"¿Confías en mí?"
David Bradley
Me quedé tiesa, mi lengua se había soltado en un impulso de mi corazón traicionero y había volcado toda mi verdad ni más ni menos que a David. Miré su sonrisa en su rostro y pensé lo peor, avanzó hacia mí y me abrazó, me rodeó por completo con sus brazos fuertes y sentí su corazón latir tan desbocado como el mío.
-Ya lo sabía... estaba esperando que confiaras en mí... -Me susurró y yo lloraba. Me apartó levemente y seco mis lágrimas con sus manos, me miró a los ojos y me sonrió muy dulcemente, para terminar mordiendo su labio inferior como tantas veces le había visto hacer.
-Ya sé que lo sabes... -me miró frunciendo el ceño. -se lo oí a tu padre... que tu debías averiguar para quién era la carta de Liam y supuse que era para mí, él me dijo que no confiaba en nadie más.
-Obvio que era para ti... por Dios... no me hacía falta ni preguntárselo, era mi amigo, mi confidente... sabía perfectamente cuánto te amaba y cuánto confiaba en ti...
-¿Y por qué dejaste que le hagan eso?
-¿De qué hablas? -me miró serio y curioso.
-No te hagas David porque voy a matarte aquí mismo...
-No sé de qué hablas...
-¡De su muerte.... De su asesinato, de cómo buscaron callarlo a cómo diera lugar!
-No... no... fue un accidente. -Lo miré con burla, como si me tomara por tonta, pero me sorprendí de ver en sus ojos que de verdad estaba incrédulo y me miraba convencido de lo que me estaba diciendo.
-David, no me mientas, no voy a tolerarlo...
-No te estoy mintiendo... la fragata explotó y él estaba allí. -me lo dijo del todo convencido y yo me aparté, cruce mis brazos sobre mi pecho y lo miré.
-¡David, a Liam lo mataron! Tu padre organizó todo con Aldrich. -lo vi mover su cabeza incrédulo. -No me digas que no lo sabes porque simplemente no puedo creerlo...
Lo vi acercarse a mí rápidamente y tomarme por los hombros mientras me miraba serio.
-Yo no sé nada de eso. -la intensidad de su mirada y la firmeza de sus palabras no me permitieron dudar, le creí.
-Yo lo oí, la noche de mi presentación, en el despacho escondida entre el cortinado. Había hecho el arreglo para que ustedes estuvieran en la fiesta, a Liam no lo incluyó, pero me di cuenta después de las razones. Le dio dinero a Aldrich y hablaron del cabo suelto que había quedado porque tu habías interrogado a Liam y no te había confesado para quien era la carta que le encontraron.
Caminó concentrado en el piso, serio y oyendo atentamente lo que le decía.
-Cecily ellos están en negocios turbios, mi padre me obliga a participar en algunas cosas, pero no me da muchos detalles, la mayoría de las veces me amenaza con Lisbeth y no me da opción, por eso no me queda otra que hacer lo que quiere...
-¿Con Lisbeth?... es un maldito...
-Ese día Aldrich me pidió que hablara con Liam, que sabían que el había oído algo y querían saber hasta qué punto, habían encontrado una carta dirigida a alguien donde nombraban algo comprometedor. No me hizo falta interrogar a tu hermano, lo conocía tanto que me limité a decirle que no te mandara cosas que te pusieran en peligro, él estaba enojado por lo que estaba sucediendo, incrédulo por lo de tu padre y muy asustado. Traté de convencerlo de que guardará silencio, que ya veríamos la manera de salir de eso, y esa fue la última vez que hablamos. Luego fue la explosión, pero te juro que nunca escuché que lo hicieran adrede. -le creí y me abracé a él.
-Dios mío, David... no te imaginas lo sola que estoy, lo abrumada que me siento. ¡Lo mataron! Estoy segura... y no puedo descansar, no puedo dejar de pensar en eso, y en la necesidad de sacar todo a la luz... de que se haga justicia.
-No estas sola... no digas eso... ¡estoy aquí! ¡Estoy aquí! -mientras me abrazaba, me lo gritó para que lo escuchara bien, para que se grabara en mi mente y me convenciera de algo que parecía imposible... -Desde el día que te vi en ese escritorio es que supe lo que buscabas, supe que Liam te había dicho algo y que te habías propuesto sacarlo a la luz... por eso te deje la carta de tu padre...
-¿Tu la pusiste allí?
-Claro que si... mi padre es muy cuidadoso, y jamás dejaría una cosa así en el cajón, también te dejé la segunda carta y el mapa que pediste...
-¿Qué mapa?
-Le pediste a Ross que te dijera del contrabando, de las ciudades y las rutas, yo te lo deje allí...
-Y ¿Por qué no me lo dijiste tú? ¿Por qué no hablaste conmigo, no me contaste?
-No ibas a creerme Cecily... estaba seguro que no confiabas en mí... me lo dijiste ese día, te lo pregunté directamente y me dijiste "pluma y papel", te lo volví a preguntar en el despacho la noche que te conté de Lisbeth y me saliste con lo de nuestros padres...
-Eso sí era verdad... -Lo interrumpí.
-Me di cuenta cuando los oí hablar, pero hasta ese instante pensé que era otra excusa, pues recorrí los sobres y me di cuenta que habías tomado la carta de tu padre... clara muestra de que seguías sin confiar en mí.