Todo lo que pudimos ser.

Capitulo 1: Perdida.

Maeve:

13 DE MARZO DEL 2018.

Observo detenidamente a la persona que esta frente a mí. Piel pálida, ojos verdes, y un moño perfectamente recogido… la malla ajustada en los lugares correctos, todo parecía bien… casi perfecto, pero ¿Por qué no lo sentía de esa forma? ¿Por qué sentía que esa imagen reflejada en el espejo ya no era mía?

Mi reflejo ya no me representa.

Sigo mirándome, esperando que ese brillo que me caracterizaba vuelva aparecer, pero lo único que encuentro es un profundo vacío en mi mirada. Miro a mi alrededor, buscando algo que me recuerde por qué estoy aquí, el por qué sigo luchando por encajar. Pero el estudio se siente frio y distante. Las barras de ballet, los espejos gigantes que antes me refugiaban ahora me gritan algo que me duele admitir: este ya no es mi lugar.

Cierro los ojos, esperando que la sensación desaparezca, pero no lo hace. La pregunta que llevo semanas evitando finalmente escapa de mis labios en un susurro:

—¿Qué estoy haciendo aquí?

Nunca imaginé que, tres años después de entrar a esta academia, estaría tan insegura de mi futuro. Nunca imaginé que la danza, mi gran sueño, podría dejar de llenarme. Nunca imaginé que algo —o alguien— podría hacerme cuestionarlo todo.

Respire hondo, cerré los ojos y me repetí que todo estaría bien.

Tenía que salir bien.

Pero en el fondo, algo me decía que, después de hoy, nada volvería a ser igual.

Porque todo cambió después de esa audición.




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