Todo estará bien

Capitulo 29

El día de la transmisión televisiva del panel fue intenso y desgastante para todos los involucrados a ambos lados del conflicto, sin embargo, fueron Úrsula y Janneth las que soportaron la mayor carga de estrés: en el caso de Úrsula, que la noche anterior apenas logro dormir un par de horas, se vio a la mañana siguiente abrumada por una jornada de trabajo tan pesada que no le quedo tiempo ni para comer. Tuvo que presentarse a primera hora del día al frente de las oficinas de Divas donde estaba organizada la manifestación principal, y también la más agresiva, para dejar todo a punto para que aquel día continuaran con el alboroto sin contar con su liderazgo y presencia.

A media mañana comenzó el recorrido para supervisar y levantar la moral de los equipos de revoltosos dispersos en las otras tiendas; durante la jornada, fue acompañada por periodistas pagados para que se mantuvieran transmitiendo la noticia en vivo y para que la expusieran  como una líder y heroína de los movimientos a favor de penas más duras para los delitos de género, entre parada y parada fue entrevistada docenas de veces y Rony que seguía el show desde las oficinas de la televisora la llamaba fastidiosamente cada pocos minutos para corregirla y darle indicaciones de cosas tan elementales como la manera en que se suponía debería sonreír; lo sentia zumbar alrrededor como un incómodo mosquito que no solo estaba enfureciéndola sino que también desconcentrándola y poniéndola nerviosa. Con la mejor sonrisa que pudo permitirse, dadas las estresantes circunstancias, se dejó fotografiar a la par de manifestantes que insistieron en retratarse con ella mientras le juraban que permanecerían a su lado y en pie de guerra hasta que se le hiciera justicia a Esther y lograran contener la embestida de los jueces corruptos que intentaban abolir las conquistas jurídicas logradas para regresar a los viejos modelos retrogradas, cavernícolas y patriarcales. Los discursos eran más o menos lo mismo a donde quiera que llegaba y la campaña fue tan exitosa que a media tarde el mismísimo juez Mendoza y el Fiscal Fellini la llamaron para felicitarla y confirmarle su apoyo, el telefono siguió sonando y ella continuo contestando todas las llamadas que le caían, posando para cada fotografía que le solicitaban y contestando cada pregunta que los reporteros le hacían hasta que finalmente a la hora acordada y al frente de la manifestación en el centro comercial donde estaba ubicada la mejor tienda de Divas, y en la que por cierto Patrick en ese momento se encontraba acuartelado, Úrsula hizo el anuncio del panel que se transmitiría en vivo por el noticiero más visto de la noche y en el que se debatiría con un grupo de expertos en el que se incluía al juez Mendosa y el fiscal Fellini el tema de la liberación de Alberto y el retroceso jurídico que esto implicaba para el país. El aviso se volvió viral en las redes casi inmediatamente y en la televisora desde donde observaba el espectáculo, Rony sonrió satisfecho con los resultados, al final de la tarde Úrsula llego al apartamento completamente reventada, el cuerpo le pedía una pausa pero no podía complacerlo, tenía que bañarse, vestirse y acicalarse para el foro y luego salir volando hacia el estudio para llegar con el tiempo suficiente para que el personal de maquillaje le retocara y le ayudara a ocultar las ojeras que le colgaban bajo los ojos, estaba contemplando su triste aspecto frente al espejo del botiquín en el baño cuando el telefono sonó, al revisarlo la sensación de soledad se desvaneció y sintió que las fuerzas y el optimismo le volvían milagrosamente, la llamada era de Walter.

Casi a esa misma hora, pero al otro lado de la ciudad Janneth también tenía motivos para sentirse optimista.  Se había pasado el día observando el show de Úrsula con un nudo de angustia en el estómago, las cosas se estaban dando tal como Andrés había anticipado que se darían, sin embargo, entre más cerca se encontraban de que los enemigos cometieran el fatal error más nerviosa se ponía. Pensaba que si con la ayuda de Andrés habían logrado penetrar la seguridad de sus oponentes y enterarse de sus estrategias ellos bien podrían haber hecho lo mismo, los eventos al fin de cuentas sugerían que entre ellos habían colocado un infiltrado desde el inicio de aquella pesadilla, y desde luego que ella había sido muy cuidadosa desde el principio restringiendo la información paranoicamente, sin embargo, sabia muy bien que en situaciones como aquella nada podía darse por seguro hasta que todo estuviera concluido y que no alcanzaría una conclusion favorable hasta que todos sus enemigos abandonaran las penumbras y expusieran  públicamente su colusión. Desde el principio supo que no lograría nada haciendo caer solamente a Úrsula porque el enemigo mas peligroso no era ella y una vez sacándola del juego el combate simplemente se reanudaría y esta vez sin garantía de poder ganarlo. Había comprendido que enfrentarlos individualmente habría sido una estrategia suicida y que con ello solo repetirían los mismos errores de quince años atrás fallándole otra vez a Alberto y eso no podía permitírselo. Con temeridad, en lugar de dientes le había expuesto el cuello a los enemigos y ellos habían saltado sobre Divas convencidos de que se enfrentaban a una presa fácil, entusiasmados con el olor a sangre derramada por los primeros ataques de Úrsula el resto de los depredadores corrieron a reclamar su parte y no tardaron en confabularse sin tener en mente otra cosa que sus intereses comunes y lo rápida y fácil que podría resultar la empresa, sin embargo, para su asombro, Divas había soportado. Haciendo de tripas corazón Janneth se armó de paciencia y sangre fría y aguanto el asedio esperando que los enemigos en un intento de organizar un linchamiento público salieran de las sombras y exhibieran su arrogancia y su confabulación públicamente, no obstante, también caía dentro de las posibilidades que alguien intuyera su estrategia, cabía la amenaza de que alguien muy listo en un momento de lucides se percatara de la trampa en que ellos mismos se estaban metiendo y se echaran para atrás incluso en el último minuto; si tal cosa llegaba a ocurrir en Divas podían darse por acabados, la empresa no podría soportar un asedio más largo y en ese caso tendrían que ceder y elegir entre conservar la empresa o enviar a Alberto de regreso a prisión; a lo largo de aquel interminable día, cada vez que Janneth pensó en aquel escenario la sobrecogió el pánico y fueron sus subalternos los que sufrieron las consecuencias de su sentimiento de impotencia, al final Julia había tenido que intervenir arrastrándola con engaños a su oficina donde la confino mandándole secretamente a Manuel para que la mantuviera entretenida y no la dejara salir.




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