Todo lo que seremos

Capitulo 11

Sin abrir mucho la puerta, estiré mi brazo hasta el mueble y lo agarré ajustando la puerta detrás de mi.

-Aquí lo tienes- se lo entregué-

-Gracias, te lo devolveré en cuanto terminemos-

-No te preocupes-

-Perdona- una voz hizo que las dos nos giráramos- ¿te importa si te la robo?-

La chica más pequeña a mi lado me miró y luego miró a Dante.

-Para nada, ya me a dado lo que necesitaba- se giró hacia mi- muchas gracias de verdad, prometo devolverlo enseguida-

Después de esas últimas palabras sonrió al chico y camino rápido hacia fuera.

-¿Que necesitas?- le dije-

-Hola, como estas? Bien y tu? Oh si muy bien gracias por preguntar-

Reí ante su monologó.- Lo siento- solo se encogió de hombros- ¿como estas?-

-Bien, tienes más clases?-

-Mhm, no- dije dudando- ¿porque?-

-Los chicos y yo tampoco tenemos más y ya nos vamos para casa, te apetecería venir con nosotros?-

-¿A vuestra casa?- él asintió sin duda- no se Dante, crees que a tus padres les guste esa idea?-

-Venga ya Jane, a mis padres no les molestara la idea- se apoyo en la puerta- además serias a la primera que presentamos-

-¿No acostumbráis a llevar a gente a vuestra casa?-

-No, solo a gente que realmente creemos que se lo merece, sin que suene. mal- se apresuró a decir- venga va, que dices?-

Suspiré.- Está bien- él sonrió enseguida- pero si tengo que irme por alguna urgencia me iré y ya-

-Vale, pero tú no podrás quejarte de nada- elevé una ceja- siempre abran excepciones- aclaró-

-Está bien-

-Ahora será mejor que vayamos bajando nos están esperando-

-¿Quienes?- dije caminando a su lado-

-Mis hermanos, quienes sino?- dijo con burla- hoy es uno de los días en los que terminamos a la misma hora las clases y nos venimos en un solo coche y volvemos juntos- explicó-

Dante abrió la puerta delantera del coche y iba a protestar pero recordé lo que unos minutos antes habíamos acordado por lo que me senté delante sin rechistar.

-Hola Jane- los otros dos hermanos detrás hablaron a la vez cosa que me hizo sonreír- ¿Ya estamos todos?- habló Enzo-

-A no ser que quieras llevar algún gato de la calle- habló Dario- entonces no falta nadie-

Enzo arrancó el coche y se incorporó en la carretera camino a la que sería su casa.

-Mamá pregunta que si vamos ya para casa-

-Dile que tardaremos cinco minutos,- habló Enzo- eso es lo que tardaremos en ir para casa- dijo con la vista en la carretera-

Varios mensajes sonaron en mi teléfono haciendo que los hermanos guardarán silenció y me vieran salvo Enzo que me vio unos segundos de reojo.

"Mas tarde te llamo, estoy estudiando". Eso fue lo único que le llegue a contestar.

-¿Todo bien?-

-Si, todo está perfecto- cerré el teléfono- es solo mi padre-

Al darse cuenta de la falta de información que les había ofrecido se dieron cuenta de que lo mejor era no seguir con ese tema de conversación. El resto de camino nos lo habíamos pasado en silenció escuchando la radio.

-¿Los demás están en casa?-

-No, todavía están trabajando aún que creo que sale antes hoy-

En cuanto el coche estuvo aparcado todos nos bajamos de esté y seguí a los hermanos hasta la puerta de entrada que fue abierta por el mayor de los tres.

-¡Ya hemos llegado!- gritó Darek-

Los cuatro se quitaron sus chaquetas y las colgaron como debías ser costumbre, mientras que yo solamente me la quité.

-Dame, la colgaré-

Le di la chaqueta a Dario sonriéndole mientras que Dante y Dario se iban a alguna parte de la casa.

-¿Nerviosa?- dije mi vista en Enzo-

-Un poco- sonreí de lado- pero nada que no pueda sobrellevar-

Antes de que nuestra conversación llegara a más, una pareja se hizo presente delante de nosotros junto con los dos que se habían ido fijándome en algún parecido entre ellos.

-Jane- empezó Darek- estos son nuestros padres-

-Caleb Kaufmann- me sonrió- y está de aquí es mi esposa...- dio pasó a la mujer a su lado-

-Beatrice Kaufmann-

Algo que cabía destacar era el acento de cada uno, se notaba a ciegas que la señora Kaufmann era de Italia y el señor Kaufmann, podía apostar que era alemán.

-Jane Fiore, encantada- les sonreí a ambos-

Los dos quedaron viéndome unos segundos analizándome de pies a cabeza en cuanto termine de pronunciar mi apellido.

-Es un placer que hayas venido- dijo la señora Kaufmann- no es muy habitual que nuestros chicos nos presenten a una chica, y menos tan guapa como tú-

-Muchas gracias y gracias por dejar que viniera- la mujer le restó importancia-

Sabía que habían encontrado algo raro en mí y no los juzgaba, cualquiera lo hubiera hecho incluso yo misma.

-Bueno si nos disculpáis- interrumpió Dante- iremos al salón a ver la televisión antes de que el tornado baje-

-No llames así a los pequeños- reclamó su madre antes de irse-

El señor Kaufmann en cambio se quedo parado durante unos segundo ahí viéndome hasta que decidió seguir el camino de su mujer.

Los cuatro nos sentamos en el sofá de la manera más cómoda posible y encendieron la televisión.

-¿Que podemos ver?-

-No se, pon algo y ya- respondió otro hermano- con tal de verla con tranquilidad-

Al final tanto pasar canales nos quedamos entretenidos viendo un programa en el que una persona decidía el tatuaje del otro y el sitio y no lo veían hasta que los dos lo tuvieran hecho, lo mejor de todo eran las reacciones de la gente al verlo.

-No, veremos Tenn Titans Go- dijo una voz-

-¡¡¡No!!!- dijo Dario a mi lado- ¿Porque no podíamos seguir así para toda la vida?- se quejó-

-Chicos, que os parece si vais al cuarto de papa y mamá- dijo Enzo-

-No,- habló el niño- queremos aquí-

Todos los hermanos soltaron un bufido.

-Mira Alex, es la chica con la que te chocaste- me señaló Brenda-

Él pequeño se giro a verme, dándome un gesto de su cara en el que podía confirmar que si recordaba quien era.



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En el texto hay: hermanos, saga, poliamor

Editado: 26.04.2025

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