Día 12
Nessa:
Mi teléfono vibra de nuevo y yo no puedo evitar ver si es una simple notificación o un mensaje. Cuando lo miro, puedo confirmar que es lo segundo.
Tengo un plan
6: 02 PM – Xan.
Paso por ti en 30 min
6: 02 PM – Xan.
No estoy tan segura de si quiero saber qué plan tiene. Me ha demostrado que sus planes no son para nada agradables y menos si me involucra. Pero supongo que no puedo decir que no a que venga, no me haría caso.
Los minutos para mí corren demasiado rápido. Estoy lista en cuestión de minutos y luego me doy una vuelta por la cocina para comer antes de ir a la casa de Xan.
Por suerte, Elian no está aquí para interrogarme sobre la salida. No tengo que complicarme la vida solo para mentir, lo cual me hace más fácil toda esta situación y me tranquiliza. Lo que no me tranquiliza tanto es saber que Xan tenga algo en mente y que tal vez se trate sobre Dara, sobre mí o sobre el contrato. O tal vez las tres opciones. ¿Sabrá que no he firmado ese contrato? Creo que no quiero descubrirlo.
El claxon del auto de Xan parece escucharse frente a mi casa. Doy un vistazo por la ventana de la sala y veo que sí es Xan, esperando a que salga. Me doy prisa y salgo, cerrando la puerta detrás de mí para después asegurar que esté con seguro. Luego me subo al auto de mi amigo y también cierro la puerta después de que subo, es entonces cuando él comienza a acelerar por la calle sin decir ninguna palabra en todo el camino que hicimos.
—¿Cuál es tu plan? —Pregunto cuando me bajo de su auto. Sé que mi voz no sonó muy fuerte, así que lo repito y entonces él me escucha.
—Es sobre Dara y la gran mentira que nos dijo —No se ve muy contento, tiene una mezcla de enojo con sorpresa al recordar. Tal vez por eso ha estado tan callado durante el camino, hasta creo saber que ha estado pensando en algo que pueda hacer. Y por eso me ha traído.
—¿Qué pasa? —Creo saber de qué va esto, así que tengo que confirmarlo.
—Debes saberlo tú. —Su mirada me mata al instante en que la veo. Me da a entender muy bien a qué se refiere. No solo está enojado con Dara, sino que también conmigo y puedo confirmar que sí se refiere al contrato que no firmé.
—Debí decírtelo —admito, intentando que dé ya no me vea así. No lo consigo —. Lo siento —me disculpo, vuelvo a intentar. No le importan mis palabras, por supuesto. No está de humor y se nota mucho cuando me toma el brazo con una de sus manos y me obliga a ir hacia dentro de su casa, con prisa y sin decir nada más que un:"Te vas a arrepentir".
Si algo más tengo que decir es que me esperaba una bofetada de su parte en este preciso momento, no que me jalara hasta dentro de su casa y que, además, estuvieran Aster y Jake sentados en el sofá. Es como si estuvieran preparados para verme entrar de esa manera, porque no se sorprenden para nada al verme.
—¿Y Dara? —les pregunta a los chicos y ellos apunta al sofá que está frente a ellos. Dara está observándome, con lágrimas en sus ojos, con su mirada dulce que ahora está agotada por estar llorando, quien sabe por cuanto tiempo. Con su mirada me pide disculpas y yo las acepto.
—Dara, ven —exige en voz alta, dándole un susto a Dara. Creo que ella ya sabe que es lo que pasará, por eso no quiere venir a donde estamos. No espero que lo haga, que venga y se enfrente a las consecuencias, pero lo hace. No puedo creer que lo esté haciendo.
Los chicos se ponen de pie en cuanto ella está al lado de Xan. Las posturas me dicen que saben perfectamente que hacer. Me miran, no sé qué pretenden decirme con esas miradas. Parecen... ¿Indecisos? En especial la de Aster me mira de esa forma. La de Jake parece una mezcla de emociones y sentimientos que tal vez no quiero descubrir por mi bien.
En cuestión de minutos, ellos se dan un par de miradas que parecen ser parte de algún plan. Luego pasan sus miradas hacia mí y entiendo que ese pequeño plan que tienen me incluye a mí. Lo que no puedo saber es de qué manera me implica. Supongo que estoy a punto de descubrirlo, a pesar de que no tengo las agallas.
Cuando se acercan a mí y me toman de los brazos, no pongo fuerza en contra de ellos. Quizás la mejor opción es esperar a lo que sea que tenga que suceder, justo como lo estoy haciendo. Estoy caminando sin parar, tienen algo de prisa al caminar y no me queda otra más que seguir caminando con la velocidad que quieren.
Detrás de mí escucho unos murmullos que parecen más llanto que otra cosa. Estoy segura de que esa es Dara, llorando, viniendo sin siquiera quererlo. No soy capaz de poder imaginar el porqué de su llanto justo cuando vamos en las escaleras. No digo nada durante el camino, solo quiero observar hasta que pueda deducir qué van a hacer. Dejo que me guíen hacia la habitación de Xan y entonces mis latidos dan un vuelco. Vuelvo a pensar en que otra cosa puede pasar aquí y no hay otra opción. Solo hay una cosa que se me viene a la mente. Es entonces cuando freno en seco antes de dar otro paso dentro de la habitación. Ellos no aceptan lo que acabo de hacer. Aster me carga hasta llegar a la cama y me tira sobre ella. Mi corazón bombea sangre más rápido que antes cuando lo hace. Xan tira a Dara a mi lado y ella no puede ni siquiera mirarlo.
Yo no espero ningún otro momento para correr hacia la puerta con toda la velocidad que puedo alcanzar. Me dirijo a las escaleras, por suerte nadie me ha atrapado. No quise pensar mal de ellos, pero creo que es claro lo que nos quieren hacer. No hace falta que comiencen para saberlo.
Me siento mal por dejar a Dara atrás. Espero que esté tras de mí, corriendo justo como yo lo hago, para que podamos huir juntas.
No estaba segura de lo que eran capaces, pero lo que hicieron conmigo justo hace unos momentos me hace querer vomitar y estar segura de que definitivamente ya no son las personas agradables que había conocido hace un año.