Todo Lo Que El CorazÒn Nunca Dijo

Para mi querida colega B.

Querida B.

Hoy, al reflexionar sobre nuestra amistad, siento un torbellino de emociones: gratitud, amor, alegría, y también un toque de nostalgia. Nuestra relación ha sido un viaje increíble, lleno de momentos únicos, desafíos, y sobre todo, un amor incondicional que nos ha guiado siempre hacia un mismo destino: el apoyo mutuo y el cariño sincero.

Recuerdo con una claridad asombrosa el día en que nos conocimos. Fue como si el universo supiera que nuestras almas estaban destinadas a encontrarse. Tu sonrisa, esa luz tan tuya, me atrapó desde el primer instante, y tu energía me hizo sentir que había encontrado a alguien verdaderamente especial, alguien que dejaría una marca imborrable en mi vida. Y con el tiempo, no solo confirmaste mis presentimientos, sino que los superaste en formas que nunca imaginé.

Tu amistad ha sido mi refugio, ese lugar sagrado donde puedo ser auténticamente yo, sin máscaras, sin miedos. Me has enseñado que la verdadera amistad no tiene condiciones, que es un regalo que te abraza en los días oscuros y te hace reír cuando más lo necesitas. Me has mostrado que esta conexión nuestra no es solo un destino, sino un hermoso viaje que disfrutamos cada día, y por cada momento compartido, mi corazón se siente agradecido.

No puedo agradecerte lo suficiente por todos esos consejos sabios, por las palabras de aliento que me has dado a lo largo de este camino que hemos recorrido juntas. Tus palabras han sido mi fuerza en los días más difíciles, cuando parecía que todo se derrumbaba. Gracias a ti, he aprendido a creer en mí misma, a levantarme cuando todo parecía perdido. Y por eso, querida amiga, mi gratitud hacia ti es infinita.

Al pensar en todos los recuerdos que hemos construido juntas, las risas, las aventuras, esos momentos de complicidad en los que el tiempo parecía detenerse, no puedo evitar sonreír. Pero también quiero agradecerte por estar ahí cuando las cosas no iban tan bien, por escucharme cuando necesitaba desahogarme, por ofrecerme tu hombro cuando el mundo se sentía pesado. En esos momentos, tu apoyo fue mi ancla, la razón por la que pude seguir adelante.

Saber que no siempre te resulta fácil expresar tus sentimientos, y aun así, verte compartir conmigo esos pensamientos que quizás consideras insignificantes, me ha hecho ver la fortaleza inmensa que llevas dentro. Y es precisamente esa fortaleza la que me duele ver tambalear en esos momentos en los que dudas de ti misma.

Hay algo en ti que me dice que estás a punto de abandonar un sueño, uno que solía llenarte de tanta ilusión. No sé si es porque te falta la energía o porque el miedo te está frenando, pero por favor, no dejes que ese fuego dentro de ti se apague. Yo misma no podía creerlo cuando noté que estabas empezando a rendirte, y es por eso que sigo aquí, buscando la manera de devolverte la fuerza que me diste tantas veces. Me diste la mano cuando yo lo necesitaba, ¿cómo podría dejarte ahora?

Podría rendirme en mis propios proyectos, pero no permitiré que tú renuncies a los tuyos. Te he visto avanzar con seguridad en cada paso que dabas, y sé que dentro de ti aún está esa persona decidida y llena de vida. No soy la mejor en expresar mis sentimientos, lo sé, pero si algo puedo hacer por ti, es recordarte lo increíble que eres y todo lo que aún tienes por ofrecer al mundo.

La vida es tan frágil, tan fugaz, y cada momento que compartimos es un regalo que atesoro en lo más profundo de mi corazón. Por eso, hoy quiero decirte, desde el fondo de mi alma, que te amo y que te agradezco por ser esa amiga que todos desearían tener. Eres un ser humano excepcional, con un corazón de oro y una sonrisa que ilumina mi mundo. Es un honor tenerte en mi vida, y quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, para lo que necesites.

No importa qué obstáculos se presenten en tu camino, no importa cuántas veces te sientas derrotada o sin esperanza. Estoy aquí para recordarte lo fuerte, valiente y decidida que eres. Estoy aquí para recordarte todos tus logros, para asegurarte que cada paso que das te acerca más a tus sueños.

Como dice Luis Fonsi, "no te des por vencida". Sé que puedes tener momentos de duda, que a veces no sientas ganas de escribir, leer o imaginar, pero nunca renuncies al proyecto que comenzaste con tanto amor. Es normal sentir miedo, lo sé. Pero te lo pido, desde lo más profundo de mi corazón: ¿serías capaz de abandonar ese sueño? ¿Dejarías a todas esas personas que esperan ansiosamente por tu historia?

Tienes en ti la capacidad de lograr cosas grandiosas. Ya lo has hecho antes, y sé que puedes hacerlo nuevamente. Y en cada momento de flaqueza, en cada instante de duda, estaré aquí, para recordarte que eres capaz, que eres suficiente, y que tienes el poder de alcanzar tus metas.

No te rindas. Sigue adelante, sigue luchando, sigue creyendo en ti misma. Porque yo creo en ti. Siempre lo he hecho y siempre lo haré. Y quiero que sepas que tendrás mi apoyo incondicional, hoy y siempre.

Con todo mi cariño, Andy.




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