009

MARATON 1/3

 MIN HO

Después de que fui a la oficina de mi secretaria y escuchar como un gemido de cansancio salió de sus labios, sentí como mi cara hirvió de la vergüenza y aún más cuando ella se dio cuenta de mi presencia por lo que opte por hacer como que no escuché nada.

Hablamos unos 5 minutos cómo máximo antes de dar por finalizada la conversación y huir literalmente a mi oficina y calmar mi agitado corazón, nuestras cortas conversaciones nunca son de más tiempo y jamás fuera de lo laboral. 

Ahora, necesito buscar un vestido para ella pero no tiene que ser cualquier vestido, tiene que ser uno que esté hecho a la perfección para ella.

Suspiro cansado el estar pensando en la pelirroja me a vuelto loco, el solo pensar en su cuerpo y sus hermosos ojos, el sonido de mi celular me saca de mis pensamientos con la pelirroja y sin ver quien es contestó. 

—¡Hasta que al fin contestas maldito!—grita voz chillona.— Deberías de irte al infierno por no atender las llamadas de tu hermana.

— Young mi, relajate por favor— digo fastidiado

—Te llamo solo para decirte que estoy Milwaukee, Wisconsin, así que no solo quiero, EXIJO verte.— menciona molesta

Por un momento me desconecto pero rápidamente pienso que es buena idea que me ayude a buscar el vestido para Katherine.

—De acuerdo veámonos para cenar en 20 minutos ¿Te parece bien?— pregunto 

— Que bueno que lo mencionas por qué ya tengo una reservación en Stella Van Buren.— Dice 

Sin poder añadir algo más corta la llamada y sonrió por lo molesta que puede llegar a ser mi hermana.

Voy caminando por el estacionamiento con la mirada puesta en el suelo y antes de llegar a mi coche hay una pequeña cadena de oro, la recojo y observo el dije un sol que en el centro tiene el nombre de Katherine.

Por un momento pienso si puede ser de mi secretaria o de alguien mas, pero decido guardarla igual no pierdo nada preguntándole mañana si es suya.

Entro al coche y manejo por unos 15 minutos hasta el restaurante, y cuando bajo de este puedo visualizar a mi hermana esperando en la entrada.

Camino sin apuros hacia ella, y cuando se percata de mi presencia sonríe y espera a que esté cerca para poder abrazarme y comenzar su regaño por el mal hermano que soy y que no la llamo y no atiendo sus llamadas.

Cuando por fin hemos terminado de cenar y hablado de cómo va su trabajo y su familia es momento de decirle lo del vestido.

— Young necesito que me ayudes en algo— digo un tanto nervioso

—¿Que necesitas?— pregunta sin apartar la vista de su postre.

—Necesito que me ayudes a buscar un vestido.— cuando lo menciono rápidamente sus ojos se centran en mi dejando de lado el postre y sonriendo directo hacia mi.

— Lo haré— dice como si nada— Pero— ahí viene el maldito ‹‹pero››— cuentame absolutamente TODO.

Y sin más ahí va la largaaaaa charla de lo que ocurre.