Todo por no perderme

Capítulo 31

Instalaciones de RecordVideo, 2015…

—Agradezco a cada uno de ustedes por estar aquí en esta noche tan especial para mí y para mi familia de RecordVideo. Hoy damos a conocer hacia ustedes el nuevo lazo que ha creado esta gran casa productora con la fundación “New Opportunity”. Esta fundación tiene el fin de brindarle atención a las personas en riesgo de discriminación racial y hace lucha a favor de los derechos humanos. Es un placer y un orgullo anunciar que a partir de ahora el 2% de cada una de las producciones que haga RecordVideo será donado a “New Opportunity”.

Después de hacer formal ante todos los ejecutivos y clientes de RecordVideo esta nueva asociación se llevó a cabo una fiesta para celebrar.

—Margot, quiero presentarte a Claudia Olson —comentó Ann—, es una de las voluntarias de la fundación.

La mujer castaña me sonrió de la forma más dulce que haya visto.

—Es un placer conocerla, señora Blake —me extendió la mano y le correspondí el gesto.

—El placer es mío, ¿cree que pueda presentarme a más voluntarios? Me interesa mucho conocer al personal de la fundación.

—Por supuesto, sígame. —La mujer avanzó entre la multitud y dejamos a Ann, quien siguió presentando más personas.

Después de hablar con los voluntarios y conocer algunos beneficiarios, Jon y yo decidimos regresar a casa.

—¿En qué tanto piensas? —me preguntó aún en el auto.

—RecordVideo dio un enorme paso con esta colaboración, no sé, es solo que me gusta demasiado formar parte de una empresa que se preocupa por problemas sociales. Esa fundación tiene un objetivo muy bonito y estoy segura de que usarán el dinero para ayudar a demasiadas personas.

—Es un proyecto enorme, porque aparte de ayudar a esas personas, los deja bien parados frente a nuevos clientes.

Concordé con él justo cuando se estacionó. Al abrir la puerta de la casa nos recibieron muy cariñosamente.

—¡Mami! —Corrió Amber hacia mí hasta abrazarme.

—Cariño, ¿qué haces despierta a esta hora?

—Papá nos dio permiso de estar despiertos hasta que llegaran —respondió Andrew.

Volteé a ver a Jon y solo sonrió con inocencia.

—¿Quieren ver lo que hicimos? —preguntó Mathew.

—Olivia nos ayudó un poco —aclaró Amber al enseñarnos el montón de dibujos que estaban esparcidos en el piso.

—¿Te gustan?

—Claro que sí, mi amor, están hermosos.

—Este lo hice yo. —Jacob me mostró uno de Spider-man pintado con crayones.

—Wow, me fascina.

—Son todos unos verdaderos artistas —les felicitó Jon—. Están como para ponerlos en una galería —dijo moviendo los brazos.

—Hola, Alan —saludé a mi mejor amigo con un beso en la mejilla—. ¿Cómo se portaron?

—De maravilla, como siempre —me sonrió.

—Hey, gracias, de nuevo—le saludó Jon estrechándole la mano.

—Ya saben que lo hago con gusto.

Quise que se quedara ya que era algo tarde como para manejar, pero me insistió en que no había problema, así lo tuve que dejar ir.

—Bien, ¿quién quiere ver una película antes de ir a dormir? —preguntó Jon entusiasmando a los niños, quienes gritaron aceptando la propuesta.

—Solo una —le advertí.

—Se quedarán dormidos a media película, no te preocupes —dijo para tranquilizarme y me dio un rápido beso.

Fui a cambiarme de ropa y desmaquillarme. Al llegar a la sala ya todos estaban con un bote de palomitas acomodados en los sofás. Logré meterme entre ellos y los gemelos se me recargaron cada uno de un lado y le dieron play.

Tal cual dijo Jon, cuando la película acabó, todos ya estaban en su quinto sueño, hasta él.

*

Después de poco tiempo, RecordVideo se llenó de trabajo. Nos abrimos paso a nuevas producciones, ya no solo comerciales, sino también videoclips.

Claro que yo me encargaba solo de los comerciales, las grandes campañas eran solo para Christian, ya que, de esa manera, yo tenía más tiempo libre y convivía más con mis hijos, no había nada que me hiciera más feliz que estar junto a ellos.

—¿Ya irás a dormir? —me preguntó Jon asomándose por la puerta de la sala.

—Sí, ya —cerré la tapa de mi laptop—. Solo estaba investigando unas cosas de la fundación.

—¿Qué cosas? —inquirió en lo que nos dirigimos a nuestra habitación.

—Llegó un nuevo caso, se trata de dos pequeños hermanos que fueron abandonados cerca de un río —conté con pesar—. No sé cómo es posible que existen personas tan crueles como para abandonar así a sus hijos, y más ellos que solo tienen cuatro años.

—Ni yo quiero imaginarme, pero, ¿los niños están bien?

—Sí, son dos niños hermosos, de descendencia afroamericana, son mellizos, ya los llevaron a las instalaciones y los revisó el doctor y dijo que todo está bien, aunque están algo desnutridos, pero nada grave.




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