Todo lo que no fuimos

5. Fingiendo ser extraños

Presente

Los días estaban transcurriendo demasiado rápidos, como diría mi hermana en un abrir y cerrar de ojos habían pasado ya más de cuatro semanas que no hablaba con Nicolas, suspire al ver mi teléfono y revisar los mensajes de mi aplicación de mensajería, tenía mensajes de Luciano, Dereck y Pablo, pero ninguno era él, ninguno era Nicolas.

Leo: Buenos días Fiore ¿Qué plan propones para hoy?

Leo: Uno chévere y divertido

Suspiré y me puse a pensar que podríamos hacer, puesto que no tenía ánimos de hacer nada.

─¿Qué crees que podríamos hacer el día de hoy? ─pregunte a Violet que se encontraba a mi lado.

─No lo sé, dile que venga y acá vemos que hacemos, además no podemos hacer mucho porque apenas es viernes ─respondió

Yo: Ven a mi casa y vemos

Leo; Ya subo

Tal y como menciono Leo, en menos de 10 minutos llego a mi casa y como siempre nos sentamos en el sillón para ponernos al día de lo que había pasado en el transcurso de la semana.

─¿Qué me cuentan muchachas? ─pregunto Leo y nos miramos con mi hermana.

─Leo nos invitas a una gomita enchilada ─dijo mi hermana y Leo me miro

─¿Quieres? ─pregunto y sin ánimos asentí.

Nos colocamos los abrigos y salimos a comprar las gomitas, cuando estábamos por llegar al local nos dimos cuenta de que estaba cerrado, asi que mi hermana propuso ir por un café, pero para llegar a ese lugar debíamos que pasar por la cancha que generalmente jugaba él con los demás chicos

─No, mejor vamos a la casa ─insistí y mi hermana me pellizco

─Di que sí, quiero ver a Axel ─insistió y negué ─, di que si

─Esta bien ─dije para evitar seguir perdiendo el tiempo

Caminamos en silencio hasta que llegamos a la esquina, vi que esta se encontraba iluminada debido a que se encontraban jugando, asi que mi hermana sonrió y miro a Leo.

─¿No iras a saludar a tus amigos? ─pregunto mi hermana y le entendí por dónde iba la situación.

─No ─respondió mi amigo de inmediato

Mi corazón empezó a latir de manera desenfrenada cuando lo ví que se encontraba de espaldas mientras estaba atento a lo que estaba haciendo.

Lo volví a ver en el mismo sitio, la misma gente, el mismo espacio. Esto probablemente era una casualidad, no podría ser un juego del destino.

─Vamos rápido a comprar el café ─dije y mi hermana se quedó parada.

─Vamos Leo, salúdalos ─dijo y le sonreí de manera forzosa.

─Si no quiere no le insistas, vamos ─dije

─Hey, Leo ─lo saludo uno de los amigos de él.

Nos toco entrar a la cancha para que mi amigo salude a sus amigos, mientras tanto yo andaba con cara de pocos amigos, no quería ver a Nicolas.

─Vamos ─insistí y ambos negaron

─Espérate un momento, deja y saludo a mi hermano, no lo he visto en todo el día, según me dijo hoy era el cumpleaños del jefe pero me sorprende que este aquí ─dijo Leo y rodé los ojos.

*****

Cuando volvimos a casa, nos volvimos a sentar en el sillón mientras buscábamos que película íbamos a ver.

Ingreso una llamada de una de mis tías al teléfono y tome la llamada.

Llamada

─Hola Fiore ¿Cómo estás? ─pregunto

─Bien tía, y usted, cuénteme que paso ─pregunte ya que no me gustaban los rodeos

─¿Tu papá esta en tu casa? ─pregunto

─No tía ¿Por qué?

─Cuando llegue te va a realizar la siguiente pregunta ¿Cómo es eso de que estas embarazada? ─dijo mi tía y me reí

─¿Cómo es eso? ─respondí de manera divertida

─Eso es lo que anda diciendo Claire de ti con la familia de tu papá, asi que soluciona eso si no es asi, y mucho mas si esta metiendo en la colada al hermano de Leo ─dijo y podía sentir como el enojo se estaba apoderando de mi─, ah y que el domingo va a ir a tu casa a decírtelo en tu cara, ya párale el carro

─Gracias tía, ya voy a ver como arreglo eso

Fin de llamada

─Ya hemos escogido que vamos a ver ─dijo mi hermana y asentí ─, pero Leo me dijo que te diga que si lo queremos acompañar a la cancha porque va estar de juez ya que el otro ya se fue.

─¿Paso algo? Te noto tensa ─pregunto Leo y negué

─Nada, solo Claire que anda diciendo que yo estoy embarazada ─dije y se sorprendió

─¿Estas embrazada? ─pregunto y negué

─Ay, no, es obvio que no ─dije y mientras me colocaba de nuevo el abrigo y nos dirigíamos a la cancha.

Y ahí estaba de nuevo él, ni siquiera nos saludábamos mas que solo con las miradas rápidas, pero era como si nuestras presencias llenaran el mismo aire.




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