Todo lo que seremos

Capitulo 38 (Final)

Ha pasado un mes desde aquella noche en que todo se desmoronó.

Los mellizos, Brenda y Alex, aún no han sido encontrados, y cada día que pasa es como un reloj de arena que nos recuerda lo lejos que estamos de traerlos de vuelta. La policía ha registrado la mansión Kaufmann varias veces, en busca de pistas sobre mi padre o los responsables de la explosión, pero sus esfuerzos han resultado infructuosos.

Izan se ha mudado a un nuevo piso, buscando algo de estabilidad junto a su nueva novia, Clara. Aunque sigue ayudándonos en todo lo que puede, se nota que intenta mantenerse al margen de todo este caos. Mi tío Lorenzo, tras semanas apoyándonos, decidió regresar a Italia para manejar los negocios familiares desde allá, pero sigue en contacto constante, ofreciéndonos su apoyo desde la distancia.

Los Kaufmann, después de perder su hogar, se mudaron a otra mansión. Es más pequeña y discreta, pero no deja de ser impresionante. Ahora, todos vivimos juntos, compartiendo un espacio donde intentamos reconstruir lo que queda de nuestras vidas mientras enfrentamos esta tormenta.

Mi relación con los hermanos Kaufmann... es complicada. Aunque los lazos entre nosotros se han vuelto más fuertes, también han surgido tensiones. Darek y Enzo intentan mantenernos unidos, mientras que Carlo y Massimo chocan constantemente por la dirección en la que deberíamos movernos. Dante e Iker parecen más distantes, aunque sé que es su manera de lidiar con el estrés. Por momentos, siento que todos estamos al borde de un abismo, tratando de no caer.

Por consejo de mi tío, comencé a ir a terapia hace dos semanas. Hablar con alguien sobre lo que siento, sobre mis miedos y dudas, ha sido un alivio inesperado. Aún así, cada sesión es como abrir una herida que nunca termina de sanar.

Hoy, mientras estoy sentada en el despacho improvisado de la nueva mansión, revisando las últimas notas que nos dejó Caleb antes de desaparecer, siento que algo está cambiando. Hay una carta encima de la mesa, sin remitente, que llegó esta mañana.

La abro con cuidado, mientras mis manos tiemblan. Es una nota corta, escrita con una caligrafía elegante y precisa:

"El juego no ha terminado, Jane. Estás más cerca de lo que crees. Pero, ¿estás lista para lo que viene?"

Mi corazón se acelera al leer esas palabras. Llamo a Carlo, quien llega de inmediato, seguido por Massimo y Darek. Les muestro la nota, y sus rostros reflejan la misma mezcla de confusión y alarma que siento yo.

—Esto es de él. —Susurra Carlo, apretando la nota en sus manos.

—O alguien que trabaja para él. —Responde Massimo, con los ojos entrecerrados—. Pero esto significa que no estamos tan perdidos como pensábamos.

—¿Y qué se supone que hagamos ahora? —Pregunto, aunque ya sé la respuesta.

Darek me mira con una calma que no encaja con la situación.

—Ahora, seguimos jugando, Jane. Pero a nuestra manera.

Sus palabras resuenan en mi mente mientras los demás comienzan a discutir estrategias. Me quedo mirando por la ventana, donde la lluvia golpea el cristal, preguntándome cuánto más podremos soportar antes de quebrarnos.

Lo único que sé es que el próximo movimiento será crucial. No solo para salvar a los mellizos o devolver a mi padre a la cárcel, sino para descubrir hasta dónde somos capaces de llegar... y si nuestra extraña relación puede sobrevivir a lo que viene.

Fin de la Primera Parte.



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En el texto hay: hermanos, saga, poliamor

Editado: 04.05.2025

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