todo por mis cachorros

No despierta aún

Deaton dijo que tardarían en despertar, los dejaron conectados a un suero para ayudar con su desnutrición, pero no los iba a curar completamente solo les daría tiempo. La necesidad de que despierten era grande, debían alimentarse rápido, pero estando dormidos sería imposible.

 

—¿qué creen que les haya pasado? — pregunto Theo sentado junto a Malia

—cuando los encontramos el mayor pidió ayuda, escapaban de algo o alguien — explicó Peter

—quienes les harían daño, son solo niños — dijo Lydia triste

—debemos encontrarlos y hacer que paguen — dijo el kanima y Kira le dio la razón a su amigo

—bien, deben descansar en un rato estará la cena y luego a dormir — ordenó Derek — todos tienen escuela y no faltaran

 

Todos siguieron las órdenes del alfa, la noche pasó rápido y con la esperanza que despertaran al día siguiente. Deaton llegó al día siguiente para revisarlos y no hubo mucha mejoría, dijo que debieron haber despertado esa mañana y que no lo hicieran era preocupante para el druida.

 

—chicos realmente me preocupa mucho que no despierten, necesitan que revise a sus lobos para saber como están y saber que les paso — dijo el druida a la manada que lo miraban preocupados

—¿qué podremos hacer hasta entonces? — preguntó el cazador

—solo nos queda esperar, no podemos forzarlos a despertar porque podría dañar a los lobos y despertar a la chispa podría ponerse violenta e incontrolable matando al chico en el proceso, un lazo roto de ese tipo en los niños podrían matar a sus lobos y convertirse en humanos si llegan a sobrevivir — saber lo que puede hacer forzar su despertar asustó a muchos, pero que no despierten asusta también

 

Nos quedamos callados analizando el tema hasta que un llanto se hizo presente en la mansión, algunos se miraron y corrieron hacia los cuartos de los niños. Al abrir la puerta miraron al que parecía el menor despierto llorando, Deaton se intentó acercar pero solo causó que el niño llore más fuerte.

Derek dio un paso al frente y encendió sus ojos calmando los llantos del niño, Peter se acercó poco después, pero el niño los miraba con miedo.

 

PETER

—Tranquilo — dije acercandome al niño que hacía llorar a mi lobo — no te haremos daño, solo queremos ayudarte — el niño se acercó más a su hermano que seguía durmiendo

—¿mamá? — pregunto mirando al Hale mayor

—está aquí, en el otro cuarto — dijo con una sonrisa intentando tranquilizarlo

—quedo mamá — dijo con un puchero y sus lágrimas corriendo por sus mejillas rojas del llanto

—te llevaremos, pero debes tranquilizarte y comer algo primero — propuso el mayor y el niño dudo pero asintió

 

Derek bajó y trajo unas frutas fáciles de comer para el niño, Deaton dijo que era mejor las frutas suaves ya que parece que el estómago del niño no comía cosas pesadas o duras regularmente. Me acerqué a darle una mandarina, él la tomó y empezó a comer desesperado.

 

—tranquilo — tomé sus manos — come despacio, nadie te lo quitara — dije con una sonrisa, él asintió y empezó a comer despacio

 

Derek se intentó acerca pero le empezó a gruñir, lo detuve asegurando que no le haría daño, lo miró unos segundos y deja de gruñir, luego miró a la manada y empezó a salirle sus garras lo cual me sorprendió ya que debieron salir desde que despertó, pero parecía que controlaba bien a su lobo. La manada salió y solo nos quedamos mi sobrino y yo mirando al niño comer su mandarina.

—quedo a mamá — dijo una vez que termino de comer su mandarina

—bien, vamos — lo tome de la mano y fuimos al siguiente cuarto donde esta la chispa

 

Una vez que abrimos la puerta el niño se soltó y corrió hacia la cama intentando subirse, lo tomé en brazos y lo ayudé a subir ya que la cama era alta.

 

—mami, mami — dijo moviendo su brazo — alfa mao no ta — sus palabras entristecieron mi corazón, ¿acaso un alfa las maltrataba?

—tu mami está dormida — dijo Derek acercándose al niño — debe descansar

—¿po qué? — pregunto — ¿ya no quiede? — pregunto triste

—claro que te quiere, solo debe descansar — le dije con una sonrisa

—pero afa mao nos pega — dijo con un puchero — mami lloda mucho, no quedo llode — unas lágrimas cayeron de sus ojos

—nadie los lastimara, aqui estaran a salvo — dije tomándolo en brazos — nadie les hará daño cachorro — deje un beso en su frente y él recostó su cabeza bostezando

 

Poco después el niño se quedó dormido en mis brazos, lo dejamos junto a su hermano para que no se asustara al despertar.

—Debemos encontrar al maldito alfa — dijo Derek —¿cómo se atreve a maltratar a mi luna? — gruño molesto

—te diste cuenta — le dije mirando al niño

—no fue muy complicado, mi lobo aúlla por su luna y sus cachorros

—¿ya los tomo como tuyos? — pregunte sorprendido

—claro que si, son cachorros de mi luna, son míos también — sentenció




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