Todo por el maldito contrato (ae #1)

07

07: Padres

Narrado por Marianne:

Salí de la oficina del abogado y me dispuse a tomar un taxi. Pero una voz me detuvo.

- ¿A dónde crees que vas?—. Era la segunda vez que hacía que mi piel se erizará.

- A mi departamento. ¿A dónde más crees que me voy ha ir?—. Respondí tajante.

- ¿También te olvidaste que te dije que iríamos a la casa de tus padres para anunciar nuestro compromiso?—. Cierto lo olvidé. Pero algo no me cuadra, no tenemos anillo.

- Pero no tenemos los anillos—. Cambie el tema, pero en parte era cierto. Él pareció tampoco haber recordado esa parte fundamental.

- Entonces vamos a comprarlos, tú los eliges, tengo malos gustos para eso—. Se nota.

- Bueno, pero no podemos demorarnos mucho, mis padres se pueden preocupar—. Aparte no quiero estar mucho tiempo con él. Me hacía sentir nerviosa por alguna razón.

***

- ¿Te gustan esos?—. Me preguntó la encargada de la tienda, que hace rato le estaba haciendo ojitos a mi... Perdón a Joshua.

- Me gustaría que dejaras de coquetear con mi prometido—. Joshua sonrió burlón.

- Oh si claro, disculpe señorita—. Le sonreí más falsa que las tetas de una de las amantes de Joshua.

- Me gusta ese—. Joshua señaló unos anillos que relucían entres todos, para tener mal gusto no estaba tan mal.

- Si le gustan, son los únicos que resaltan—. Me acerqué a ver el precio y abrí mis ojos como platos ¡Esos anillos valían lo mismo que un departamento!

- ¡Ey! ¿Que te pasa?—. A mi lado apareció un Joshua preocupado.

- Eh... El... Precio... ¿Ya lo viste?—. Las palabras no salían completas y con toda la inocencia de mundo dije:.— Son muy caros, mejor buscamos otros.

- Ey Britanny, los llevamos—. Señaló los anillos y me miró burlón.— Tranquila mi amor, yo los pago.

- No me digas a... —. Me calle por qué me di cuenta que una cámara nos estaba fotografiando, él me agarró de la cintura y me dió un beso en la cabeza.

- Actúa Marianne, sólo sonríe—. Asentí y me tranquilice.

Britanny salió con los anillos empaquetados y en una bolsa, escribió algo en un papel que no logré distinguir que era, ellos lo metió en el bolsillo de su saco y se retiró contorneando las caderas. Me acerqué rápidamente a Joshua quien me miraba sonriente, saqué el papel y lo leí.

- Perra—. Susurre mientras arrugaba el papel, ¡Le había escrito su puto número!

- No sabía que era tan posesiva señorita Brown—. Creo que fui muy evidente.

- Te dije que no iba a quedar como la cuernuda frente a todos—. Ruego a Dios para que me crea.

- Uy si claro Marianne—. Respondió sarcástico.

***

Nos encontrabamos en la puerta de la casa de mis padres. Toque el timbre y mi madre salio con un delantal que decía: "La cocinera mas sexy que podrás ver en tu vida". Creo que debimos haber avisado que veníamos, pero perderme este espectáculo, ni muerta. Es que muy pocas veces se ve a Miranda Brown sonrojada.

- ¡Chicos! ¿Cómo estan? ¿Porqué no me avisaron que venían?—. Mi madre queria disimular su enojo pero no le salia ni un poco bien.

- Queriamos darte una sorpresa mamá—. Quería estallar en carcajadas pero la mirada que me lanzo mi madre me hizo callar.

- Me hubieras avisado si quiera que traerías a Joshua, pude haber preparado pie de manzana—. Si, mi mamá ama Joshua.

- Hoy vengo por otros asuntos Sra. Brown—. Dijo agarrando mi mano, ella nos miró confundida, yo me quedé helada viendo como el rostro de mi madre se iluminaba.

- ¡Hablemos en la sala! ¡Estoy emocionada!—. Nos jalo a los dos del brazo y nos llevó hacia los sillones.— ¡Siéntense, llamaré a Eduardo!.

Se fue hacia la habitación de mi padre.

- Parece que no se lo tomarán tan mal—. Dije mirando el enorme anillos que reposaba en mi dedo.

- Tranquila, te ayudaré a contarlo.— Agarró mi mano y me miró con sinceridad.en ese momento se escuchó un grito.

- ¡Te lo dije Eduardo! ¡Se ven hermosos!—. Grito mientras nos tomaba miles de fotos.— Creare un álbum en mi febush.

- Facebook, mamá se dice facebook—. Le respondí riendo.

- No importa—. No quitó la sonrisa de sus labios.— ¡Ahora dinos que tenía que decirnos!.

Mi papá sólo sonríe mientras nega con la cabeza.

- Buenas noches señor Eduardo—. Joshua se levanta y le estrecha la mano a mi padre él cual la recibe gustoso.— ¿Se ha recuperado?

- Si, estoy mejor hijo, gracias por preocuparte—. ¿Hijo? Estoy jodida.

- Bueno ya hablen—. Mi mama parece que se inquieta.

- Nos vamos... —. No puedo decirlo, siento un nudo en la garganta y finjo emoción.

- ... A casar—. Completa Joshua ya que vio mi incomodidad.




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