Capítulo n°29: "Dejar en claro algunas cuestiones".

Tian.

Después de la discusión con Be regreso a mi departamento más furioso que nunca. No puedo creer que Emma se haya atrevido amenazar a Martina.

Siento mucho coraje porque tuve que ir de improviso a España, eso complico mucho las cosas entre nosotros. Pero mi hermana cree que me fui escapando por no aceptar mis sentimientos hacia su amiga.

Be estaba muy enojada, cegada por la furia no dejo que le explicara mis motivos del viaje.

Emma últimamente se ha vuelto inmanejable, ha llamado durante toda la semana, que tuve que apagar el móvil porque no quería saber nada de nadie, ni mucho menos de ella. La única mujer que cruza por mi mente es Martina no dejo de pensar en ella ni un solo segundo. Debe estar muy confundida al desaparecer sin avisarle, sé que no tengo pretexto para hablarle, aunque necesito aclararle algunas cosas.

Me sigo negando admitir lo que sucede conmigo, quizás Be tiene algo de razón al suponerlo. Sin embargo, para mí es muy duro decirlo a los cuatros vientos porque no soy bueno en términos de palabras.

Al querer arreglar las cosas termino por embarrar todo metiendo la pata. No puedo expresarme mientras me miran a los ojos porque creerán que soy débil al llorar frente a alguien. Ni siquiera lo he hecho delante de mi madre siempre trataba de ocultar todo lo que ocurría en mi interior por miedo e inseguridades producto de la pésima relación que tengo con mi padre.

Él nunca tenía un alago, un gesto cariñoso o una palabra de aliento, era todo lo contrario ya que lograba intimidarnos con sus horribles gritos.

El rencor crecía día a día, Be no entendía porque su padre la trataba tan mal. Solo nos trataba cuando quería que vayamos con él a una fiesta de negocios aparentando una familia perfecta, la cual no éramos.

Al fin mi madre se liberó de ese monstruo de marido. Decidió vivir los últimos años de su vida viajando, saliendo con amigas, aunque no sé si las tiene. Pero bueno ella sabrá cómo conseguir una, yo solo busco verla que sea feliz.

Voy girando hacia la derecha en dirección a la casa de Emma. Antes de que cometa otro error prefiero callarle la boca o amenazarla para que deje en paz a Martina que nada tiene que ver con nuestro arreglo. O se tendrá que olvidar por completo de la boda.

Espero que el portón abra automáticamente, ingreso a una enorme mansión de cinco pisos, a los costados del sendero que va directo a la puerta principal hay unos adornos de jardín. Como un duende, infinidad de plantas y árboles también varios autos estacionados afuera de la cochera.

Apago el motor para descender con mucho pesar en mi corazón, y debo contenerme para no perder el control. Bajo mirando la gigantesca casa, si así se le puede decir, pintada en dorada con franjas blancas. Tres balcones dan hacia la calle decorados con masetas en distintos tamaños.

Avanzo para tocar el timbre, pero antes de presionar el botón una Emma muy sorprendida abre la puerta. Lleva una coleta súper alta que parece que sus cabellos están muy tirantes alrededor de su colilla, un vestido de jens que estiliza sus piernas, su sonrisa blanca perfecta me cae mal.

-Hola Tian – saluda muy alegre como si esperara mi visita - ¿Cuál es el milagro que te trajo aquí?

-No te hagas la tonta Emma – la expresión de su cara cambia – Te pedí que no te acercaras a Martina e hiciste todo lo contrario.

-Ah ya veo que te fueron con el chisme – cruzándose de brazos blanquea sus ojos – Pensé que venias a saber la fecha de nuestra boda.

-Nada que ver, yo estoy harto de tú actitud de niña mimada que en no te favorece.

-Yo hice lo que tenía que hacer para que dejaran de molestar a mi futuro marido.

-Sí sigues así no tendrá ni novio para una boda, ni marido – su cuerpo se tensa bajando la guardia – ¡Quedas advertida Emma!

- ¿Por qué eres tan necio? Tú y yo vamos a formar una familia, un hogar no solo será un papel firmado – tuerce la boca suspirando aires de arrogancia.

-Nuca habrá un tú y yo así que vete olvidando de esa idea tan absurda porque yo no te quiero – la decepción aparece en sus ojos.

- ¡Eso ya lo veremos Tian Ceballos! – bufa bastante alterada.

Dándome vuelta camino al auto muy molesto por su arrogancia de no darse por vencida. Solamente espero no ceder ante su estrategia de seducción. No sé cuánto tiempo soportare su presencia bajo el mismo techo.

Doy una última vista a la casa, ella me saca la lengua y yo le saco el dedo del medio, sonrió de mala gana para que vea que no me daré por vencido tan fácilmente.

Vuelvo a subirme al coche para irme antes de que estalle y rompa todo. Me sumerjo dentro del tránsito bastante ajetreado. No soporto estar en este lio que mi queridísimo padre hizo a mis espaldas. Golpeo varias veces el volante intentando calmarme, pero no lo consigo.

¡Solo debo resistir tres semanas hasta la boda! Ojalá mi paciencia aguante todo sino moriré en el intento.

Conduzco a una velocidad elevada debido a que me encuentro en un estado de ira constante. Necesito tomar un tranquilizante y dormir hasta el día siguiente. Los problemas empiezan a consumirme sin tener una solución justa para todos.

Martina ¿Qué hare contigo? ¿querrá saber de mi como yo quiero saber de ella? Surgen muchas preguntas sin respuestas, obligadamente debo cambiar de tema porque me volveré loco pensando en esa mujer.

Ya no se ni que hacer para recuperar la confianza de Martina ya que se ha enterado que me voy a casar de una forma tan cruel, imagino que debe estar triste por la noticia dicha por la mismísima Emma. Tengo que encontrar la manera de hablar con ella y lo haré el día del cumpleaños de mi hermana.

Sin quitar la vista de la carretera voy pensando en muchas posibilidades de reconciliarme con ella también que me dé un voto de confianza para lo que voy hacer. Necesito que confié en mi más que nunca porque yo ya estoy a punto de rendirme.

El teléfono comienza a sonar, aunque no quiero atender debo ver al menos quien es el que llama. Desbloqueo la pantalla y es mamá.