sigo pensando en él. Es algo inevitable, mi corazón se recupera poco a poco he pegado cada pedazo con cinta adhesiva.

El cumpleaños de Be ya se acerca, eso me pone demasiada nerviosa porque implica verlo de nuevo en una situación incómoda para ambos.

Camino sin rumbo fijo por las calles desconectada de todo lo que puede hacerme daño. En una ciudad tan grande es difícil encontrar un sitio para pensar, las imágenes de esa noche no me dejan de perseguir, creo que voy a volverme loca intentando quitar esos recuerdos. La herida aún sigue abierta, la puedo sentir sangrar y mis ojos vidriosos amenazan con empezar una tormenta de lágrimas.

Apretando fuerte mis brazos contra el cuerpo detengo los pies en un banco, sentándome en una pequeña plaza donde los niños juegan acompañados de sus padres, otros corren detrás de un balón y otros se deslizan por el tobogán. Necesito despejar mi mente de tantos pensamientos que destrozan mi alma.

Por el calor debo tomar agua a cada instante con la boca llena, hago burbujas escupiendo todo el líquido al sentir que alguien me toca el hombro. ¡Qué susto por dios! La mano se va directo a mi pecho como para calmar los latidos del corazón. Seco toda la boca elevando la vista para ver el rostro serio de Tian, intenta disimular su risa, pero no lo hace bien.

Mi corazón se detiene al verlo, trago saliva y rápidamente bajo los ojos al suelo. En serio es una broma o el destino se empeña en verme sufrir porque no aguantaría otra humillación de su parte. Son eternos los segundos hasta que él toma la iniciativa de hablar.

-Hola Martina – rodea el banco ubicándose a mi lado – perdón si te asuste, pero quería hablar contigo.

-Tú y yo no tenemos nada de qué hablar – apenas salen mis palabras, todo mi cuerpo tiembla al querer pararme resbalo con las zapatillas y antes de caer él me agarra.

-Por favor, cálmate – intento no perder el control llorando. – No quería molestarte solo necesito.... bebe agua un poco.

Él sabe que me hace daño al aparecerse así porque sigue insistiendo en algo que ya no tiene vuelta atrás.

-No es necesario ya me iba a casa – otra vez intento pararme, aunque su agarre no me deja.

- ¡Espera! – exclama.

-Tian ¿de qué quieres hablar? – no sé si es el calor, pero toda la cara me quema.

-Solo necesito que me ayudes a organizar el cumpleaños de Be, por eso te seguí hasta aquí.

¿Porque lo hace? No entiendo cuál es su juego, sabe que no podemos estar en mismo lugar juntos y encima viene a buscarme, es realmente contradictorio todo lo que dijo.

-No era necesario que me siguieras – miró cualquier cosa menos a él.

-Está bien, no hace falta que grites – no me di cuenta que había alzado mi voz – solo te pido tú ayuda para organizarle una fiesta sorpresa a mi hermana.

-Ok.

-Ese es tú plan, no dirigirme la palabra Martina ¿verdad? – este hombre no sabe el daño que me hizo sin quererlo.

-Ya me puedo ir – pongo la tira de la cartera en el hombro - ¿Señor Tian Ceballos?

- ¿Cuál es la prisa? – es increíble su insistencia – ¿tanto te molestas mi presencia?

Nunca podría molestarme su existencia, pero un corazón herido no razona y ya no quiere otra desilusión porque sería fatal.

-Tian tengo que volver a trabajar así que mejor me retiro – también se para quedando a mi altura - ¡Adiós!

-Te puedo llevar ¿si quieres?

-No es necesario – muevo los pies por el camino de adoquines, pero él viene detrás mío, lo que me irrita demasiado.

Me apuro, sin embargo, sigue sin rendirse. Somos el gato y el ratón jugando a quien es atrapado primero. Muerdo mis labios para no reírme por la divertida escena, voy directo a la parada del autobús. Hay muchas personas esperando por el transporte, me apoyo debajo de un árbol para evitar al sol porque sus rayos son muy fuertes. Tranquilamente espero pensando que él ya se había ido, pero no.

Sigue a mi lado como un guardaespaldas con gafas negras y un impecable traje que no encaja conmigo.

- ¿Por qué todavía no te has ido? – golpea su celular en la mano.

-Porque tengo que asegurarme de que estés bien.

-Sí como eso te importara ¿verdad? – frunzo el ceño disgustada cruzando los brazos – ya vete.

-Eres demasiada terca Martina – se quita sus gafas – además mi hermana me mataría si te pasa algo – bonita excusa metiendo a Be.

-Deja de mentir – se forman para hacer la cola y subir. – No te basto con todo lo que me dijiste para seguir alterándome con tu presencia.

Quiere decirme algo, pero ya estoy dentro del autobús quedando sus palabras en el aire. Suspiro al dejar atrás esa ridícula situación. Saco el celular poniéndome los audífonos para no pensar en lo que sucedió. Son inevitable las lágrimas al verlo solo un segundo, la herida que comenzaba a cerrarse se hizo más grande.

Mis nervios impiden que esté tranquila inmediatamente seco el agua que corrió por mis mejillas, me niego a seguir en estado depresivo. No tardamos mucho en llegar a destino.

Desciendo al abrirse las puertas, avanzando rápido hacia el bar en donde trabajo, últimamente mis días fueron mejores hasta que volvió a parecerse de repente. Eso desestabilizo mis emociones que creía ya superadas.

Saludo a todos mis compañeros al entrar, voy directamente a cambiarme de ropa y dejo todas mis cosas en el casillero. Antes de ponerme a trabajar el celular suena así que me detengo a contestar.

-Be – cierro la mochila apretando el aparato con el oído - ¿Qué pasa?

-Como esta eso ¿que tú eres Púrpura? – abro los ojos más grandes que un huevo – me debes una explicación Martina sino quieres que le diga la verdad a Tian.

- ¿Cómo te enteraste de eso? – indago mordiendo mis uñas.

-Porque Tian busca a esa chica – ahora recuerdo que me mando mensajes y no respondí – él sospecha que yo sé su nombre ¿Qué le digo?




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