Día 1
NESSA:
Los cuerpos de todos en la habitación comienzan a sudar al momento de que las ganas de vomitar estuvieran presentes en cada uno. Si alguna vez pensamos que en nuestras vidas habíamos visto de todo, hoy nos dimos cuenta de que no es así y que tal vez en un futuro nos encontraremos con más cosas como estas.
La bolsa negra dentro de la caja de cartón grueso, desprende un olor putrefacto. Toda la casa está envuelta en ese olor tan horrible. Y con la resaca solo empeoraba las reacciones de algunos de mis amigos, haciendo que se desmayen segundos después.
Los más sensibles fueron los mellizos, que no pudieron aguantar más y se desmayaron después de vomitar. Yo me paralizo al instante, incluso estoy segura de que me parecí a alguna figura de cera realista de lo tiesa que me siento. Y el pelinegro, de estómago un poco más fuerte, fue el que reaccionó después de analizar que había algo más entre esas entrañas apestosas.
Era una nota enmarcada, dentro de la bolsa, cubierta con el espeso líquido rojo.
“Yeisy es bonita hasta muerta y desmembrada, ¿no?”
-¿?.
—¿Qué pasa? —Reacciono al ver a mi amigo frunciendo el ceño después de leer lo que tenía en manos.
—Una maldita broma. —Responde sin su respiración controlada habitual.
—Que no, ¿cómo puede ser una broma? — Bajo la potencia de mi voz, no es suficiente para que él no la escuchara—. Huele a putrefacto… ¡Es real!
—Nessa, es evidente que no es Yeisy. Es una maldita broma de ella —Masculla, tirando su cabeza al respaldo del sofá—. Son pedazos de animal muerto.
—Demonios, Xan…Yeisy es incapaz de matar a un animal —Respondo atropelladamente, mirándolo sin entender sus palabras.
—No dije eso —Rueda los ojos consciente de la estupidez de la situación—. Solo digo que tal vez quiere vengarse de alguna forma—encoge sus hombros.
—¿Venganza? ¿Por qué buscaría vengarse de nosotros? ¿Mmh?
—¿Cómo dices? —Xan parpadea confuso, dejando de tallarse la cara antes de echarse a reír. Me mira como si hubiera dicho lo más estupido del mundo.
—¿Te ríes, idiota? —Mi frustración con furia comienza a brotar en todo mi rostro, buscando una almohada para tirarle con ella a la cara.
—Evidentemente —tapa su cara al no soportar reírse más por mi enojo —. ¿No recuerdas los días en que nosotros la ignoramos? —Me pregunta sin rodeos. Si seguía tirando indirectas del tema no podría llegar al tema—. Nosotros mencionamos en su cara que estaba horrenda. “No te quiere nadie” “No eres bonita”—siguió reposando su cabeza en el sofá, despreocupado de que en algún momento Palmer se subiera encima de él para asfixiarlo por mencionar el tema. No es tan agradable recordar—. ¿No crees que ese “Yeisy es bonita hasta muerta” —su voz hizo énfasis en “bonita”— es solo una muestra para demostrarnos que es bonita y no horrenda como le dijimos?
Mi alma pareció congelarse durante unos momentos, mis ojos se abrieron un poco, pero trato de disimular más. Todo me cobra un poco de sentido en mi mente. Lo repaso una vez más para que dejara de tener ese sentido, y de ninguna manera dejaba de tenerlo. Una vez que sabes el pasado es imposible ignorarlo. Ignorar las posibilidades son nulas.
—Además, es el día de las bromas —Comenta Jake desde la parte de atrás del sofá. Llevaba unos minutos analizando la situación, pensando lo mismo que Xan, tal vez.
—Eso fue ayer —Aster, nuestro pelirrojo, se talla la cabeza por el dolor que sentía debido al impacto de la caída por el desmayo.
—Ayer y hoy—corrige Xander, burlón.
Con solo pensar que este día también es día de las bromas entre nosotros, solo hace que deje de creer mi versión personal. Pero olvidaba los detalles…Yeisy no tomó sus medicamentos, tampoco la vi salir del baño. Y lo más importante: confiaba mucho en las personas.
—Sigo sin creer que esto es una broma. —Me tapo la nariz antes de vomitar a pesar de que comienzo a acostumbrarme al mal olor.
—Tira eso —Nuestra amiga, la rubia se sienta derecha, antes de tallar su estómago con sus manos debido a las náuseas—. ¡Carajo! Estoy a punto de volver a vomitar. —Avisa y luego tapa su boca con ambas manos para contener el líquido que quiere salir.
Xan abre los ojos, casi sin recordar lo principal de la discusión. Y supone que todos queremos que él sea quién saque la caja fuera de la casa, es la persona con el estómago más fuerte que hemos visto. Además, él se encargó de meter la caja dentro de la casa. Accede después de las miraditas que todos le hemos puesto.
Se levanta del sofá y se apresura a tomar la caja hinchada por el líquido que ha contenido por quién sabe cuánto tiempo. El peso le ha tomado por sorpresa porque parece que se desequilibra por un breve instante.
Se dirige hacia la puerta, dejando un pequeño rastro de gotas traslucidas en el piso.
Esta situación me deja un mal sabor en la lengua, como si algo no estuviera bien. Tal vez sea verdad lo que dicen ellos: es una simple broma. Pero, ¿Yeisy es capaz de asustarnos en este grado? No, sé que no lo es y estoy muy segura que ellos en el fondo lo saben.
—No puede ser casualidad. Yeisy está desaparecida y es pelirroja —Creo que mi comentario sonó un poco paranoico con mis explicaciones, a las cuales no les encuentro sentido una vez que lo he dicho. Esto me hace sentir nauseas que no me ayudan con las emociones que comienzan a surgir.
—Eso no tiene sentido —Reprocha Jake alzando una de sus cejas al mirarme. — “y es pelirroja”. —Bufa en modo de burla.
—Estoy de acuerdo con él —Hunter se esfuerza en no sonar mal—. “Yeisy está en casa”—recuerda y pronuncia, con mis propias palabras. Les había dicho eso a media hora después de saber que ella ya no estaba en el baño. Fue un error. Me he metido en problemas—. Tú lo dijiste, ¿recuerdas?
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Editado: 05.09.2025