Día 14
Nessa:
Palmer les ha dicho. Les menciono lo que me pasó ayer mientras estaba en mi momento de paz. Todo. Ahora mis amigos se ven forzados a llevarme al colegio, a pasar conmigo cada momento del día, atendiendo lo que necesite. Se sienten culpables. Bueno, el único que no se ha mostrado preocupado en la llamada es Jake, también estaba ahí y no parecía estarlo. Creo que después de todo, de verdad no le importaba que algo me pasara. ¿Alguna vez va a demostrar un poco de preocupación por alguien? No lo creo.
Ellos están más que decididos en cuidarme. Y yo me veo forzada a decir que está bien. No me vendría mal, y aunque ellos me van a cuidar durante mi sanación, me siento desprotegida. No importa lo que hagan, sé que jamás me voy a sentir segura. Lo sé desde que escapé de casa.
Elian no ha dicho ninguna palabra desde que llegué anoche, ni siquiera se ha dado cuenta de que tengo la venda puesta por debajo de mi blusa. Tengo puesta una algo ancha y no se notan las vendas. No quiero que Elian me interrogue acerca de lo que me ha pasado, por lo menos no hoy. Todavía tengo en mente el momento exacto en que me apuñaló ese chico, en las palabras que me dijo, en cómo me sentí. Toda esa desesperación, miedo, furia. También tuve furia, porque, ¿cómo pude ser tan estúpida? No vi el peligro que corría. Todo fue mi culpa.
Ya no estoy tranquila en este lugar. Llegué a considerar ceder a la propuesta de Xan. Me acaba de dar una y esta consiste en que ellos están dispuestos a cuidar de mí aún más de lo que puedan hacerlo si no acepto, a cambio de mi firma en ese contrato. Pero no puedo. Me prometí a mí misma no firmar el contrato por lo que más quisiera.
El plan A es irme, huir como sé hacer perfectamente. No creo que me resulte difícil hacer otra nueva vida, lejos de aquí. Pero sí que me dolerá, porque a pesar de que todo se ha convertido en un completo desastre, no dejaré de pensar que en algún momento la pasé genial.
No olvidaré jamás a Elian. Yo me veía a mí misma, casada con él. Pero creo que eso nunca sucederá, porque huiré. Me iré sin él. ¿En serio tiene que ser así? Estaba a punto de poder formar mi propia familia, mis hijos. Un matrimonio feliz, ¿se entiende? A pesar de que la relación mía y de Elian no es estable en este momento, sé que más adelante, después de la boda, entonces cambiaría su actitud conmigo a como era cuando lo conocí.
Pero ya no hay vuelta atrás para decirle que huiré. Él no está en casa, se ha ido con sus amigos. Y yo estoy aquí en casa, tomando una de mis maletas para comenzar a poner todo lo necesario para mi supervivencia dentro de ella. Esta vez sí tendré algo que llevar. Tengo el auto de Elian «Lo siento», así que me iré en auto a otra ciudad o hasta donde pueda. Solo con que esta vez no me atrapen.
Me resultará difícil, lo sé. Para nadie es fácil hacer una nueva vida después de haber escapado dos veces.
También hay un plan B: quedarme y pasar desapercibida durante al menos hasta mi recuperación de la herida y luego fugarme con Elian. Pero sabemos que no podré soportar estar más tiempo aquí así que este plan no lo tomaré.
Ambos planes me vendrían bien. Los dos implican irme de Owrest, huir de Drake y lo que sea que planea. Con cualquiera de los dos planes sé que estaré bien porque tarde o temprano huiré. No es nada bueno que esté tan cerca de mí y yo aún no lo haya descubierto mirándome en algún lugar. No sé cómo logra tener todo bajo control. Sigue teniendo control sobre mí y no sé qué hacer con eso. Si él llegara a tenerme de nuevo entre sus garras y volviera a llevarme a medio de la nada, estaré perdida porque no soy tan capaz de luchar en su contra. Estar en sus garras no es mi plan y nunca lo será. No voy a dejar que me atrape y es por eso que tengo que huir y volver a hacer mi vida en otro lado.
Los minutos se me hacen horas aquí, mientras doblo mi ropa y las coloco en mi maleta. Cada movimiento se me hace eterno, incluso llego a desesperarme cuando me doy cuenta de que ha pasado media hora desde que he comenzado a guardar mis cosas y ni siquiera llevo la mitad de las cosas que quiero llevarme. Supongo que tendré que llevarme menos cosas de las que planeaba llevarme.
Me paso a las cosas de higiene personal y con eso ya me doy por bien servida.
Me apresuro a cerrar la maleta para poner las llantas sobre el suelo y comenzar a caminar con ella por toda la casa hasta llegar al auto.
Aún me faltan algunas cosas, como el agua y comida además de dinero. Por eso es que me regreso cuando recuerdo que aún hay cosas por hacer.
Mentiría si digo que esto no me duele. A cada paso que doy me recuerdo que esto es lo que está bien, que estoy haciendo bien las cosas esta vez. A pesar de que no he planeado en donde me quedaré en mi nueva vida, siento que esta vez sí va a resultar. No me preguntes cómo lo sé.
Pasan los minutos y yo ya he llenado otra maleta solo que esta vez con comida y agua. Le he dejado poco a Elian, pero estoy segura que podrá con esto. Le dejaré un poco de dinero que nos ha mandado su madre esta mañana. Le agradezco a Carolina por eso. Gracias a ella podré irme cómoda. Lamento no haberle dicho nada sobre mis planes, es una persona muy amable y comprensiva, seguro que si le cuento me ayudaría. Pero no estoy dispuesta a hablarlo con alguien. No estoy preparada para nada que tenga que ver con Drake.
Tomo las llaves del auto del portallaves que está al lado de la puerta. Esta será la última vez que veré esta casa así que tomo un momento para detallar en mi mente de una forma vivida cada cosa que hay en este lugar.
Con todo el dolor de mi alma, decido cerrar la puerta. Decido dejar salir a mis lágrimas para que puedan recorrer mi mejilla con facilidad.
No más Elian.
No boda.
No amigos. ¿Debería alegrarme o deprimirme porque jamás en mi vida los veré de nuevo?No lo sé. No puedo con tantas emociones.