la playa

Pablo

Pronto amanecerá, a pesar de haber tenido un día agotador no he podido descansar, nada.

Pensar y recordar es lo único que he hecho.

Al volver sabía que corría una pequeña posibilidad de verla, tal vez de lejos, no creí que llegando y me toparía con todo esto.

Ella era mi pasado, uno muy hermoso, pero un pasado al fin y al cabo.

Volverla a ver, verla ahí con esa cajita de música fue más allá de lo imaginable, no quiero pensar que ella, oh Dios!, ella no puede ser, yo creí que me había olvidado yo quise olvidarla, no puedo ser egoísta, pero me dio esperanza, esperanza que no puedo tener, su mirada, todo lo que sentí al tomarle de la mano, sentir escalofríos, emoción y querer sonreír para ella, wow, no recordaba esos sentimientos.

No podía dejarla ir, pude seguir con el plan y hablarle como si fuéramos viejos amigos, patético lo sé, pero me creyó.

El que me presentara a sus amigos y saliéramos con ellos me hizo creer que yo estaba equivocado, ella ya no sentía lo mismo por mí y eso en vez de sentir alivio fue horrible, volví sentirme egoísta al querer algo que no debía ser, pero mi humor se me fue de picada al ver como ese tal José, la abrazaba y la hacía reír, arg, era enojo revuelto con tristeza. Pero, Así debía ser.

No pude más, necesitaba hablar con ella a solas, y cuando hubo la oportunidad la aproveche.
Estaba en una banca, mirando el cielo, así que me acerque y me senté a su lado

-me alegra verte feliz él te trata bien, y estoy feliz por ti.- le dije mientras observaba hacia la nada, no quería ver sus ojos brillar por alguien más aunque ya lo tenía imaginado.

-de que hablas? Me volteo a ver de golpe, con el ceño fruncido

-José, hablo de él, se ve que te quiere mucho – le respondo contrariado por su reacción

No sé porque, pero empezó a reír sin parar, de manera tan contagiosa que otros reían con ella o de ella, no estoy seguro.

- que chiste más bueno!! - Me dijo cuándo pudo hablar. Ya recuperada se giró hacia mí y me tomó de los hombros, abrió los ojos y con tono de seriedad me causo escalofríos su tacto, fue un momento igual que la tarde cuando la agarre de la mano deteniéndola, es electricidad pura que recorre por mis venas tras su toque

- José es mi amigo, nada más, no le puedo ofrecer nada más que mi amistad, no tengo novio y no espero tenerlo, tampoco ando probando en el mundo a ver que adonis se adueña de mi corazón, José, Andrés y Betty son mis mejores amigos y tú también puedes ser lo si quieres.- escucho lo que dice y lo único que mi cerebro procesa es que está sola y disponible

Sonreí como el ser más feliz del mundo al escuchar esas palabras, y solo pude responder - si quiero. Amigos, eso sería un avance claro que lo tomaría ya no somos unos niños y esta vez lo hare bien. En los minutos que hemos estado juntos la he visto divertida, jovial, me atrevería a decir que no ha cambiado en nada aquella chica que me enseño que los hombres también lloran por un amor imposible y verla ahora me hace revivir sentimientos que podrían ser posibles realidades.

Pasamos el resto del rato con los chicos quienes no se separaron de nosotros, aunque ese tal José me produce ganas de zamparle una patada y mandarlo a volar lejos de vale, ronda peor que una mosca, amigos, solo ella se cree que él la quiere como amigo, es que no se da cuenta de cómo la mira, no puede ser tan ingenua, pera si es así es porque ella de verdad no está interesada así que yo puedo entrar al juego, puedo ganármela, lo hice en el pasado está vez también podre. Mi presente es por mucho diferente a cuando era un joven, no solo he madurado soy un hombre con algo de experiencia, podre conquistarla.

.......

Necesito aclarar mis pensamientos. Pronto amanecerá. Es un buen momento para caminar e ir a la playa.

Sus ojos, su mirada, su sonrisa.

Creí que José era su novio, que tonto, hasta me río del alivio que sentí cuando me dijo con toda convicción que eran amigos y le creo.

Estoy cerca del lugar que ella frecuentaba ir, hay cosas que no cambian, ahí está.

Dijo que solo estaría una semana con sus amigos. Seré egoísta ya lo sé pero disfrutare de su amistad. Amistad, que palabra más agria, con ella, sabe mal, arg.

- hola, veo que hay cosas que no cambian – le digo mientras me acerco lo suficiente para que me vea

-lo mismo digo - lo dice poniéndose de pie y mirándome con una sonrisa,

-dime, que te ha quitado el sueño, porque si no lo he olvidado, tu venias aquí solo si algo te estresaba