Meses atrás
Nuestros días con Nicolás se habían convertido en una rutina no planeada y extraña. Ambos sabíamos nuestros horarios, los espacios que frecuentábamos, las formas de darnos una pausa, y aun asi seguimos negando que eso significara algo.
Nico: Buenos días señorita, espero que haya amanecido bien. Cuénteme qué planes tiene para este descanso de tres días. Lo siento por escribirle tan madrugado, pero ya me ando despertando para ir al trabajo ya que hoy entro a las 6 de la mañana a la empresa. Que tenga un lindo día y espero que ya le den los resultados de los exámenes finales del semestre para que este más tranquila y disfrute su feriado, ahí me cuneta como le va, besos y abrazos preciosa.
Desperté a las 9 de la mañana y leí el mensaje de Nicolás y no pude evitar sonreír, asi que le respondí de inmediato.
Yo; Buenos días Nico, espero que le esté yendo bien en el trabajo, le cuento que yo apenas me ando levantando y ya me dijeron que vea en la página de la universidad la notas, asi que mire y ya pase el semestre ahora solo falta la titulación. Le cuento que no me voy a ningún lado más que pasar en mi casita y usted ¿A dónde se va?, cuídese mucho y besos.
El día transcurrió de manera normal, Nico respondiéndome y contándome sobre su día estresante en el trabajo y yo contándole sobre mi día sin hacer tantas cosas en mi casa, asi mismo me había comentado que saldría de la ciudad el día sábado en la madrugada y volvería el domingo en la noche.
─Fiorella, este fin de semana viajare por trabajo, espero que seas responsable y cuides de tu hermana como debe ser ─dijo mi madre mientras tomaba una olla para empezar a preparar la merienda
─¿Por cuántos días? ─ pregunte sin quitar la mirada de los videos que estaba viendo en mi teléfono.
─Volveré el domingo en la tarde ─respondió y asentí.
Al día siguiente
Nos encontrábamos con mi hermana acostadas en la cama, cada una inmersa en su teléfono mientras planeábamos que íbamos a hacer ya que no estaba mamá.
─Alex, vendrá ─dijo sin quitar la mirada de su teléfono mientras tecleaba. Alex, era nuestro primo.
─¿Cómo asi? ─pregunte
─Dijo que salió con sus amigos y que nos viene a acompañar para que no estemos solas ─dijo y asentí.
El timbre del departamento sonó, por lo que mi hermana se levantó a abrir la puerta y me levante a esperar que, entre mi primo, pero no fue asi, era Claire.
─Chicas ¿Puedo pasar con ustedes este fin de semana? ─pregunto y asentimos
─¿Y las nenas? ─pregunte
─Están con mi mamá, ya mismo las vamos a ver ─dijo y mire a mi hermana de inmediato, puesto que no quería salir de la casa.
─¿Pero si las dejara venir tu mamá? Como se sabe ella es media egoísta y no le gusta que las niñas vengan a la casa ─pregunte
─Si, si ustedes no se preocupen ─dijo sin despegar la mirada de su teléfono.
Nos quedamos en la sala sin decir nada, mirándonos con mi hermana y sin entender un poco la actitud de Claire, sino me equivocaba estaba media tomada. El timbre sonó y esta vez sí era mi primo.
─Chicas ¡Vamos!¡Vístanse! acompáñenme a ver a las niñas ─dijo Claire levantándose de donde se encontraba y la mire sin comprender
─Pero Alex nos tiene que acompañar ─mencione y me miro con disgusto.
─¡Eh! Pues si no hay de otra, nos tocara llevarlo ─respondió y asentí
En menos de 5 minutos estuvimos listas, y un carro nos estaba esperando, asi que mire sin comprender a Claire y ella sonrió
─Ellos nos llevaran a ver a las nenas─ menciono abriendo la puerta del lado del copiloto y se subió, luego bajo la ventana─, apuren, suban nomas con confianza.
Nos subimos sintiendo de todo, menos con la confianza que ella nos pedía, apenas nos acomodamos en el auto pude sentir el olor a wiski y cigarrillo, ahí se encontraba el chofer que no pasaba de los 23 años, utilizaba lentes y era de tez morena, por otro lado, se encontraba otro joven en la parte de atrás que llevaba una camisa con un logo de un restaurante, cabello rizado con algunas mechas decoloradas, asi mismo de tez morena y en sus manos llevaba la botella de wiski.
─Mateo ─Claire hablo y toco el hombro del joven─, te presento a mis cuñadas, Fiorella ─me señalo y luego señalo a mi hermana─, ella es Violet y finalmente ─señalo a mi primo─, es Alex.
─ Un gusto ─respondimos al unísono los tres mencionados y Claire miro al chico que se encontraba al lado de mi primo
─Por cierto chicas, él es Julián.
Volvimos a decir “Hola” y el solo se limitó a dedicarnos una sonrisa.
─Claire, debemos ir a ver a las niñas ─dije al ver que el joven se desviaba del camino que nos llevaba a la casa de la mamá de ella.
─Ya, más después ─dijo Claire de manera tranquila.
Nos sumimos en un silencio incomodo, puesto que mi madre confiaba en que estábamos en la casa, asi mismo, no tenía ni idea del lugar al que íbamos a ir. Jorge nos brindó en un vaso un poco de wiski y lo aceptamos. Mi teléfono vibró anunciando un mensaje y sabía que era él.
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Editado: 22.10.2025