- Janneth es bastante inaccesible y muy difícil de complacer, pero tengo la seguridad que contigo harán un buen equipo. Es competente y muy inteligente, aunque quizás demasiado individualista. Le cuesta mucho delegar y confiar en los demás y se va a volver loca si intenta gerenciar la empresa con esa mentalidad. En estos momentos Divas necesita un líder empático y con carisma. Alguien que no solo sepa gestionar grupos para que produzcan sino también para que se comprometan a aprender a identificarse y confiar en el negocio. En este punto tiene la tranca bien alta y a Patrick en contra, pero contigo apoyándola tal vez tenga una oportunidad. A eso le apostamos con Manuel.
Félix sonrío optimista y le dirigió una mirada impaciente al semáforo. Alberto que parecía más concentrado en el tráfico que en la conversación aceleró con el cambio de luces y continúo conduciendo en silencio.
- ¿Me estás escuchando? - Le preguntó Félix.
-He, oh, si papá. Es que estaba pensando en Janneth. En cómo ha cambiado con los años. Me has estado hablando de ella toda la mañana y no me había puesto a reparar en que ya no es la jovencita que conocí. Es una cosa que me pasa con frecuencia. Darme cuenta de que hay cosas que han cambiado tanto. Por momentos siento que no volveré a conectarme con ellas. En el caso de Janneth la percibo como detenida en el tiempo, siento que la Janneth con que voy a trabajar es una persona completamente distinta. Me siento inseguro sobre si vamos a agradarnos o si vamos a entendernos.
Félix sonrío con deferencia.
-Tonterías hijo- Le dijo tranquilizándolo- Janneth será siempre Janneth. No ha cambiado ni un pelo en todos estos años. Por lo menos yo, no lo he percibido; si acaso tal vez se ha vuelto un poco más terca y obstinada en el fondo no ha dejado de ser la misma muchachita solitaria y reservada de siempre. A veces pienso que quizás por eso se ha quedado soltera. Es que es tan incapaz de compartir con nadie sus pensamientos y ya ni se diga sus sentimientos. No vas a encontrar nada nuevo ni cambiado en eso.
El rostro de Alberto se suavizo de pronto con una leve sonrisa nostálgica.
- ¿Te acuerdas cuando decidió que ya no quería estudiar diseño?
Félix se rio cerrando los ojos, como si estuviera sufriendo espasmos.
-A Laura casi le da un aneurisma ese día- recordó Félix- y la cara que puso cuando Manuel le dijo que no había remedio. Tuviste que haberla visto. Después del berrinche y toda aquella exaltación intento ser más diplomática y persuasiva pero tal como Manuel profetizó no hubo amenaza, soborno o chantaje que hiciera recapacitar a Janneth. Fue una lástima porque prometía……Desde luego no como Esther- agregó tristemente- Esther era simplemente un prodigio.
-Y a todo esto- preguntó Alberto evadiendo intencionalmente abordar una conversación sobre Esther- ¿Averiguaste porque al final porque Janneth cambio de carrera?
-No, nunca lo supe, aunque lo sospecho- Dijo Félix hablando consigo mismo- ¡Oye! - agregó entonces- tuerce en la siguiente esquina a la izquierda y toma la avenida secundaria. Ya es tarde y no saldremos de este atolladero ahorita.
Alberto siguió las indicaciones y salió de la avenida principal, en la calle que tomaron el tráfico también estaba atascado, pero fluía con un poco más de rapidez.
¿Y entonces? ¿Qué es lo que sospechas? - Preguntó continuando el hilo de la conversación.
-Bueno. En muchos aspectos Janneth es muy parecida a Manuel. Ambos son inaccesibles, reservados, inescrutables. Pero lo que vemos cómo atributos deseables en Manuel que nos ha liderado tan exitosamente no lo vemos igual en Janneth que es mujer y debió seguir sin desviarse a la derecha ni a la izquierda del camino que se trazó para ella quizás incluso desde antes que naciera. Lo que es apreciado en él es deplorado en ella sin considerar que comparten la misma sangre y que ella creció admirándolo y escuchando todo el tiempo historias y anécdotas de lo audaz y maravilloso que es. Fue su inspiración y modelo a seguir, Alberto. Laura intento encorsetarla en un modelo de conducta que se ajustaba más a lo que fue Leticia, y Janneth, aunque físicamente se le parece mucho ni en sueños se acerca a ser lo que Leticia fue. Ella como te repito es una copia femenina de Manuel y pienso que todas sus decisiones las ha tomado en función de imitarlo, aunque no estoy seguro de las motivaciones. Cómo pudo tratarse de un acto de rebeldía contra Laura y su cerrazón de mente puedo tratarse de un intento de ganarse la aprobación de Manuel.
-Pero tú me has dicho que ella nunca ha deseado ocupar su puesto en la empresa.
-No, nunca lo ha querido. Creo que con los años a descubierto que Manuel no es lo que ella idealizaba y que en el camino ella descubrió que las cosas que de veras la hubieran hecho feliz las fue dejando atrás.
-Eso suena terrible papá.
-Es que es terrible. Pero recuerda que también es solo lo que yo pienso. En el fondo también puedo estar equivocado. Especular sobre las motivaciones o las intenciones detrás de las decisiones de Manuel o Janneth nunca ha sido una ciencia exacta. Te voy a contar una anécdota para ilustrártelo: cuando éramos jóvenes y Leticia comenzó todo el asunto de Divas Leonel se opuso inflexiblemente a aportar un solo centavo. Tenía el dinero, pero no quería exponerlo. Entonces un día Leticia se cruzó por la casa deslumbrante y feliz porque finalmente logró hacerlo ceder y le sacó el dinero. Nos contó las cosas con una ingenuidad y una alegría que no nos dejaba espacio para dudar de la buena intención de Leonel y lo menos que podíamos hacer era sentirnos contentos por Laura, pero lo que Laura ni nosotros sabíamos era que el dinero invertido por Leonel era realmente de Manuel. Créeme, si alguien se jugó el futuro con el sueño de Leticia ese fue Manuel. Después de cubrir el capital que le tocaba quedó igual a mí; con apenas unos centavos en el banco y dependiendo solo del salario que ganábamos en nuestros trabajos y aun así sé arriesgo a hipotecar la casa a espaldas de Leticia y le entregó el dinero a Leonel para que lo aportará a nombre de él y Laura y no dejarlos fuera del negocio.
Editado: 14.02.2024