B&W era una marca de cosméticos que llegó como nuevo cliente a RecordVideo. Y venían con una propuesta para la imagen de la campaña: Lauren Coleman.
—No puedo hacerme cargo de esa campaña, Lauren me odia, sería muy incómodo trabajar con ella.
—Tal vez ya se le pasó el coraje, nadie vive molesto tanto tiempo, y menos si es por una tontería como lo de Lauren.
—No fue tontería, Jon. Aquellos licenciados despreciaron su trabajo por quererme a mí, obviamente iba a pensar que fue culpa mía.
—Ambas son adultas, tú sabes que solo cumpliste con tu trabajo, pudieron despedirte si no aceptabas, puede entenderlo.
—No ella, Lauren es muy complicada a veces.
—En todo caso, no debes de seguir creyendo que la culpa es tuya.
—Sé que no fue mi culpa, yo no quería volver a modelar.
—Pero aceptas que ella se enoje contigo por creer que tienes la culpa.
Me le quedé mirando sin responder.
—No puedo trabajar con ella, simplemente no puedo.
—Y no tienes por qué hacerlo, pídele a Christian que él se haga cargo, puedes ayudarlo con eso del maquillaje y las cosas que haces, pero cuando se tenga que tratar directamente con Lauren, que lo haga él.
—Sí, probablemente acepte, él sabe que sería difícil para mí trabajar con ella.
—Bueno, ya hablarás de eso con él mañana, tranquila —me tomó del hombro para darme ánimos.
Ambos fuimos hasta el pequeño restaurante donde servían la pizza favorita de Jon. Quisimos quedarnos, pero varias chicas lo reconocían y dijo que era mejor idea pedir para llevar, pues nos estarían molestando a mitad de la cena.
—Son las desventajas de ser famoso, ya no puedes ni salir a la esquina sin que la gente te reconozca y te pida un autógrafo.
—O los reporteros o paparazis te hostiguen e inventen chismes para las revistas.
—Veo que no te agradan los reporteros.
—Sé que solo cumplen con su trabajo, pero no me gusta que puedan inventar cosas que la gente se cree con facilidad.
—Como lo que tú y yo tenemos un romance.
—Exacto, es como si no pudiera salir con ningún chico porque ya dirán que es mi novio, ¿qué no puedo tener amigos?
—Sabes, últimamente en las revistas comentan cierta rivalidad entre mi banda y Dark Demons.
—Ambos han subido mucho su fama en tan poco tiempo.
—Es irónico porque fuiste novia de Verona y ahora tú y yo somos amigos.
—¿Qué quieres decir?
—Nada, nada, yo solo comentaba.
*
Al día siguiente, le mostré a Chris mi propuesta para B&W. Él lo comprendió todo y le pedimos al licenciado Johnson que estuviera de acuerdo en que solo Christian se hiciera cargo. Claro que yo le ayudaría con las cosas técnicas, pero él trataría con el personal y los ejecutivos y aceptó.
Al salir de la oficina por la tarde, caminé para tomar un taxi. Estaba tranquila hasta que escuché que alguien gritó mi nombre.
—¡Margot Blake! —Al voltear, Lauren estaba parada a unos metros de mí—. ¿Creíste que podrías evitarme?
—Es lo mejor, Lauren.
—No, más bien yo creo que tú tienes miedo.
—Yo no tengo por qué tenerte miedo.
—¿Entonces por qué huyes? Si tú y yo tenemos un asunto pendiente.
—No hay nada pendiente, las cosas no son… —No pude terminar la frase por sentir la cachetada que acababa de darme.
—No quieras pretender que nada pasó. —Regresé mi vista a ella, mientras acariciaba mi mejilla adolorida—. Ambas sabemos que sigues creyendo ser mejor que yo, veremos qué opinan los demás al ver tu rostro con un ojo morado, a ver si les sigues pareciendo bonita. —Vi como estaba a punto de lanzarme un golpe, pero alguien llegó por detrás y la detuvo.
—Ni se te ocurra tocarla, Lauren—. La tomó por los hombros y la empujó hacia atrás para ponerse entre las dos.
—Jon Collins defendiéndola. Veo que te gustan los vocalistas de bandas, Margot
—Debes de entender que Margot no tiene nada en contra de ti. No está sola así que no intentes volver a acercarte.
—El que tú la defiendas no desaparece lo que ella me hizo y debe de pagar por ello.
—Entiende que no te hice nada —intervine y Jon se hizo a un lado—. No fue mi culpa que aquellos ejecutivos me hubieran querido para la campaña, tú sabías que yo ya no quería modelar, no lo hice para perjudicarte, jamás intentaría algo así.
—No lo impediste, estoy segura que disfrutaste ver cómo tiraban mi esfuerzo a la basura y nadie va a burlarse así de mí.
—¿Qué es lo que quieres? Me obligaron a aceptar, no pude hacer nada más. Me corriste del departamento, deberías de estar contenta con eso.
—Quiero que te arrepientas de haber hecho esa campaña, es más, quiero que me pidas perdón de rodillas por haberme sustituido.