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5 AÑOS MÁS TARDE 

Sabía que las cosas iban a terminar de esta manera, sabía que nuestra relación no iba a ser para siempre pero nunca imaginé que las cosas terminarían tan rápido. 

—¿Qué acabas de decir?—pregunté con el corazón hecho un  completo desastre— ¿Qué es lo que acabas de decir?—repito. Acercándome a él mientras Alex únicamente niega. 

—Se acabó... Ana. 

—¿Cómo puedes decir que se acabó?—le pregunto con unas cuantas lágrimas en los ojos.— ¿Cómo puedes terminar conmigo en este momento tan importante de mi vida? 

—Lo siento. 

—¿Lo sientes?—pregunto mientras niego. 

—Claro que no lo sientes... únicamente buscabas el momento perfecto para arruinar todo—susurro. Quitándome el perfecto de anillo de matrimonio que por años había amado y atesorado. 

—No...espera, no te lo quites—me pide. 

No puedo evitar no reír ante sus palabras. 

—¿Qué es lo que quieres?—le pregunto entonces— ¿Deseas estar alejado de mi pero quieres que mantenga el anillo en mi mano? No pienso mantenerme amarrada a un hombre como tu...no, no pienso hacerlo nunca más. ¡Acabas de terminar conmigo y quieres que me quede con esto!—le grito. Escuchando como la multitud aclama por mí. Niego con suavidad y entonces me alejo unos pasos. Retrocediendo mientras mi mirada se mantiene en sus ojos entristecidos. 

Entonces dejo caer el anillo al suelo. Sintiendo que mis sentimientos se caen con el. 

No puedo evitar sentirme mal, hemos estado por tanto tiempo juntos y ahora lo único que puedo pensar es que lo he perdido una vez más. Esta vez, viéndolo mientras me alejo he decidido que no permitiré que vuelva a mi vida. Ya no puedo seguir con esto. 

Estos cinco años fueron hermosos pero terriblemente agotadores. 

—Ana...—susurra mientras me llama pero yo lo único que puedo hacer es ignorarlo. 

Me encuentro con mi representante y lo único que hago es evitar su mirada. 

—¿Qué sucede?—me pregunta— todos te están esperando en el escenario...tienes que presentar el nuevo libro y tu luces... 

—Ese imbécil terminó conmigo—suelto antes de voltear a verlo por un momento— asegúrate que lo saquen de aquí—le digo a mi representante antes de caminar hacia la cortina. Suspirando con fuerza mientras me decido por encender el micrófono y salir con una gran sonrisa. Totalmente falsa. 

Todo el público grita por mí, exclaman, aplauden, me regalan sonrisas totalmente hermosas. Todos parecen estar completamente felices de verme y yo tengo que fingir que también estoy feliz de verlos. Se supone que hoy iba a ser un día completamente especial pero no ha sido de esa manera. Alex ha encontrado la manera de arruinármelo todo. Lo único que puedo decir es que estoy destrozada, me siento totalmente vacía por dentro pero no puedo admitirlo, no puedo decir que estoy triste, destrozada y mucho menos puedo decir que no quiero ver a mis lectores. Tengo que mantener una gran sonrisa durante tres horas, tengo que fingir que estoy perfecta porque lamentablemente este es mi trabajo. 
Desde que comencé a salir con Alex, terminé por convertirme en una persona mucho más fuerte de lo que era antes, antes solía ser débil cualquier cosa terminaba por aceptarme. Por derrumbarme pero al menos en estos momentos aunque me siento totalmente devastada, no pienso derrumbarme. 
—¡Ana, es un placer tenerte aquí en la Vegas!—me dice la presentadora. Señalando mi libro más reciente.—¡Por favor dinos como es que se siente de estar aquí! 
Suelto un gran suspiro antes de pensar en lo qué tengo que decir. Sé perfectamente que no me puedo quebrar, no puedo demostrar que estoy triste y me aterra que mi propia voz me vaya delatar. 
—Me siento muy feliz—digo con valor— he estado trabajando por mucho tiempo en este libro, para ser exacta he estado trabajando por mas de un año en el así que espero puedan disfrutarlo…igual quiero agradecerle a todas las personas que están aquí por haber venido y… 
—¡Por favor cásate conmigo!—gritó Alex con fuerza. Logrando que su voz se escuchara por todo el teatro. 
—¿Qué?—susurró antes de voltear a verlo. 
—¡Por favor cásate conmigo!—grita de nuevo.—¡Por favor cásate conmigo en Las Vegas!  
—¿De qué hablas?—susurro. 
Entonces todo el mundo, todo el público me comienza a gritar que le diga que sí. Para ellos es fácil, no saben lo que acaba de suceder tras bastidores. 
—¡Dile que si!—grita una chica con una gran sonrisa en el rostro. 
—¡Vamos Ana!—me grita otra chica. 
—A ver, esperen un momento. Por favor esperen un momento —le pido al público mientras señaló a Alex—¿ Qué crees que estás haciendo?— le pregunto a Alex mientras me mira con una gran sonrisa en el rostro— si no puedes ver, estoy trabajando en estos momentos. 
—¡Para el amor no hay trabajo! 
—¡Alex, ahora no!—digo con fuerza. Odio que me haga esto. 
—Para los que no sepan, que obviamente nadie lo sabe, este hombre, Alex…mejor conocido como mi esposo. Me dijo que termináramos y ahora me pide matrimonio. 
—¡Ni siquiera me dejaste hablar!—gritó él. —Lo que estaba tratando de decirte era qué nuestro matrimonio de Hawái se acabó y ahora necesito que comencemos nuestro matrimonio de Las Vegas…¡Solo quería renovar votos!—dice. 
Asiento ligeramente y entonces me doy cuenta que eso era algo que realmente Alex podría hacer. Nunca sabía expresarse de la manera adecuada y normalmente era un completo estúpido cuando se trataba de hacer cosas románticas pero en esos momentos estaba tan molesta con el que lo único que puede decir fue: 
—Quédate con tu estúpido anillo—suelto molesta. 
—¡No te molestes!—suelta mientras camina hacia mi.  
—Simplemente no quiero verte en estos momentos como estoy trabajando por favor te pido que respetes mis horas laborales—susurró antes de mirar a la presentadora— lo siento. Un momento—le digo para terminar saliendo del escenario.  
Haciendo lo que dije que no iba a hacer.  
Explote. 
Sé que había dicho que no lo iba a hacer pero terminé haciéndolo porque simplemente Alex logró llevarme a mi límite. 
—¡Ana!—me dice.  
Ni siquiera sé cómo ha logrado pasarse desde el público hasta tras bastidores en unos cuantos segundos. 
—¡Quiero el divorcio!—le grito molesta.—¡Carajo Alex, quiero el divorcio!—digo antes de ponerme a llorar.