Todo fue por tu bien

SORPRESA

Capítulo 1

           

 

Keah

  Hoy iniciaba la preparatoria, me encontraba realmente nerviosa y no sabía si sería capaz de lograrlo. En la secundaria me había costado convivir con los demás pero afortunadamente tenía a Erandi, mi mejor amiga. Ella siempre estaba ahí para mi, me apoyaba en todo y nunca me juzgaba. Pero por desgracia se había quedado en otra preparatoria y ahora me encontraba sola.

  Camine por la explanada de mi nueva escuela e intente encontrar el edificio en que iba a tocarme mi primera clase. A lo lejos vi el edificio y me puse en marcha, cuando llegue al salón ya había varios alumnos esperando al profesor, ese día no tenía muchas ganas de hablar con extraños así que me puse a escuchar música, saqué un libro y comencé a leer mientras llegaba el profesor.

   Un chico se me acercó y me miró con cara curiosa

  —¿Se te ofrece algo? —, pregunté sin despegar la mirada del libro. El chico solo sonrió y asintió con la cabeza.

  —¿Qué estás leyendo? —dijo acercándose a mi.

  —Un libro 

  —Ya sé, ¿Pero qué libro?

  —Se llama "Corazón Negro"

  —¿Y de que trata?

  —De como una chica arruinó su vida —, mientras seguía hablando con el mi paciencia se iba agotando.

  —Qué interesante 

  —¿Podrías dejarme sola?

  —¿Por qué?

  —Por qué me gusta estar sola —me cansé de la situación así que tome mis cosas y me fui a otro lugar donde pudiera estar tranquila. El chico sólo me observó, parecía querer seguirme pero creo que comprendió que estaba siendo demasiado insistente.

   Afortunadamente el profesor no tardó en llegar y la clase pasó sin mayor acontecimiento. Cuando está terminó, salí a la explanada para recorrerla y conocer un poco más la escuela, pronto encontré la biblioteca y entre en ella.

Erandi

  Ahí estaba yo, caminando en una escuela que no conocía sólo para darle una sorpresa a Keah, ella creía que me había quedado en otra preparatoria pero eso no era cierto, le había dicho eso para sorprenderla el primer día.

  Seguramente estaría en la biblioteca como siempre, ahora solamente necesitaba encontrarla.  Camine alrededor de la escuela y no la vi, supuse que estaría en clase, cuando me dirija a la cafetería la vi sentada en una de las mesas de hasta el fondo de la biblioteca. Entre y me senté en unas mesas lo suficiente lejos como para que no me viese.

  Me quedé obsevandola por un buen rato, su cabello caía sobre sus hombros formando una cascada, sus hermosos ojos cafés clavados en el libro y sus largas pestañas un poco risadas. De vez en cuando volteaba a su alrededor para comprobar que no se encontraba sola. Desde muy pequeña no le gusta estar sola, y no le gusta que muchas personas lo sepan sólo Roberto y yo lo sabemos.

  Roberto es el mejor amigo de Keah, creo que se conocen desde la secundaria y he de aceptar que algunas veces me pongo celosa de el. Se que esto que siento por Keah no está bien, tengo miedo de que si le digo lo que siento se aleje de mi y la pierda. Me conformo con seguir siendo su amiga mientras ella este a mi lado.

  De pronto Keah se puso de pie y se marchó, recogí mis cosas lo más rápido que pude y la seguí.

  —¡Sorpresa! —, dije saltando a su espalda 

  Caímos al suelo por el impacto, Keah se giró enojada y dispuesta a encarar a la persona que la había tirado pero en cuanto me vio, sonrió alegremente. Me levanté y la abrace lo más fuerte que pude.




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