-Vamos suéltalo ya- lo miré- ¿que tienes que decirme?-
-Promete que no te molestaras-
-Por que deb...-
-¡Promételo!-
-Vale vale, lo prometo-
-A ver,- cogió aire por lo que deje de caminar para verlo- ¿te importa si me voy con ella al cine?-
-¿De verdad?- este hombre está mal- claro que no me importa, claro que puedes ir- él soltó un suspiro- de verdad, a veces piensas lo peor de las cosas-
-Mejor no digo nada-
-Si mejor- volvimos a caminar- ¿y cuando has quedado con ella?-
-¿Ahora?- dijo inocente-
-Deberías decirme las cosas antes- me vio unos minutos- anda tira-
Su cara cambio a una sonrisa de niño pequeño.
-Juro compensarte- dijo antes de darme un beso en la mejilla-
Termine de hacer el recorrido yo sola hasta llegar a la cafetería a por un agua. Moría de sed, y por suerte no había nadie por lo que enseguida tuve mi botella preciosa en mano y le di un buen trago.
-Anda, hola Jane-
-Mhm- dije con la boca llena de agua- hola Mario-
-¿Que haces por aquí?-
-Bueno, tengo un par de horas libres y moría de sed- miré mi botella casi vacía- por lo que he venido a por una botella hace menos de cinco minutos-
-Se río- ya, creo que podría haber intuido eso- ahora fui yo quien se rió- ¿te apetecería venir conmigo?-
-¿A donde?- di otro trago-
-A una cafetería que esta cerca de aquí, ahí estamos todos-
-Mhm no se Mario-
-Oye si es por Dario, que mas da?- cruzó sus brazos- no tienes que establecer una conversación o nada parecido con él-
Me lo pensé durante unos minutos.
-Esta bien pero, a la mínima me largaré- el asintió en acuerdo- bueno pues vamos-
Hablaba en serio cuando dijo que estaba cerco de la facultad, no habíamos caminado ni un kilómetro.
Decidí apartar esos pensamientos que me decían que me largara antes de que Dario me atacará de nuevo, y con los nervios a flor de piel entre seguida por Mario.
-Jane, vaya... no pensé que vendrías- me sonrió Enzo- ¿como estas?-
-Muy bien gracias- dije sentándome a su lado- ¿y vosotros?-
-Sabiendo que me van a invitar a comer, muy bien también-
Intenté no reír ante las palabras de Angelo.
No quise ni dirigir la mirada a Dario, quería hacer como si no estuviera.
-¿Y quien os invita?-
-Mi hermano- dijo Enzo- pero no creas que es este pedante de aquí- todos sabemos de quien habla-
Eche un rápido vistazo a la mesa por si se me había olvidado a alguien y como no, dos personas habían pasado desapercibidas por mis ojos. Tenían bastantes parecidos entre ellos junto con Dario, sobre todo en el pelo rizado pero cada uno lo llevaba a su modo.
-Este es Dante- señaló su izquierda- y Darek- señaló al frente-
Estos dos me vieron unos segundos y luego a su hermano.
-Dante será el afortunado que pagara nuestro rico placer- dijo Angelo hacia mi-
La cara del nombrado cambio a una más seria rodando los ojos por lo que dijo.
-Que feo me parece que me pongas esa cara, a mi- se señaló- a tu mejor amigo-
-Lo que me parece feo es que nos presente hoy cuando la hemos visto tres veces contando está-
¿Como?
-Estabas tan concentrada en otras cosas que no paraste a ver quien más había- Darek se dirigió a mi tras ver mi cara de confusión-
-Lo siento- deseaba que mis mejillas no estuvieran rojas-, demasiadas cosas tenía por mi cabeza-
-Tampoco te sientas mal, a veces parecen como el viento llevando a una hoja- me dijo Mario- los ves aquí, te giras y los ves en la puerta-
Estuvimos un rato hablando todos menos Dario que no se había pronunciado, cosa que agradecía. Llegamos al punto de ellos hablaban y yo escuchaba ya que no tenía ni idea de lo que hablaban. Me puse a detallarlos a todos tomándome mi tiempo ya que nadie se daría cuenta.
-Trillizos- murmuré-
Tras ello todos dejaron a medias su conversación.
-¿Como?-
-Ellos tres,- dije- son trillizos-
-Oh por fin me miras bombón, creí que nunca lo harías- rodé los ojos-
-Dario, déjala-
-¿De verdad?- lo miré- ¿después de ayer vienes y me llamas como se te da la gana?-
-¿Que paso ayer?- preguntó Enzo-
-Nada, soló le dije sus verdades a la cara que más quieres que diga- se encogió de hombros- A ver Dante, no te parece raro que se junte con nosotros?-
-El nombrado me vio- Que mas da, no tengo intención de acercarme-
-Dejar el tema- se metió Angelo-
-Darek, me dirás que no lo parece?- él soló lo vio-
Todos los hermanos eran así de...mejor no diré nada.
Su silencio me lo dijo todo por lo que me levanté cogiendo mi botella de agua ya vacía y camine hacia fuera. Podía aguantar que Dario se metiera conmigo, pero que sus hermanos hicieran lo mismo sin conocerme me parecía pasarse demasiado.
Pequeñas gotas de lluvia caían sobre mi pelo. No pensé que podría llover. Caminé hasta una basura que quedaba cerca y tiré la botella de agua para luego caminar por debajo de algún balcón para que las pocas gotas que caían no fueran a mi.
Quisiera decir que había llegado a tiempo antes de que la lluvia fuera a más, pero para mi mala suerte que se presentaba hoy no fue así. Me quede debajo de un balcón donde detrás tenía una tienda de lo que parecían ser flores. Me quedé ahí abajo viendo los coches que pasaban por ahí esperando a que la lluvia se calmara para poder seguir.
-¿Te llevo?-
-Puedo irme cuando se calme- dije sin mirarlo-
Escuché un suspiró por su parte.- Se te cayo del bolsillo esto cuando te fuiste-
Me extendió un folleto que estaba doblado varias veces.
-Gracias- dije mientras lo cogí-
-Olvida lo que mi hermano hizo antes y lo que te pudo decir, siempre es así-
-¿También que tu insinuaras que...- suspiré- ya ni se lo que pudiste insinuar-
-Lo siento, pero cuando empieza es mejor seguirle el rollo-
-Mira Darek, me da igual- lo miré unos segundos- Ahora solo quiero llegar a mis clases y olvidarme de todo-