"Me vas a gastar si me miras tanto"
David Law
El viaje hacia la casa fue muy corto, al menos para mí, que no dejaba de mirar a David que se había sentado a mi lado. Mientras él hablaba con tía Margot sobre el pesado viaje en barco tantos meses, sobre el clima de Europa y de América y tantas vanidades, yo miraba su mandíbula moverse, su cuello dorado del sol, sus hoyuelos al sonreír y su cabello. Sentí ganas de llorar de felicidad y bajé mi rostro hacia mis manos temblorosas, estaba callada y silenciosa.
—Me vas a gastar si me miras tanto... —me susurró al oído llamando mi atención y sonreí. Amaba su voz, sus locuras, sus burlas y ese humor con que enfrentaba la vida.
—Señor Law, Cecily ha sufrido mucho todos estos meses, lo creímos muerto e incluso ha guardado luto por usted...
—Sí... lo siento, no puedo hablar mucho del tema, entenderá usted, pero sólo puedo decirle que estuve muy malherido y para cuando estuve mejor, Cecily ya había embarcado y no teníamos posibilidad de avisarle por ningún medio.
—Entiendo... —dijo tía Margot y yo entrelacé mi mano con la de David y apoyé mi rostro en su brazo.
La conversación alrededor de las plantaciones y de las actividades económicas de mi tía nos acompañó el resto del camino hasta que por fin vislumbramos la casa. El carruaje se detuvo y David me ayudó a bajar.
—Por favor señor, sería un honor que nos acompañara a comer. —asentí a la afirmación de mi tía, pues no deseaba separarme de David nunca más.
—Por supuesto...
Entramos a la casa y mientras servían un té, hastiada de tanta incertidumbre y de hacerme la que soportaba todo como si tal cosa, me puse de pie e interrumpí la conversación.
—Discúlpenme todos, pero necesito hablar con David a solas un momento... es sumamente importante.
Él miró a Liam y a mi tía Margot que se sorprendió de mi exabrupto, y luego me ofreció el brazo para dirigirnos al jardín.
Tomamos la puerta trasera y apenas nos encontramos solos, de un tirón lo llevé detrás de unos ligustrinos.
—¡David Bradley! De inmediato me explicas...
—David Bradley murió Cecily... —me interrumpió.
—Por Dios del cielo... claro que murió si yo lo lloré cada segundo de cada día de cada mes... si he lamentado su muerte y he rogado a Dios que me ayude a superarlo, he guardado mi corazón y... —lloraba por todas las angustias que contenía. —... y... te estoy odiando.
Se acercó y me abrazó. Besó mi frente con amor y acarició mi rostro dulcemente.
—Amor sé lo que sufriste... si hubiera podido lo hubiera evitado...
—Explícame por favor qué sucedió...
—Como ya sabes resulté muy malherido, la casa ardió y cuando desperté una semana después, estaba en casa de Lisbeth, ella me cuidaba, el medico iba a visitarme y a curar la herida y la fiebre que durante muchos días no me dio tregua. Cuando abrí mis ojos, ella me dijo "Gracias a Dios despiertas David Law." Yo estaba tan sorprendido como tu y no entendía absolutamente nada, pero al día siguiente, Liam fue a visitarme y me dijo que él y Ross habían arreglado mi muerte en los papeles, yo estuve implicado en todo ese negocio turbio Cecily...
—Sí... pero finalmente fue en contra de tu voluntad y ayudaste a resolver todo...
—Pero debido a la gravedad del caso, Ross afirmó que si bien no me darían pena de muerte, sí estaría preso o en las minas un buen tiempo. Liam le dijo de las pocas posibilidades de sobrevivir que tenía por mi herida y finalmente le contó la verdad de mi origen, de mi apellido original o del que por nacimiento me corresponde: Law. Ahí mismo lo decidieron, Liam me llevó a casa de Lisbeth y Ross buscó al médico. No te dijeron nada por seguridad, no solo tuya, sino mía y de ellos, pues entenderás que no es lo correcto ocultar algo así; y por las pocas posibilidades que tenía de superar mi herida... Saben que hubieras ido a verme, poniéndote en peligro y si no resultaba era darte esperanzas donde no había casi ninguna.
—No puedo creerlo... No puedo entenderlo...
—Amor... sé que es difícil, pero era la única manera, Gregory Bradley murió hace unos meses. Luego de su captura, lo condenaron y lo decapitaron por traición. —miré a David, que había bajado el rostro y miraba el suelo, sé que una lágrima se le escurrió puesto que a pesar de todo, había sido su padre, quien lo había criado. — Pero el problema principal es Aldrich...
—¿Qué? ¿Qué sucedió con él?
—Nunca lo encontraron, hasta la fecha que partimos del muelle, seguía prófugo... no tienen idea de dónde está y por eso es que aún aquí, del otro lado del mundo es tan importante que nos cuidemos y nos olvidemos de quienes fuimos... después de todo, ahora sí que soy yo mismo, quien siempre debí ser, quien anhelé ser y lo mejor es que soy libre del ejército y sólo para estar contigo... —Me abrazó nuevamente y tomó mi rostro entre sus manos.