Capítulo 4

Melanie era conocida como una joven leal, cariñosa, juiciosa, honesta y lo más importante la más inteligente de las tres.  Emanaba esa esencia que alegraba el día a las personas, y todos querían ser sus amigos.

Era muy conocida en la universidad, por sus buenas calificaciones y el apoyo que daba en las obras de la clase.

Desde que tiene uso de razón, le han inculcado la lealtad total hacia la familia.

Y también le han advertido que una traición se paga con la muerte, no importa de dónde pertenezca.

En los ojos del mundo era la hija perfecta.

Pero era una vil mentira, una máscara que usaba para no revelar su verdadera identidad. 

Porque ella no era perfecta, la hicieron perfecta.

Muchas veces de niña envidio las comodidades y libertades que tenía su prima Isabella. A pesar de ser la única niña en su familia nunca la protegieron tanto como a ella. Muchos peros y pocas razones para lo que tenía que hacer.

Su lealtad nunca falló, hasta ahora. Ya que sus manos contenían el boleto hacia la muerte a su prima. 

Ella la amaba, es su mejor amiga, es su hermana.

Por lo que hizo lo que tenía que hacer, deshacerse de la evidencia y hacer como si nada paso.

Su papel perfecto. La mejor actuación que haría es olvidar lo que hicieron en Miami.

Ni la misma Isabella se podría enterar de con quién estuvo en la discoteca. Ella mismo descubrirá las intenciones de aquel joven, y lo mantendría en secreto.

Eliminaría la única prueba de los sucesos de ese día, así como una pista hacia la verdad.

Leal como siempre.

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Isabella no sabía cómo afrontar la verdad que tenía encima. Mentirle a su padre en su cara y no tener consecuencias por eso, sería un milagro. 

Pero estaba segura que no podía hacer nada para prevenir lo que llegaría.

Por lo mismo eligió la sección más pronto en su universidad, regresaría a clases en menos de un mes y sería lo mejor para ella. Se evitaría a los guardaespaldas siguiéndola a todos lados, y a su padre con sus preguntas de aquella noche.

Decidió empezar a empacar preguntando ¿que hacía la otra mafia en el mismo lugar?.

Se habían salvado por poquito de ser asesinadas o de algo peor. Su universidad no era tan grande, pero contaba con su propia seguridad muy aparte de la que su padre le propina para ella y sus primas.

Se levantó de la cama, y empezó a buscar a Melanie, se disculpará por ser tan estúpida e insensible con su comentario, y si las cosas funcionan regresaría como si nada a clases. Pero si cambiaran, perdería a su prima y mejor amiga de por vida por su misma estupidez.

La buscó en su habitación y no la encontró, por lo que bajó al salón principal y no estaba.  Busco por toda la casa y no había rastro de Melanie, supuso que estaba en casa de sus padres y decidió darle su espacio y comentarle lo de la universidad la mañana siguiente. Regresó a su habitación y al instante su pequeño hermano entró para ayudarle con la maleta.

• Porque te vas tan pronto si acabas de llegar Bella. – Le comentó su hermano mientras guardaba su ropa de vuelta en la maleta. No sabía qué responder ya que la debilidad de Isabella era su hermano.

• Son las clases enano, se adelantaron y para regresar lo más pronto tengo que verlas este semestre. Pero te prometo que estaré en casa antes de tu cumpleaños. – Le dijo abrazando a su hermano, amaba tanto a su hermano que era el único al que permitía llamarla Bella.

• Enserio Bella, este año me darán pastel de chocolate. Me lo prometió mamá, y quiero que estés aquí para comerlo juntos. – Le contestó su hermano con una hermosa sonrisa, y abrazándola de vuelta.

• Lo prometo enano. Pero para comerlo tienes que ponerte las inyecciones. Son por tu bien y lo sabes. – Le dijo sentándose con su hermano en la cama.

A la corta edad de 5 años, su hermano fue diagnosticado con diabetes tipo 1, por lo que lleva 5 años combatiendo. Desde que fue diagnosticado la vida de toda la familia cambió, así como sus hábitos diarios y la comida. Aunque el médico les afirmó que, a pesar de su enfermedad, sigue siendo un niño y había que tratarlo como uno, pero no fue fácil controlar los dulces y la comida variada a un niño de 5 años. 

Por lo que su madre Ana Castro, decidió implementar nuevos ingredientes en la comida y suprimir algunos. Así conseguía que su pequeño coma sano, y toda la familia se regirá ante esa orden.

Después de 5 años, los cumpleaños del pequeño y de los demás integrantes de la familia cambiaron, los dulces y pasteles fueron horneados por la señora de la casa, así como la comida de los eventos. En algunas ocasiones usaron suplementos de los ingredientes y así jugaron con las recetas diseñadas para su pequeño. De vez en cuando le permitía comer un pastel de chocolate en base al mismo ingrediente, pero no era siempre.  Gracias a la nueva dieta no solo mejoró la salud del pequeño, sino de toda la familia.

Cinco años luchando ante la cruel enfermedad y meses sin probar un pastel de chocolate. El pequeño entendía todos los días que sus inyecciones ayudaba en su salud y por lo mismo estaba emocionado por probar el pastel en menos de 3 meses. Amaba tanto a su hermana que siempre la quería a su lado, y ver que se iba de nuevo lo entristecía.

• Lo sé Bella, pero duele mucho. – Le respondió mostrándole sus marcas en su pequeña barriga. – Ya no hay espacio para más, y ponerla en el mismo lugar duele. Pero es soportable, si mi premio es el delicioso pastel de mamá. – Le contestó el pequeño sonriéndole y bajándose la camiseta.