Todo lo que no fuimos

2. El comienzo

Meses atrás

Nos encontrábamos con mi hermana tratando de ver una película, pero simplemente no nos decidíamos. El timbre del departamento se hizo presente, por lo que mi hermana fue a abrir la puerta mientras yo seguía viendo las opciones para ver.

─Hola Claire ─saludé cuando vi que se hizo presente la melena negra de mi ex cuñada en el umbral de la puerta de la sala de estar ─, ¿Cómo te fue?

─Digamos que bien ─pronuncio y se sentó a mi lado─, pero eso no es lo importante ahora.

─¿y según qué es lo importante? ─pregunto Violet sentándose al lado de Claire

─Lo importante aquí es ver cómo les saco permiso para que me acompañen ─dijo Claire emocionada mientras tecleaba en su teléfono y nos miramos con mi hermana.

─¿A dónde? ─pregunte intrigada

─Al cumpleaños de Jen ─respondió sin quitar su mirada del teléfono.

─¿Y quien es Jen? ─pregunto Violet

─Es una amiga que ya la van a conocer, pero ahora piensen chicas como les puede dar permiso su mamá ─dijo mirándonos a amabas y levantamos nuestros hombros en señal de que no teníamos ni idea de cómo pedir permiso.

A pesar de que tenía 24 años mi mamá era muy estricta y no me dejaba salir, por el otro lado, esta mi hermana, que apenas tenia 16 años y mi mamá ni loca la dejaba ir, sabiendo que en ese tipo de reuniones hay trago.

Mi mamá entro a la sala de estar y saludó efusivamente a Claire, mientras le entregaba a mi sobrina.

─Pensamos que llegarías mas tarde, la nena te ha extrañado muchísimo ─dijo mi mamá y ella le tomo de los cachetes a la bebé

─¿Extrañaste a mamá? ─le pregunto y la bebé se limitó a sonreír ante las palabras de su madre.

─Esta la cena lista, no esperemos que se enfrié ─informo mi mamá, dirigiéndose al comedor, seguidas por nosotras.

─¿Cómo le vamos a hacer? ─pregunte

─No lo sé, ya pensaremos ─dijo Claire.

*******

Después de la cena, Claire miro a mi madre de manera insegura y mi mamá sin evitarlo la miro.

─Señora Elena, será posible que cuide de la nena, lo que pasa es que me han invitado a un cumpleaños ─dijo de manera dudosa y mi mamá la miro

─¿Y con quién te vas? ─pregunto mi madre

─De hecho quería ver si me permite llevar a las chicas, puesto que van a ver más personas y no quiero sentirme sola ─dijo y mi mamá nos miro

─¿No tiene cosas que hacer ustedes? ─nos pregunto mi mamá y negamos

─¿Y en dónde es la fiesta? ─cuestiono de nuevo mi mamá

─En casa de Leo, ellos hicieron comida y tiene todo para la reunión ─respondió Claire y mi madre asintió.

Mi madre suspiro y nos miró a las tres.

─A las doce tienen que estar en la casa, caso contrario, jamás les vuelto a dar permiso ─accedió mi mamá y asentimos─, eso sí, deben lavar la losa.

Después de lavar los trastes, Claire se fue a cambiar de ropa y con mi hermana fuimos a nuestra habitación, nos vestimos lo más rápido y decente posible.

Mi mamá nos entrego las llaves de la casa y salimos de ella.

─¿Qué creen que es mejor? ¿Cerveza o trago fuerte? ─pregunto y la miramos sin comprender─, los chicos están en la licorería ¡Apúrense!

Nos apresuro y efectivamente en la licorería se encontraban dos chicos y dos chicas, con fundas en las manos y apenas llegamos nos saludaron.

─Ellas son mis cuñadas ─presento Claire.

─Él es Roberto, su esposa Jenn ─nos señalo a la primera pareja, luego se dirigió a la otra─, ellos son Danilo y Sandra.

Después de la presentación Danilo miro a Claire

─¿Qué vas a llevar? ─pregunto y ella de inmediato se acerco a la señora que atendía y compro cerveza.

─Listo, vámonos ─dijo Claire.

Los jóvenes se adelantaron y nosotras íbamos detrás de ellos, esperamos que las parejas de tortolitos se adelanten más y detuvimos a Claire,

─¿No se supone que vamos a una fiesta? ─pregunte y Claire sonrió.

─No es una fiesta, es una reunión de amigos, no hay cumpleañera, pero si les decía la verdad ustedes no iban a querer salir y menos iban a darles permiso ─dijo y suspiramos, no quedaba de otra, debíamos ir.

Lo mejor habría sido no a asistir a esa reunión de amigos.

***********

Después de llegar a la dichosa reunión, el anfitrión de la reunión, Nicolas, estaba realmente sorprendido puesto que pensó que solo iban a llegar a su casa los chicos para tener una noche de PlayStation.

Nos encontrábamos en su habitación, por lo que comenzó colocando una salsa romántica y repartiendo trago primero para las parejas, a otro joven que llego y luego a nosotras. Se sentó a mi lado una vez que terminó la primera ronda y todos nos mirábamos entre todos.

─Aquí cerca de la casa han puesto un bar, ya que estamos todos mejor vayamos a tomar y bailar un rato ─propuso Nicolas y todos asintieron.




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