Día 3
NESSA:
Despierto y lo primero que puedo percibir es la silueta de Xan, esperándome, junto al pequeño sofá gris de la esquina. Se mantiene distraído tratando de armar un cubo rubik. Hay una impaciencia que se siente en el ambiente me hace estar dormida, estar desconectada del mundo. Sé que su impaciencia no se debe al cubo. Probablemente tiene un tema del que hablar, un tema que tal vez a mi no me apetezca. Justo el tema de madrugada.
Mientras lo observo por más tiempo, él resuelve el cubo y lo pone encima del pequeño mueble, justo al lado de la jarra de vidrio. El color del agua dentro de la jarra me parece no tan transparente, así que asumo que tiene un poco de los polvitos mágicos que me hacen dormir de lo más profundo.
Durante un breve momento me mira, como si estuviera esperando a que despierte y luego la quita, decepcionado. «Apuesto a que no miró bien». Después de unos segundo parece que acaba de procesar que en realidad estoy despierta, así que me mira, esta vez con más detenimiento, luego de unos segundo se relaja y avanza un par de pasos cuando está más tranquilo, fuera de impaciencia.
—La madre de Yeisy llamó hace como media hora. —Se sienta a mi lado con completa normalidad, justo como lo haríamos en un día normal.
—¿Y qué dijo? —Acomodo los mechones de cabello molestos detrás de mis orejas al mismo tiempo que me acomodo a su lado.
—Me preguntó por Yeisy…—Deja salir un suspiro, casi decepcionado de sí mismo, o algo así—. Dije que ninguno de nosotros la vio salir del baño. Y…viene en camino a hablar con nosotros.
—¿Llamaste a los demás? —Pongo una de mis palmas sobre la suave superficie del sofá, buscando mi móvil. Debería estar por aquí.
—No. Quiere hablar con nosotros dos. Eres la que siempre está a su lado —de igual manera, también busca algo con una de sus palmas, detrás suyo—, además de Palmer.
Y él si encuentra lo que yo buscaba.
—¿Y a ella no llamaste? —Xander extiende hacía mí el móvil y lo tomo, lista para enviar un mensaje o llamar a Palmer, si es que él no lo hizo.
Apenas desbloqueo mi teléfono, la pantalla brilla en blanco al volver a cargar la página donde hablan sobre Yeisy. De un segundo a otro desaparece de mis manos, dejando el hueco entre mis manos que lo sostenía. Levanto la mirada y me encuentro con el rostro de mi amigo y con mi móvil entre sus manos.
—No creo que quiera hablar con los demás —Lo apaga por completo, al igual que sus expresiones.
—¿Por qué no?—Extiendo la mano, esperando que lo devuelva. Repaso su postura que grita que todo está justo como debe ser—. Ellos también estuvieron en la fiesta.
—Ella solo quiere hablar con quién pasó más tiempo en la fiesta, no necesitas a Palmer. —Intento acercarme y quitarle lo que es mío de sus manos, pero lo esconde en automático. Niega con la cabeza, un tanto burlón.
—No la llamaré ni nada. Anda, dámelo —vuelvo a extender la mano, esperando que esta vez acceda. Fijo mi mirada sobre él, volviendome más impaciente—. Xander, necesito ver si Elian me ha llamado. Ya es de día. —Meneo los dedos, esperando de nuevo.
Claro que eso no va a pasar.
—No está muy contento… —Forma una leve mueca de desagrado, un poco como disculpa.
—Explica. —Exijo, entornando los ojos, aún con la mano extendida, pareciendo una estupida.
—Llamaba mucho así que contesté. Y primero me gritó pensando que eras tú —su mirada fija en mí y yo solo puedo morder un poco de la parte interior de mi mejilla. Observo cómo por fin accede a darme lo que es mío—. ¿Dejas que te grite? —Por primera vez percibo en él lo vacilante en su voz, duda.
Desvió la mirada justo se remueve en su lugar, listo para saber más, algo que jamás saldrá de mi boca en estos momentos. Relamo mis labios. Su mirada sobre mí.
—¿Cuándo llega la madre de Yeisy? —Me enfoco en encender la pantalla, tal vez solo así deje de mirarme—. No vive muy lejos de aquí.
—Viene en camino. —Pronuncia justo como con su pregunta.
—¿Qué le vamos a decir? —Raspo un poco los bordes de mi móvil, con mis dedos índices. Evito tener que mirarlo.
¿Cómo voy a explicarle a su madre que me distraje, que ella salió en algún momento y que no la vi? Que estaba mal...
Ni siquiera sé si tomó sus medicamentos y por eso estaba mal. O si fue culpa del alcohol.
Muerdo de nuevo la parte interna de mis mejillas mientras me remuevo en mi lugar como si de pronto ya nada fuera cómodo.
—¿Qué le vas a decir tú? —Suelta después de un largo silencio, siendo obvio en su tono—. Esa sería la pregunta. Yo le conté mi parte.
Sus palabras me hacen mirarlo fijamente, tragando saliva que justo ya comienza a sentirse densa.
—¿Qué parte? —Los movimientos de mi boca parecen ser ajenos a mi rostro que está inexpresivo.
Aun proceso sus palabras, retumban junto a la imágen de los ojos perdidos de Yeisy en aquella noche.
—Solo dije que no contestaba mis mensajes —sube y baja los hombros, imitandome—, ni mis llamadas. Nada. Y qué estabas tú con ella en la fiesta. —Detecto algo de ataque en las palabras.
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Editado: 05.09.2025