Todo Estara Bien

el pasado 1

Cuando eres un joven puberto no le prestas atención a los detalles, ni lo que hay a tu alrededor, piensas que eres el rey del mundo, no ves más allá de lo que te interesa, solo el presente es lo que vale, nada más.

Todos y cada uno de los seres de este mundo estamos expuestos a caer en ese estado de desinterés, al menos que haya un poder o un sentimiento que te haga cambiar de idea, y de pronto la vida cambia de sentido

“Es setiembre, el clima esta soleado y es un día bello, estamos en el parque, nos juntamos algunos compañeros de la escuela y Betty por supuesto, a jugar básquet, no se me hace muy buena en los deportes pero es entretenido tratar de encestar mientras mides apenas metro 45 y el aro está a más de 2, a esta edad algunos amigos han desarrollado su altura, yo bueno , en eso estoy, la bola se nos escapa y voy por ella, un chico al que no había visto la toma, voy hacia él, saludo con mi mejor sonrisa ignorando lo bañada en sudor que me encuentro en estos momentos y sin contar con la maraña de pelo recogido en algo parecido a un moño, es algo rubio, sus ojos color miel y es tan blanco parece de leche me pensé, pero me llamo tanto la atención su sonrisa tímida, pero nada me preparo para cuando escuchara su voz, recuerdo su acento británico, su español era un desastre pero por alguna razón hubo una conexión en que sin decir palabra nos entendíamos.

Pablo es su nombre

Ese día nos enteramos que él era miembro de la familia Stevens, los nuevos vecinos. el llego tiempo después por el traslado de la escuela y otras cosas que no me interesaban lo suficiente para indagar así que lo deje pasar, muy al contrario de su hermano Javier que era muy parecido a su padre, el saco muchos rasgos de su madre.

Fue fácil congeniar, estudiábamos juntos, y participábamos en el mismo grupo de estudio, pero al ser una chica existía esa lejanía, éramos compañeros, no amigos.

Solo cuando nos asignaban a hacer algún trabajo juntos, era cuando en realidad nos comunicábamos y nos conocíamos, por lo general los proyectos se realizaban en la biblioteca, y otras veces veníamos a mi casa, norma de mis padres, porque sabían que los Stevens estarían trabajando y no confiaban en Javier, no era por ser alguien de cuidado, mas bien era un adolecente y esa era la principal razón, por eso si no había padres que nos supervisaran no podíamos vernos en ninguna casa, pero como mama casi siempre estaba, y aparte nos preparaba comida, mi casa era nuestro cuartel general

Me encantaba escucharlo hablar acerca de las estrellas y los planetas y cuando estamos en alguna parada de bus y era algo noche, le gustaba señalar el cielo y mostrarme que las estrellas que más brillaban eran en realidad planetas, sus ojos brillaban de gusto cada vez que creía que me enseñaba algo nuevo, cuando la verdad, yo fingía no saber, me gustaba cuando compartía sus pensamientos y emociones, me gustaba el.

La secundaria o parte de ella estuvo bien, teníamos algunas clases juntos, pero de pronto el cambio.

Era muy guapo, a mis ojos, dejo de ser un puberto a un joven adolescente guapo, listo y tristemente codiciado, ya dije que es guapo verdad?, pues a mis ojos, así era, y a los ojos de otras, también.

Muchas veces trataba de alejar mis sentimientos por él, me convertí en una espectadora, nunca fui su amiga y aun así me conformaba con alguna mirada de conocidos que me daba en alguna clase o cuando yo estaba con algún amigo que teníamos en común.

A veces soñaba despierta creyendo que él me miraba a mí y no a la chica guapa de al lado, quería creer que me necesitaba cuando se acercaba a pedirme algún favor, o que me visitaba porque quería verme y ponía la excusa de dejar las llaves para su hermano mayor Javier porque otra vez las había olvidado y el iba a salir y no podía esperarlo

Cuando veía por la ventana imaginaba que él me buscaría como Romeo a Julieta, es cierto yo me enamore, pero me enamore sola, estaba a millones de años luz de la realidad.

Él tenía un corazón dividido, quería encajar con los populares y a la misma vez no alejar a quienes le tendieron la mano en alguna ocasión, así como yo, porque sabía que nos necesitaría, por interés.

Él nunca me miro, nunca me necesito, no era una opción para él, ni siquiera ser su amiga.

Me utilizaba, yo nunca pude disimular, él sabía que me afectaba y que aun si quería hacerme la difícil no podría, siempre lo complacería, solo bastaba una sonrisa ladeada, una mirada, un gesto y yo haría lo que fuera por él.

El baile al final de la secundaria y daba inicio a la preparatoria, fue tan conflictivo para mi corazón, por fin mi cuerpo ya no era tan aniñado y crecí un poco más, estaba orgullosa de mi metro 55, mas mis 10 cm de tacón, sentía que encajaba con los de mi alrededor aunque me mataban y quería mandarlos a volar y usar mis amados converse, pero, como quería sentirme bonita ,me los aguante, aun sentada tomando ponche, sola mientras que todos bailaban fue cuando de la nada se me acerco y no fue para pedirme algo especial, el solo se acercó sin decir nada me tomo de la mano y me guio hacia la pista de baile, coloco una mano en la cintura y la otra sostenía mi mano, yo puse mi mano libre sobre su hombro y me deje llevar por la música, no sé cuánto tiempo paso pero mi corazón acelerado volvió a estabilizarse y pude mirarlo a los ojos, el suspiro sin quitar la mirada y mientras bailábamos el hablo conmigo, me dijo que se iría en una semana a Londres, cursaría la preparatoria y posiblemente la universidad, sus padres se quedarían pero él se iría, quería que yo lo supiera por él, me dijo que yo era alguien especial para él, más de lo que yo pudiera imaginar.



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En el texto hay: decisiones, amor, amistad

Editado: 26.01.2019

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