Todo lo que seremos

Capitulo 25

Desde ayer que evitaba a los hermanos. No solo por lo que había pasado a noche, sino por que me desconcentraban de mis deberes y esta semana no estaba para agobios de mas.

-Bien chicos para el próximo día quiero que terminéis este ejercicio, y los quiero a primera hora encima de mi mesa-

Una vez terminó la campaña sonó alegrándome por que era mi última clase de hoy.

Recogí mis cosas de la taquilla y me colgué allá mochila, para salir de la facultad.
Había decidido pasarme una semana en casa de mi tío para ver cómo avanzaban las cosas con el tema de mi padre.

Antes de ir hacia la casa, giró a medio camino desvirándome hacia al centro comercial para ir por fin a la tienda de deporte. Ahora que estaba con mi tío y que tenía la ventaja de que él entrenaba de vez en cuando, no tendría que pagar a un gimnasio.

Cuando subí las escaleras mecánicas sacó mi teléfono y le mando un mensaje a diciéndole dónde estoy, para que no se vuelva loco.

En cuanto llegó al segundo piso me dirijo a a la tienda que estuve buscando a noche por internet.
Tenía que aprovechar que no había mucha gente ahora y así llegar temprano.

Entro a la tienda y me paseo por los pasillos hasta que encuentro los pantalones y algunas camisetas, por lo que agarro cinco leggins y cuatro camisas.

Seguí por los pasillos hasta que llegue al pasillo donde supuse que estarían las cosas que realmente buscaba.
Había visto enseguida las tobilleras, por lo que agarre un par, y unos guantes. Llevaba puede que diez minutos buscando el cinturón, cosa que parecía ser imposible.

-¿Puedes hacerme caso a mi al menos?- ¿Es enserio? De todas las tiendas que hay...-

-Hey- dije fingiendo una sonrisa- ¿Que haces por aquí? En...- me quede unos segundos viendo a mi alrededor- ... esta tienda- sonríe de lado-

-Hemos venido a comprar un par de cosas para nosotros en casa- dijo viendo a lo lejos a sus hermanos- ¿Por que no contestas a sus mensajes?-

-Vaya, que directo...- suspire- Oye Enzo, siento mucho que parezca que os estoy ignorando...-

-Es que nos estás ignorando- dijo interrumpiéndome divertido-

Rodé los ojos-... pero es que sigo molesta con tus hermanos por Dario-

-Entiendo que te molestará pero,- se encogió de hombros metiendo las manos en los bolsillos delanteros de los pantalones- tienes que entender nuestra parte-

-Y la entiendo pero vosotros también tener que entender su parte- volví a insistir-

-Mis hermanos ya me dijeron que hablarían con él porque no dejabas de insistir-

-¿Enserio?- alcé ambas cejas-

-Por increíble que parezca, si- me afirmó- Oye, tienes algo que hacer esta tarde?-

Di un repaso a mi agenda mentalmente.- No, nada, por qué?-

-Bueno, cada cierto tiempo hacemos una fiesta- dijo entre comillas- entre nosotros, y haces la cena o aveces pedimos un montón de comida, vemos películas...-

-¿Una fiesta de pijamas?...-

-Si... algo así- dijo rascándose la nuca de manera vergonzosa- Nos preguntábamos si te gustaría venir-

-No lo sé... a lo mejor es incómodo con lo de ayer...- dije insegura-

-Para nada, los mayores están en casa con mamá y papá a reglándolo, los demás nos hemos escapado antes de que nos pillaran-

-Tengo que comentárselo a mi tío para que lo sepa- eso lo hizo sonreír- Pero, cuando tengo que estar en vuestra casa?-

-Ven cuando quieras, estaremos esperándote-

En un movimiento inesperado se inclinó y dejó un beso delicado en mi mejilla, para luego ir a buscar a sus hermanos, mientras a mí me dejaba con las mejillas rojas a más no poder mientras me quedaba viendo por donde se iba.

Bien Jane, hagamos que no paso absolutamente nada; sigamos a nuestro rollo.

Y si, hice exactamente eso mientras en mi mejilla seguía ese cosquilleo. Incluso me compré un batido de vainilla.

En cuanto el centro comercial empezó a llenarse, decidí volver a casa de mi tío.

-¡Ya estoy en casa!- Justo paso delante de mi Luca quien quedo quieto al instante cerrando los ojos- Perdón-

-No si es culpa mía- suspiró- tú tío está arriba- vio la bolsa que llevaba- Esto es del gimnasio?-

-Aja-

-Trae, lo dejaré ahí-

-Gracias- se la di y camine para arriba-

Lo más probable es que tuviera que sacar mis métodos para poder convencerle de que dejara ir a casa de mis hermanos Kaufmann.

Llamo a la puerta y entro cerrándola detrás de mi.

-¿Ya has comprado lo que necesitabas?- dijo con la vista en los papeles-

-Asi es-

-Y,- alzó ligeramente la vista para verme- que es lo que me vienes a pedir?-

Lo miré ligeramente indignada- ¿Como puedes pensar eso de mi?- me miró con una ceja alzada- Esta vez has acertado, bueno a medias-

-¿A medias?- Ya mme prestaba total atención-

Asentí con mi cabeza- Vengo a avisarte de que esta noche no dormire aquí-

-Pues lo siento mucho pero no- se adelantó-

-Pero si ni siquiera sabes donde voy a quedarme-

-No hace falta que me digas donde- volvió a mirar los papeles- Me hago una idea-

-Pues a lo mejor estas equi-

-¿Incluye algun Kaufmann?-

<<¡Pillada!>>

-Nop-

-Y yo soy rubio- dijo sarcastico-

Yo en cambió rodé los ojos.

-Bueno, yo solo venía avisarte de que mañana vendrían después de comer o despué de desayunar-

-Jane, tu no vas a salir a ningun sitio- exigió- Tú te va a quedar aquí y vas a dejar en paz a esa familia-

-¡Pero si su padre nos está ayudando con el caso!-

-¡¿Y te crees que me hace ilusión?!- Gritó él contra mí- ¡Vas a terminar metiendo a una familia en problemas de los que no pintan nada!...¡Y ya no por los mayores, sino por los niños pequeños que tienen!-

-¡No pongo a nadie en peligro si intento fingir una vida tranquila!- reproché de alguna manera- ¡Yo nencesito salir como los de mi edad, hacer viajes, llegar tarde a casa, emborracharme, salir a cenar,quedar con amigos!-



#1716 en Novela romántica
#59 en Joven Adulto

En el texto hay: hermanos, saga, poliamor

Editado: 04.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.