-Señor Kaufmann- esté me miró con reproche-
-Jane, llámame Caleb todavía soy muy joven- susurré un perdón mientras el sonreía- Venga, vamos arriba tenemos mucho de que hablar-
Yo asentí y caminé escaleras arriba detrás de él.
Esperaba que no se hiciera muy seguido el venir aquí.
-Bien- cerro la puerta y se sentó en la silla- Bien, ayer recibí un correo del bufete de Los Ángeles-
-¿Los Ángeles?-
-Si, tengo un amigo allí que está al tanto del caso- me hizo entender- Me a comentado que algo a pasado- frunciéndoos el ceño- En el aspecto de que tu padre no a salido dentro de lo que es legal-
-Me estoy perdiendo- dije cortándolo- ¿Quieres decir que el juicio estaba comprado?-
-Lo estaba- me aseguró-
-Entonces por mucho que hubiera llegado esa carta no hubiéramos conseguido nada- dije pensando-
-Exacto- dijo cruzando las manos encima de la mesa- Esta investigando quien dio el permiso y quien era este juez. En el caso de que tengan las pruebas suficientes ellos ni pueden hacer nada, pero en Alemania si-
-Se que es prácticamente imposible lo que pido, pero no quiero volver a Alemania- casi parecía una niña pequeña-
-Lo entiendo, pero no habrá otra forma. Prácticamente ahí están todos los documentos, firmas, ficheros, Pen drives...-
-¿Por que no empezar por ahí?-
-Necesitan pruebas que confirmen que tu padre se a largado de forma ilegal, que todo esto se ha hecho sin permiso-
Me quedé pensando unos segundos.
-¿Nosotros no podemos hacer nada?-
El soltó un leve suspiro.-Me temo que lo único que podemos hacer es esperar- fui a replicar pero levanto su mano haciendo que esperara a replicar- Pero ya me he dado cuenta de como eres, y que no estas dispuesta a esperar, así que me he dado el lujo de pedir un permiso para poder investigar por nuestra cuenta. Siempre y cuando yo de las pruebas bien justificadas-
Asentí con la cabeza muchas veces.
-Antes de seguir, quería pedirle una cosa-
-Claro, adelante-
Aclare la garganta.- Como comprenderá, no quiero que sus hijos se enteren de esto, y ya me dejo claro que no quieren que sus hijos se metan es esto- el asintió sin apartar la mirada- Por lo que por mi propia comodidad y seguridad junto la de su familia es que nos encontremos en su despacho del bufete-
-Está bien, entiendo tu petición. Pero deberá de ser tarde, cuando haya acabado con mi horario laboral-
-Bien, no tengo problema- dude un segundo antes de seguir hablando- Sobre la chica que murió tengo algo que puede servir, pero no se si sirve para la información en cuanto a mi padre-
Frunció el ceño sin entender.
-¿Como una prueba?-
-Bueno- cogí el bolso del suelo y lo saqué de está para dejarlo encima de la mesa con cuidado tocando con un papel- Esto estaba en la puerta de mi cuarto en la residencia cuando llegue de clases- Me fije en su cara, era como mi reacción- Estaba envuelto cuando lo encontré-
-Lo... lo has tocado?-
-Solo con clínex, no me atrevía-
-Bien, creo que- Suspiró levantándose de la silla- Necesito un momento-
Asentí apretando mis labios entre si.
Creo que esto era peor de lo que me habla imaginado.
(...)
Llevábamos alrededor de diez minutos viendo mi libro encima del escritorio con manchas de sangre que no éramos capaces de abrir.
-¿No había ningún papel cuando abriste el paquete?-
Miré un segundo a Carlo que estaba junto con nosotros y su madre, después de que Caleb los llamara, cosa que me sorprendió.
-No, y tampoco creo que haya algo dentro de el, como mucho papeles míos llenos de apuntes que no saque cuando le di el libro-
-Quien sea que haya sido sabe quien eres- dijo Beatrice mirándome- La residencia no es segura para ti-
-Mama si lo vemos desde esta perspectiva, aquí no tiene ningún lugar seguro, menos con su tío por aquí-
-Deberíamos llamarlo- dije-
-No- dijo Caleb enseguida- Mis hijos están a punto de llegar y no quiero que sospechen-
-Tenemos una hora- contestó su hijo-
-No tenemos suficiente para hablar de esto en una hora-
Suspiré.-¿Y tenemos una hora para poder ver lo que hay dentro o llamar a la policía para que lo vean ellos?-
-¿Vas a arriesgar a darle esta prueba a la policía?-
Por lo que se ve y lo poco que me han explicado, Carlo a tratado bastantes casos de estos y ya había descubierto quien era yo, y no pensaba rechazar su ayuda a pesar de que no lo quería entre medio de todo esto.
-No podemos verlo por nosotros mismos, es demasiado arriesgado- le dijo su madre cosa que coincidía-
-Podemos llamar a Kevin- Caleb miraba a su hijo-
-Podemos llamarle- asintió- Pero, está noche lo voy a ver, así que se lo puedo comentar-
-Mientras, Jane esté libro se quedara aquí, no podemos dejar que tengas mas problemas- asentí viendo a Beatrice- Yo lo guardare, mientras para que nadie lo encuentre-
-Mama mejor que no toques nada tu- Esta se cruzo de brazos- No quiero que mi madre se involucre en algo que ya lo está demasiado-
-¿No le dirás nada?- le pregunto a su marido que este le negó con la cabeza-
-Siendo honestos- me metí en la pequeña discusión- Carlo ya está metido en esto- Miré a esté- Y en teoría ninguna de tus hermanos, incluyéndote, no entráis en nada de esto-
-Demasiado tarde para eso conejita- Alce una ceja tras arrugar la nariz-¿No crees?-me pregunto pero ni respondí- Ademas, es cuestión de tiempo de que todos ellos se den cuenta de o que ocurre, y solo pueden pasar dos cosas-
-Ilumínanos- dijo su padre-
-Que se cabreen por ocultarles esto y solo decírmelo a mi, fastidiándoles la amistad, o dos que encima quieran formar parte de esto-
-Y ninguna me gusta- susurre pero Beatrice me escucho-
-Jane, he criado a mis hijos y se como son- trague saliva- Podrán enfadarse, pero no te dejarían sola-
Me quedé pensando unos segundos las mil escenas y ninguna me gustaban.