Día 2
Nessa:
Los cuerpos de todos en la habitación comienzan a sudar al momento de que las ganas de vomitar estuvieran presentes. Si alguna vez pensamos que en nuestras vidas habíamos visto de todo, esta noche nos dimos cuenta de que no era así y que tal vez en un futuro nos encontraríamos con más cosas como estas.
La bolsa negra dentro de la caja de cartón grueso, desprenden un olor putrefacto. Toda la casa está envuelta en ese olor tan horrible. Y con la resaca solo empeoraba las reacciones de algunos de mis amigos, haciendo que se desmayen segundos después.
Los más sensibles fueron los mellizos, que no pudieron aguantar más y se desmayaron después de vomitar. Yo me paralicé al instante, incluso estoy segura de que me parecí a alguna figura de cera realista de lo tiesa que me sentí. Y el pelinegro, de estómago un poco más fuerte, fue el que reaccionó después de analizar que había algo más entre esas entrañas apestosas.
Era una nota enmarcada, dentro de la bolsa, cubierta con el espeso líquido rojo.
"Yeisy es bonita hasta muerta y desmembrada, ¿no?
-Los inmortales."
—¿Qué pasa? —Reacciono al ver a mi amigo frunciendo el ceño después de leer lo que tenía en manos.
—Una maldita broma—responde sin su respiración controlada habitual.
—Que no, ¿cómo puede ser una broma? — bajo la potencia de mi voz, no es suficiente para que él no la escuchara—. Huele a putrefacto... ¡Es real!
—Nessa, es evidente que no es Yeisy. Es una maldita broma de ella—masculla, tirando su cabeza al respaldo del sofá—. Son pedazos de animal muerto.
—Demonios, Xan...Yeisy es incapaz de matar a un animal—respondo atropelladamente, mirándolo sin entender sus palabras.
—¿Por qué crees que es ella? —rueda los ojos, consciente de la estupidez de la situación—. Tal vez solo quiere vengarse de alguna forma—encoge sus hombros con descaro.
—¿Venganza? ¿Por qué buscaría vengarse de nosotros? ¿Mmh?
—¿Cómo dices? —Xan parpadea confuso, dejando de tallarse la cara antes de echarse a reír. La mira tratando de encontrar respuestas en sus absurdas preguntas.
—¿Te ríes, idiota? —mi frustración con furia comenzaba a brotar en todo mi rostro, buscando una almohada para tirarle con ella a la cara.
—Evidentemente —tapa su cara al no soportar reírse más por el enojo de su amiga—. ¿No recuerdas los días en que nosotros la ignoramos? —Me pregunta sin rodeos. Si seguía tirando indirectas del tema no podrían llegar al tema—. Nosotros mencionamos en su cara que estaba horrenda. "No te quiere nadie" "No eres bonita"—siguió reposando su cabeza en el sofá, despreocupado de que en algún momento Palmer se subiera encima de él para asfixiarlo por mencionar el tema. No era de mucho agrado entre nosotras, ni siquiera del mellizo de Palmer, ya que le habíamos mostrado a Yeisy cuan arrepentidos estábamos por todo eso y sobre lo que las anteriores amigas de la chica nos habían dicho sobre la "mierda de personalidad y egocentrismo" que se cargaba nuestra nueva amiga—. ¿No crees que ese " Yeisy es bonita hasta muerta" —su voz hizo énfasis en "bonita"— es solo una muestra para demostrarnos que es bonita y no horrenda como le dijimos?
Mi alma pareció congelarse durante unos momentos, sentí como mis ojos se abrieron demasiado, pero traté de disimular un poco. Todo me cobraba un poco de sentido en mi mente y aunque solo lo repasé una y otra vez para que dejara de ser así, de ninguna manera dejaba de tener sentido. Si llegabas a tener en cuenta su pasado, podrías darte cuenta que tal vez era una posibilidad.
—Además es el día de las bromas—comenta Jake desde la parte de atrás del sofá. Llevaba unos minutos analizando la situación, pensando lo mismo que Xan, tal vez.
—Eso fue ayer—el pelirrojo talló su cabeza por el dolor que sentía debido al impacto de la caída por el desmayo.
—Ayer y hoy—le corrijo con desagrado. Con solo pensar que ese día también era día de las bromas entre nosotros, solo hacía que dejara de creer mi versión personal. Pero olvidaba los detalles...Yeisy no había tomado sus medicamentos, nunca la vi salir del baño. Y lo más importante: confiaba mucho en las personas—. Pero sigo sin creer que esto es una broma. —Tapé su nariz antes de vomitar a pesar que sus narices comenzaban a acostumbrarse al mal olor.
—Tira eso—la rubia se sentó derecha, antes de tallar su estómago con sus manos, debido a las náuseas—. ¡Carajo!, estoy a punto de volver a vomitar—avisó cuando tapó su boca con ambas manos para contener lo que fuera a salir de su boca.
Xan abrió los ojos, casi sin recordar lo principal de la discusión. Y suponía que todos querían que él sacara la caja fuera de la casa porque él tenía un estómago fuerte. Además, él se encargó de meter la caja dentro de la casa. Así que accedió sin que lo volvieran a pedir. Era mejor que no se le produjeran estrés con los gritos que tendrían si el olor les seguía entrando en las fosas nasales.
—¿Y si la tradición ha vuelto? —mis dudas hicieron que todos comenzaran a mirarme, solo para analizar mi rostro una y otra vez para profundizar en el miedo que desprendían mis expresiones faciales, de seguro.
—Esa familia loca ya no lo hace. De seguro están bajo tierra todos—el rubio amargado, me miró negando con su cabeza, como si fuera absurdo mi pensamiento.
—Es cierto, Nessa —Palmer se acercó a mí para poner una de sus manos en uno de mis hombros como forma de demostrar su apoyo hacia mí, a pesar de que no me daba la razón. Sabía en lo que mi amiga debía de estar recordando en los momentos de similitud entre situaciones—. Han pasado ya los veinte años, desde la última ola de desapariciones—explicó un poco para nosotros.
—No puede ser casualidad. Yeisy está desaparecida y es pelirroja —creo que mi comentario sonó un poco paranoico con mis explicaciones, a las cuales no les encontraban sentido ni un poco. Y ciertamente, después de repetir mis palabras, no suena convincente. Esto me hace sentir nauseas que no me ayudan con las emociones que comienzan a surgir.