-...Jane...Jane-
Sentí como mi cuerpo se balanceaba levemente de manera lenta.
De mi boca salió un quejido que me hizo despertar abriendo los ojos un poco dejándolos entrecerrados.
-¿Que quieres?- dije intentando no dormirme del sueño-
-Llaman a la puerta- susurró a mi lado Dario-
-Si no hablas sobran que estoy durmiendo- dije ahora con los completamente cerrados-
Era cierto, se escuchaban cada cinco segundos unos leves golpes en la puerta pero no conseguirían quitarme el sueño.
-Por favor ves a ver quien es, antes que de eche al que está detrás de esa puerta- dijo él-
De malas maneras y con cansancio me alejé de las suaves y calientes sabanas y me acerqué a la puerta para abrirla levemente.
-Izan, que hora es?-
Escuché una risa por su parte.- Son las cinco, tranquila venia a despedirme- lo miré confundida- Esta semana mi clase se va de colonias, te lo conté hace dos semanas-
-Como comprenderás estaba durmiendo, normal que no me acuerde-
Él sonrió.- Dormilona- lo vi mal y bostecé- Bueno nos veremos pronto, deséame suerte-
-Suerte- hablé dormida-
Él negó con la cabeza sonriendo y beso mi frente para luego caminar hasta el final del pasillo y empezar a bajar las escaleras. Cerré la puerta de nuevo y me arrastre hasta la cama de nuevo sintiendo la mirada del chico que yacía semidesnudo en mi cama.
-Un día de estos lo mato- dije volviendo a taparme-
-Mejor sigamos durmiendo- dijo riendo bajo-
(...)
-Lo más seguro que es que nos esperemos a que todas vayan a su clase, por llegar un día tarde no pasara nada- hablé- La profesora seguro lo entiende- lo miré- O puedes salir por la ventana como en las películas-
-Estarás de broma- alzó una ceja- No está entre mis sueños salir de una habitación por la ventana bombón-
-Algún día tenía que llegar el momento en que lo hicieras-
-A ver,- apoyó su espalda en la pared sentado en la cama- ¿Por que tienes tanto miedo que planeas como salir por la puerta?-
-Por que tú- lo señalé- llamas la atención y a mí- me señalé- Eso no me gusta, y que salgamos por esa puerta- ahora mi dedo fue al objeto nombrado- No ayuda en que no llamemos la atención-
-Primero que todo relájate y deja de señalar a cada cosa que mencionas- se burló-
-No ayudas- hablé seria-, y hablo muy enserio cuando digo que no me gusta llamar la atención-
-¿Que te hace pensar que llamaremos la atención?-
-No me hagas responder esa pregunta- me recosté en el armario-
-¿Por que?-
-No quieres verme enfadada-
Fingió pensar.- Creo que si quiero verlo- sonrió haciendo que rodara los ojos-
-Deberíamos habernos levantado antes que todas y salir sin problema-
-¿Para que luego quisieras matarme al igual que a tu amigo?- dijo- no gracias-
-Fue solo al momento, no me gusta que interrumpan mi sueño- puntualicé- Y es mi mejor amigo-
-Lo que sea- le restó importancia- Vamos va, no es para tanto- insistió-
-Ya sabes que mi respuesta es un rotundo no-
-Podemos hacerlo por las buenas o por las malas, tu decides-
-Por ninguna, lo haremos a mi manera y sin quejas- dije mientras se levantaba-
-Eso es un por las malas entonces- dijo levantándose-
-Habló enserio Dario, que crees que dirán?-
Detuvo sus pasos para dirigir su mirada pensativa con el ceño fruncido.
-¿Te preocupa lo que puedan decir?- ahora todo parecía ser más claro- Jane, es es una autentica estupidez- soltó-
-Vaya, gracias- dije con ironía-
-A mi me da igual lo que digan los demás, no estamos haciendo daño a nadie ni a nada-
-Eres bueno- dije de mala manera cogiendo mis cosas-
Sonrió satisfecho y cogió su chaqueta. Por un momento quise preguntarle por sus cosas, per decidí no comentarle nada antes de que me arrepintiera de lo que estaba a punto de hacer.
Dejé que primero saliera él para así yo luego cerrar la puerta. En cuanto guardé la llave de la habitación, sentí una mano caliente abrazar a la mía por lo que ahí decidí mirar al suelo. Aunque no sirvió de mucho ya que a medida que las chicas salían de sus cuartos hablando entretenidas su tema de conversación quedaba a medias y luego todo se transformaba en susurros, aun que alguna no se molestaba en hablarlo en voz alta.
Se notaba a ciegas que mi compañero estaba lo más tranquilo, demasiado para mi gusto.
-Hemos llegado a su destino- dijo-
Habíamos llegado en cinco minutos a la puerta de mi facultad.
Le sonreí.- Gracias por acompañarme-
-De nada- me devolvió el gesto-
-¡Dario!, toma tus cosas- dirigió su mirada a mi- Hola Jane-
-Hola- respondí a Enzo-
-Que sepas que no pienso volver a ser tu recadero- le cuestiono a su hermano menor- Deberías ser un poco más responsable-
-Venga hermanito, solo a sido una vez- sonrió colgándose la mochila en el hombro-
-Ese es el problema- murmuro- Por cierto Brenda esta que se sube por las paredes, le dijiste que hoy la llevabas tú- dijo recalcando el "tú"-, a la escuela-
Ví como Dario cerraba los ojos lentamente al acordarse de la promesa hacía la pequeña, soltando una leve maldición.
-Prometo ir a buscarla- habló-
-Mas te vale- le señaló- ¿Vamos?- dijo esta vez hacia mí-
-Sí-
Empecé a caminar en dirección hacia el per un ruido hizo que girara de nuevo.
-¿No te olvidas de algo?-
Reí y deje un beso en su mejilla.- Nos vemos-
Ahora sí, me puse al lado del mayor y entramos a la facultad.
-¿Que clase te toca?- dijo viéndome-
-El profesor dijo que hoy no estaría por lo que me toca guardia- escuché un bufido de su parte- lo sé, a saber quien vendrá-
-Siempre puedes saltarte la hora-
-Ni hablar, te recuerdo lo que tuve que hacer para entrar?- lo vi dudar- No pienso arriesgarme-
-Pero a ver cuantas veces has faltado- se puso delante de mí-
-Ninguna-
-Nunca es tarde para empezar- dijo divertido-