Todo inició con una mentira

21

Ambos estamos en completo silencio, mirándonos fijamente por un momento mientras pensamos en la clase situación en la que nos encontrábamos.Estoy completamente segura que Alex tenía todo perfectamente planeado desde que llegamos a la habitación, probablemente lo hizo cuando decidí dormir un rato o simplemente decidió hacerlo desde hace mucho tiempo. Realmente no lo sabía y nunca lo ibas a ver porque Alex estaba completamente decidido a no decirme ni una sola palabra lo que estaba sucediendo en estos momentos, me parecía magnífico lo que había hecho en tampoco tiempo y aunque era una pequeña cena en la habitación de un hotel, me hacía sentir completamente halagada porque realmente nunca había experimentado una cena romántica de ese tipo. Claro que había tenido citas románticas, mejor dicho intentos de citas románticas porque todas las que había tenido habían sido planeadas por mí, ninguno había sido una sorpresa elaborada por una persona que realmente me quisiera. En mis relaciones pasadas siempre había sido yo la que había intentado todo y finalmente nos momentos podía percatarme de lo mal que había hecho en el pasado. Al menos esta vez Alex lo intentaba y eso en verdad significaba mucho para mi ya que era el primer hombre que hacía eso por mi.

Mi mirada viajo rápidamente hacia abajo, observando como Alex tomaba una fresa cubierta de chocolate que había sobre la mesa. 

—Si te soy sincero, nunca he probado una fresa con cubierta de chocolate— confesó, logrando que me sorprendiera ante su repentina confesión. Era completamente imposible que a su edadno hubiera probado nunca una fresa con chocolate.

—Son realmente deliciosas,especialmente cuándo es temporada de fresas y la fruta está más fresca que nunca.

—Entonces supongo que creeré en tu experiencia gastronómica—soltó antes de llevarse la fresa cubierta de chocolate hacia los labios. Mi mirada viajo rápidamente hacia ellos, observando como la comisura de sus labios se manchaba ligeramente de chocolate derretido, chocolate que acababa de derretirse al entrar en contacto con su temperatura corporal. 

—No puedo creerlo —susurré, llevándome ambas manos hacia el rostro— lo siento, en verdad tengo que irme— solté,levantándome de inmediato de la silla.

—¿Qué sucede?—preguntó Alex. Levantándose del asiento al igual que yo.—¿Qué pasa? 

No pude contestar. Simplemente no tuve el valor para confesarle lo que realmente quería confesarle en esos momentos y es que la verdad en esos pequeños segundos que acaban de pasar me había percatado de lo mucho aunque en verdad yo lo quería. Finalmente me había percatado que todo este maldito tiempo había vivido bajo una mentira y que lo nuestro realmente había comenzado con una mentira pero no podría permitirme que terminara con uno. Quería decirle que lo quería pero no tenía el maldito valor suficiente para hacerlo.

—Tienes que decirme qué es lo que está sucediendo, prometimos antes de venir que haríamos todo lo posible para ser honestos y y dar lo mejor de nosotros mismos.¿En qué momento decidiste mandar al carajo la promesa que nos hicimos antes de venir?—preguntó—¿Entonces por que carajos estamos haciendo esto si solo vamos a perder el tiempo?—cuestiono, alejándose un poco de la mesa— me rin…

—Es que te quiero demasiado—solté, logrando que él volteara a verme— te quiero demasiado y eso me aterra.

—¿Qué? 

—Me aterra la idea de saber de saber qué estoy jodidamente enamorada de ti y que probablemente siempre lo estuve y quise negarlo durante todos estos años pero sobre todo me aterra la idea de creer que puedas volver a lastimarle.

—No pienso lastimarte nunca más. Te lo dije ya y te lo volveré a decir no pienso lastimarte así que por favor terminemos con esas estúpidas citas cuando en verdad sabemos que es lo que queremos. 

—¿Qué es lo que intentas decirme? —pregunté.

—Casémonos, casémonos aquí, en Hawái y tomemos esto como una alocada aventura. Si no funciona ambos podremos entenderlo pero si no lo intentamos en verdad, nunca funcionará así que esa es mi propuesta máxima. Casémonos en este lugar y seamos felices.

No podía creer lo que me acaba de pedir Alex y sabía que realmente lo deseaba e incluso yo también lo deseaba así que lo único que pude decir fue un pequeño “si”.

—¿En verdad?— pregunto, tomándome las manos mientras me observaba fijamente a los ojos— ¿En verdad estás cien por ciento segura?

—Todo inicia con una mentira, Alex—susurré— pero no terminará con una.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.