-¿Sabes ya cuando vas a terminar esté trimestre?-
-No todavía no, pero espero que nos lo digan pronto-
Escuché un suspiró al otro lado de la linia.
-Si nos llamasen antes de tus vacaciones tendrás que venir si o si, lo sabes?-
-Lo sé- dije sin más-
-Ayer al final no me llamaste- ya tardaba en recordármelo- ¿que era más importante que llamar a tu pobre tío?-
-Ya te lo había dicho, estaba estudiando y se me olvido por completo-
-Que sepas, que me siento muy ofendido- Apostaba lo que fuera a que tenía una mano puesta en su pecho-
-No es para tanto, cada día te llamo- dije con una pequeña sonrisa- así que no debes exagerarlo-
-Bueno...- dejo la palabra en el aire-
-¿Hay algo que quieras contarme?- dije sentándome en la cama- se nota que quieres hacerlo-
-Créeme Jane, si quisiera contarte algo te hubiera insistido que me llamaras ayer- respondió- como los novios tóxicos-
-¿Como sabes tu eso?- reí- ¿A caso serás tú uno de esos?- bromeé-
-¿Que?- dijo- no, como puedes pensar eso de tu querido tío?-
-Era broma era broma- me apresuré a decir- pero ahora hablando seriamente...-
-No hay nada- me interrumpió- de verdad Jane- su tono era serio-
-Esta bien,- suspiré- te dejo tengo que terminar un trabajo- dije fijando mi vista a las bolsas que tenía encima de mi escritorio y en el de mi compañera-
Que suerte que no estaría por semanas.
Me despedí de mi tío y me puse manos a la obra, recogiendo mi pelo en un moño rápido, sencillo donde enseguida me empezaron a caer pequeños pelos que no llegaban a quedarse enganchados con la goma.
Durante está semana había acabado de imprimir todas las piezas necesarias para poder hacer la escultura. Los de segundo año, es decir yo tenemos que hacer una escultura inventada pero de un tamaño pequeño; los de último año lo hacen de un tamaño bastante grande.
Ordene todas las piezas en el suelo una vez puse papel de diario por todo este. En cuanto las tuve ordenadas puse el nombre de lo que era cada parte.
Ahora venía la hora de la verdad, cogí dos bolsas y saqué todos los potes de pintura. Esperaba tenerlos todos. Cogí las bolsas que quedaban y saqué pinceles de diferentes tamaños y grosor, y mi gran amigo el pegamento que me había costado media vida encontrarlo. Se llama Resina Epoxy y digamos que al final tuve que pedirla por internet, gastándomelas 48'99 con el bote grande, claro más transporte.
Vamos allá.
(...)
-Todavía le queda un poco- me dije-
Me senté sobre mis rodillas y suspire agotada, viendo el resultado haciendo que un mechón corto de pelo delante de mi cara saliera apartándose de está.
Había empezado a las dos de la tarde y había terminado a las cinco y media así que no estaba nada mal, lo único de pintura que me faltaba era pasarle el negro por las líneas que tiene cada pieza.
Me quedé lo que fueron unos cinco minutos revisando mis redes sociales hasta que varios golpes en la puerta llamaron mi atención.
-Massimo, Carlo- dije sus nombres al verlos delante de la puerta- ¿que hacéis por aquí?-
-Veníamos a ver a una chica cubierta de pintura, sabes donde la podemos encontrar?- dijo burlón Iker-
En cuanto dijo eso me maldice internamente. Seguro que estaba llena de pintura de pies a cabeza y el pelo hecho un nido.
-Que gracioso-
-¿Que estabas haciendo?- habló Massimo- desde aquí huelo a pintura-
Y eso que la ventana estaba abierta al completo.
-Pintar unas piezas de una escultura que tenemos por hacer como trabajo final de una asignatura-
-¿Como lo llevas?-
-Bueno, mi aspecto puede darte una idea de como lo llevo-
-Si, que no se te da muy bien mantener la pintura donde debería estar-
-Ja ja- le puse mala cara- que gracioso- ellos dos sonrieron- bueno y, necesitáis algo oh...-
-Veníamos a preguntarte si querías salir con nosotros, los mellizos también vienen i les haría mucha ilusión-
-Dirás que a vosotros os haría mucha ilusión- corregí-
-Un poquito- habló Carlo-
-No puedo salir con estas pintas y pasar por la habitación es misión de Spiderman, además a está hora todas van a las duchas-
-¿Porque tan temprano?- frunció el ceño Massimo-
-Fiestas que organizan, son inteligentes, si no van ahora luego será imposible-
-Bueno no importa, coge lo que necesites y dúchate en nuestra casa-
-¿Has visto mis pintas?- dije horrorizada- no puedes llegar a vuestra casa y ducharme como si nos conociéramos de toda la vida-
-Por una vez no pasará nada, además nuestros padres hace veinte minutos se fueron de casa para no se que- me incitó Massimo- no tiene nada de malo, nosotros te ofrecemos una buena ducha y tu a cambio vienes con nosotros-
-Exacto- concordó Carlocon su hermano- todos ganamos-
-Voy a por mis cosas-
(...)
-¿Que tal la ducha?
-Bien, me siento más limpia- él rió por lo bajo- gracias-
-De nada-
-Amm, creí que tus hermanos estarían por aquí-
-Lo están- fruncí el ceño sin entenderlo- solo que están en otra sala, vamos?-
Asentí y salimos del comedor pasando por un pasillo no muy estrecho pero no tampoco muy ancho, hasta que nos paramos delante de una puerta bastante colorida donde se escuchaba a sus hermanos hablar bastante alto.
-No te asustes- me dijo Iker antes de abrir- deben estar jugando con la consola y se vuelven locos-
-No te preocupes- le aseguré-
Esté sin más abrir la puerta dejándome pasar a mi primero para luego cerrar la puerta.
-Carlo, dile a Alex que me deje lleva dos carreras- Brenda apareció en nuestro campo de visión-
-¿Se lo has pedido o se lo has exigido?-
-¿Para que preguntas si ya lo sabes?- su hermano negó divertido con la cabeza- oh, hola Jane- vi que se dirigía para abrazarme por lo que me agache un poco-
-¡Jane!-
En un abrir y cerrar de ojos había caído de culo contra el suelo mientras escuchaba a Brenda quejarse, mientras su mellizo me abrazaba.