Capítulo n°26: "Consecuencias de mis actos".

Tian.

Mi cabeza va a explotar de tanto darle vueltas a la situación. De un momento a otro todo se vino abajo. No puedo controlar mi carácter, mucho menos con Emma que me colma la paciencia, está a full con los preparativos de la boda y todo el tiempo llama.

Por otra parte, me he portado como verdadero idiota con Martina, ni yo entiendo porque lo hago después de lo que le dije, por estar enfadado con mi padre ha afectado en mi vida.

Todos piensan que soy un verdadero imbécil porque ella nada tiene que ver tampoco hay una excusa válida para decirle. Solo la evito.

He jugado un rato al golf con Romeo para relajarme. Pero ella estaba ahí esperando ¿Quién sabe? Tal vez que le explicara los motivos de mi comportamiento, sin embargo, no se me ocurrió mejor idea que huir. Be trato de convencerme de quedarme, aunque no lo logro. Me siento molesto conmigo mismo así que tomé las llaves de mi auto y me fui.

La rabia me consume por dentro desde que vi llorando a mi madre. No podía soportar verla de ese modo, ella no quiere que enfrente a mi padre porque sabe que todo va a terminar mal.

Llego a mi departamento, un vehículo muy conocido esta estacionado al frente del edificio, creo que es Emma. Ahora ¿Qué quiere? Va a volverme loco esa mujer. Quito la llave apagando el motor, desciendo sin ganas de aguantar a nadie.

Arrastro los pies, me veo obligado a entrar inflando las mejillas con aire y resoplando espero al ascensor. Sus puertas se cierran y comienza a subir depositándome en mi piso.

Rebuscando en el bolsillo encuentro la llave, abro y en el interior se escuchan voces. Al parecer son dos mujeres y un hombre. Ingreso caminando despacio para encontrarme con mi padre y Emma conversando animadamente con mamá.

- ¿Qué rayos hacen ellos aquí? – esto era el colmo. ¿Cómo se atreve a venir después de lo que hizo?

-Vinimos a que eligiéramos ¿dónde nos casaremos? – podría haber llamado y no venir con este hombre hasta mi casa, que descaro de su parte.

-Debías llamar antes de tomarte la atribución de venir hasta aquí – apretó los dientes cuando hablo – ya se pueden ir no quiero verlos en mi casa.

-Pero hijo – él se levanta para dirigirme la palabra – se van a casar y es justo que decidan lo que quieren ¿no es así? – Emma asiente muy sonriente. Mamá esta alerta para que no me abalance encima de él.

-Tú eres el menos indicado para hablar de boda. Ya váyanse de mi casa, no los quiero ver – le muestro la salida.

-Hijo por favor, cálmate – mamá suplica para que no vaya a hacer una locura.

-Tian solo faltan tres semanas para la boda – se pone de pie y levantando su bolso – debemos definir todo.

-Defínelo tú – ni la miro porque me apoyo en el buro para contenerme la bronca que tengo – Confórmate con saber que voy a casarme, no esperes nada mas de mí.

-Hijo – él está detrás mío – van a ser marido y mujer tienen que llevarse bien.

- ¿Quién lo dice? El hombre que expulso a su esposa sin ningún remordimiento, ese eres tú. Te crees el mejor hombre, pero eres una basura con tú familia.

-Hijo – toca mi hombro y yo me zafo.

-Ya vete no lo repetiré – mamá tiene los ojos vidriosos y parece demasiado alterada, seguramente tiene miedo de que le haga daño.

Rápidamente subo las escaleras, azoto la puerta al entrar a mi habitación quitándome con mucha ira la camisa para darme un baño. Dejo que el agua recorra mi cuerpo hasta que siento alivio en mis extremidades.

Envuelvo una toalla alrededor de mi cintura saliendo con el cabello mojado. Tengo los ojos inyectado de sangre de tanto ahogar el llanto, no me permito llorar porque me siento demasiado frágil para superarlo.

Voy al vestidor por algo cómodo para estar en casa. Alguien golpea en la puerta. Mamá entra esperando una respuesta al pronunciar mi nombre.

-Tian – camina con cautela - ¿Dónde estás?

-Aquí en el vestidor – alzo un poco la voz para que me oiga.

-Hijo ya se fueron – en su mirar se ve preocupación - ¿Por qué te vas a casar sino lo quieres?

-No lo voy hacer mamá – frunce su ceño al no entender mi respuesta – lo sabrás en el momento indicado.

-Pero Tian vas a provocar la ira de tu padre – cruza sus brazos siguiéndome cuando vuelvo al cuarto.

-Créeme que eso es lo que menos me preocupa – mejor evito decirle más cosas porque los nervios la van a matar.

-No entiendo como lo harás si falta poco para la ceremonia.

-Ya mamá, yo sé lo que hago. Y no te preocupes todo estará bien.

-Eso espero hijo – la abrazo para que se sienta tranquila – solo no quiero que cometas el mismo error que yo.

-Te juro que no lo haré – me despego de ella echándome perfume - ¿Qué fue lo que te dijo el abogado?

-Que yo tengo derecho ya que la fortuna es mía, siempre lo ha sido.

-Por eso papá se comporta de forma amable ¿verdad? Lo perderá todo sino accede a darte lo que te pertenece.

-Sí hijo – lo dice con tanta tristeza – Lo más duro será comenzar de nuevo.

-Mamá mejor disfruta la vida, viaja y dedícate a lo que tanto amas hacer. Y encontraras un motivo para estar viva y no pensar en alguien que hizo de tú vida un verdadero infierno.

-Gracias hijo, tú y Be son lo único que tengo a partir de ahora.

- ¡Te amo mamá! – beso su frente y ella me rodea con sus brazos.

-Yo también – son unos breves minutos lo que pasamos abrazados – Una pregunta Tian ¿A dónde vas tan arreglado?

-Tengo que hablar con alguien dentro de un rato vuelvo – lo decidí mientras hablaba con ella, esto no puede seguir así – ¿estarás bien sin mí?

-Claro. Be me llamo y viene para acá.

-Entonces me voy tranquilo – me despido con beso en la cara – Nos vemos luego.

Apuradísimo desciendo por las escaleras. El teléfono comienza a sonar por lo que debo detener mi carrera hacia la puerta.

-Sí diga – contestó.

-Hola con el señor Tian Ceballos Echegaray por favor – ciño el entrecejo porque es muy raro que alguien llame.