Capitulo 1

Sabía que lo que estaba haciendo no era lo correcto, pero todo lo hacía por él. Nunca en su vida se había escapado de casa, tenía temor al imaginarse como estaría su madre al darse cuenta que no se encontraba en su habitación durmiendo.

—Hola chicos —saludo a su grupo de “amigos” en el cual está formado por jóvenes entre 22 y 25 años, por lo tanto, ella era la más jóvenes del grupo con apenas 16 años.

—Hola —saludaron todos a la misma vez. Sonrió al verlo, se acercó a él para sentarse a su lado, para luego sentir como él agarraba delicadamente de su mentón para juntar sus labios. Su aliento por así decirlo tenía una mezcla entre alcohol y marihuana. Se alejó de él ya que sentía las ganas de vomitar, pero se contuvo.

—¿Cómo estás? —pregunto él, mientras posaba su brazo por encima de sus hombros y la apegaba a su cuerpo.

—Bien…solo que estoy un poco nerviosa —dijo mientras veía como un chico del grupo se acercaba a ofrecerle un vaso en el cual suponía ella que podría contener alcohol. Negó, aquel se alzó de hombros y se lo ofreció a él quien lo acepto con gusto.

— ¿Cuéntame que te atormenta, Zafiro? - volvió a preguntar.

—La reacción de mi madre cuando se entere que me escape —dijo jugando con sus dedos. Desde que empezó a salir con él, ha recibido tantos castigos por parte de su madre que no quiere ni imaginar lo que se viene.

—Relájate— fue lo único que él le dijo.

(…)

Llevaba alrededor de dos horas con él, su estómago dolía de tanto reír, lagrimas salían de sus ojos al escuchar todas las bromas que decía una chica del grupo.

—Quiero comentarte algo —dijo él quien prácticamente se encontraba borracho, asintió, pero aquella estaba prestándole más atención a las bromas que decían— Eres mía Zafiro Rojas ¿Cierto?  —pregunto este, esperando la afirmación de la menor. Pero la chica se empezó a reír sabía que lo que él decía, era “bromeando”.

—Solo tuya —contesto, brindándole un beso en la mejilla. Él negaba lentamente.

La reunión se había acabado. Zafiro caminaba hacia su casa, justamente cuando estaba llegando a esta se encontró con el carro de su padre, se extrañó ya que él y su madre estaban divorciados, se alzó de hombros y en el momento en que iba a abrir la puerta esta se abrió dejando ver a su madre quien la cogió de la muñeca para adentrarla a la casa, cerro de la puerta y se la llevo a la sala de estar donde se encontraba si hermano mayor Zaimar y su padre.

Su madre la obligo a sentarse al lado de su hermano quien la miraba con decepción, su madre y su padre se sentaron al frente mío.

—Nunca pensé que ibas a hacer algo así, Zafiro —pauso, sabía que su madre se estaba controlando —Y todo desde que empezaste a salir con ese chico —dijo.

—¿Quién es ese "Chico"? —pregunto su padre, rodeo los ojos después de tantos años viene el a preocuparse por mí.

—Ese "Chico" es mi novio y se llama Cesar —dijo cruzándome de brazos.

—Zafiro ya no sé qué voy a hacer contigo —dijo su madre quien se pasaba una mano por la cabeza, se notaba estresada.

—Pásame tu celular —pidió su padre, la joven al escuchar aquello empezó a negar.

—Tú crees que te voy a hacer caso, cuando te desapareces por 5 años y luego apareces hace dos semanas como si todo entre nosotros estuviera bien, antes alégrate que te siga llamando padre —dijo finalizando aquella “reunión”, para levantarse del sofá y dirigirse a su habitación ignorando los llamados de su madre y padre, cerró la puerta de su habitación para luego tumbarse en su cama boca arriba.

Minutos después la puerta se abre dejando ver a Zaimar quien se sentó en uno de los bordes de la cama para después observar a su pequeña hermana.

-Ahora me vas a regañar-dijo Zafiro, esté negó.

—Zafiro, me sorprende tu comportamiento —dijo. Con Zaimar se entendía más que con sus padres. —Desde que te hiciste novia con el vago de Cesar, cambiaste demasiado. Ese chico no es bueno para ti Zafiro, yo sé que ese chico es un bueno para nada que vive del dinero de su padre y que solo dedica a beber y fumar esa cosa. ¿Dime te ves con este chico en un futuro? —pregunto, aquella se quedó callada no sabía que responder.

—Ves, hasta tu sabes que no, dime que es lo tu qué crees al ver a un de chico con 23 años con una niña de 16 años —dijo.